Washington - El gobierno estadounidense anunció el miércoles cargos penales, la confiscación de dominios de internet y sanciones a raíz de los intentos rusos de diseminar desinformación a fin de interferir en las elecciones presidenciales estadounidenses.

Las medidas representaron un esfuerzo del gobierno estadounidense por desbaratar una persistente amenaza de Rusia que los funcionarios estadounidenses llevan tiempo advirtiendo que tiene el potencial de sembrar la discordia y crear confusión entre los votantes. Washington ha dicho que Rusia sigue siendo la principal amenaza para las elecciones, incluso mientras el FBI investiga un hackeo por parte de Irán a la campaña de Donald Trump y un intento de violación a la campaña de Joe Biden-Kamala Harris.

Uno de los casos penales acusa a dos empleados de RT, una organización mediática financiada por el Estado ruso que fue forzada por el Departamento de Justicia como agente extranjero, de financiar de forma encubierta a una empresa de creación de contenidos con sede en Tennessee para que publicara casi 2,000 vídeos con propaganda rusa. Los acusados, que siguen en libertad, utilizaron identidades falsas y la empresa desconocía que estaba siendo utilizada por Rusia.

En la otra acción, las autoridades anunciaron la incautación de 32 dominios de Internet que fueron utilizados por el Kremlin para difundir propaganda rusa y debilitar el apoyo mundial a Ucrania.

El Fiscal General Merrick Garland dijo que las acciones están relacionadas con el uso por parte de Rusia de los medios de comunicación estatales para reclutar a influenciadores estadounidenses involuntarios con el fin de difundir propaganda y desinformación.

Las agencias de inteligencia ya habían acusado a Rusia de utilizar desinformación para interferir en las elecciones. Los nuevos pasos muestran la profundidad de las preocupaciones de Estados Unidos y señalan acciones legales contra los sospechosos de estar implicados.

“El anuncio de hoy pone de relieve hasta dónde llegan algunos gobiernos extranjeros para socavar las instituciones democráticas estadounidenses”, dijo el Departamento de Estado. “”Pero estos gobiernos extranjeros también deben saber que no toleraremos que actores malignos extranjeros interfieran intencionadamente y socaven unas elecciones libres y justas”.

En un discurso pronunciado el mes pasado, la vicefiscal general Lisa Monaco dijo que Rusia seguía siendo la mayor amenaza para la integridad de las elecciones, y acusó al presidente ruso Vladimir Putin y a “sus apoderados de utilizar técnicas cada vez más sofisticadas en sus operaciones de interferencia. Se dirigen a grupos demográficos de votantes específicos y a votantes de estados indecisos para manipular los resultados de las elecciones presidenciales y al Congreso. Su objetivo es cooptar a estadounidenses inconscientes en las redes sociales para que difundan mensajes que favorezcan los intereses rusos”.

Gran parte de la preocupación en torno a Rusia se centra en los ciberataques y las campañas de desinformación diseñadas para influir en la votación de noviembre. Las tácticas incluyen el uso de medios de comunicación estatales como RT para difundir mensajes y contenidos antiestadounidenses, así como redes de sitios web y cuentas de redes sociales falsas que amplifican las afirmaciones y las inyectan en las conversaciones en línea de los estadounidenses. Normalmente, estas redes aprovechan temas políticos polarizantes como la inmigración, la delincuencia o la guerra de Gaza.

En muchos casos, los estadounidenses no tienen ni idea de que el contenido que ven en Internet se originó o fue amplificado por el Kremlin.

“Rusia está adoptando un enfoque de todo el gobierno para influir en las elecciones, incluidas las presidenciales”, declaró este verano un funcionario de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional durante una reunión informativa. El funcionario habló bajo condición de anonimato en virtud de normas elaboradas con esa oficina.

Los grupos vinculados al Kremlin están contratando cada vez más a empresas de marketing y comunicación dentro de Rusia para externalizar parte del trabajo de creación de propaganda digital, al tiempo que cubren sus huellas, dijeron los funcionarios durante la reunión informativa con los periodistas.

Dos de estas empresas fueron objeto de nuevas sanciones estadounidenses anunciadas en marzo. Las autoridades afirman que las dos empresas rusas crearon sitios web y perfiles de redes sociales falsos para difundir la desinformación del Kremlin.

El objetivo final, sin embargo, es conseguir que los estadounidenses difundan la desinformación rusa sin cuestionar su origen. Según las autoridades, es mucho más probable que la gente confíe y publique información que cree que procede de una fuente nacional. Los sitios web falsos diseñados para imitar a los medios de comunicación estadounidenses y los perfiles de redes sociales generados por inteligencia artificial son sólo dos métodos.

Los mensajes dejados en la embajada rusa no fueron devueltos inmediatamente.