El fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón, anunció, el jueves, que, tras revisar nuevas piezas de evidencia, solicitará al tribunal que se resentencie a los hermanos Erik y Lyle Menéndez, quienes fueron sentenciados en 1996 a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por los asesinatos de sus padres en 1989.

“No tenemos un acuerdo universal. Hay gente en la oficina que creen firmemente que deben permanecer en la cárcel el resto de sus vidas y que no fueron abusados sexualmente. Hay gente que piensa que deben ser liberados y que sí fueron abusados sexualmente (...) Tras evaluar las pruebas, consideramos que una nueva sentencia es apropiada”, sostuvo Gascón en una conferencia de prensa que inició cerca de las 5:00 p.m, hora de Puerto Rico.

El fiscal indicó que, tras evaluar el caso, su oficina solicitará al tribunal que se resentencie a los hermanos a cadena perpetua con la posibilidad de libertad condicionada. Como tenían menos de 26 años en el momento de cometer los delitos, podrán optar inmediatamente a la libertad condicional, explicó.

“Bajo la ley de California, cuando una persona es acusada de un crimen, ese crimen puede ser reevaluado si la persona lleva muchos años en la cárcel o la prisión enseña que se ha rehabilitado y que puede ser reintegrado a la comunidad sin causar peligro para el resto de nosotros. En el caso de los hermanos Menéndez, nosotros hemos revisado el caso y creemos que se han rehabilitado y que pueden ser reintegrados en la comunidad sin causar peligro para el resto de nosotros”, indicó el fiscal de distrito.

“Es importante notar que este es un caso de dos muchachos que tenían 19 y 21 años que probablemente fueron no solamente acusados por su familia, pero posiblemente también fueron abusados sexualmente. Aunque no hay excusa ninguna para los crímenes que ellos cometieron, reconocemos también que había ciertas condiciones que pueden haber creado esta situación. Desde que están en la prisión, ellos han demostrado con sus acciones y sus palabras que iban a hacer todo lo que era posible para rehabilitarse”, explicó Gascón.

El fiscal resaltó que, en su tiempo en prisión, los hermanos han participado de programas de rehabilitación, así como han creado iniciativas para ayudar a los demás reos.

“Creo que han pagado su deuda con la sociedad”, sostuvo.

Más temprano, Gascón anticipó que la Fiscalía revelaría la decisión relacionada con el notorio caso en una conferencia de prensa, en medio de crecientes llamados a reconsiderar las sentencias de los hermanos. La solicitud de resentencia será sometida al tribunal este viernes.

La solicitud de los fiscales del condado se produce luego que, el pasado 3 de octubre, anunciaran que revisaban dos nuevas piezas de evidencia para determinar si los hermanos deben cumplir cadena perpetua por el crimen que ocurrió hace más de 35 años en la mansión de Beverly Hills.

Las nuevas pruebas presentadas en una petición incluyen una carta escrita por Erik y dirigida a un familiar que, según sus abogados, corrobora las acusaciones de que su padre abusó sexualmente de él.

De igual forma, parte de la alegada nueva evidencia incluye una querella radicada por el puertorriqueño Roy Rosselló. Aunque la denuncia fue principalmente contra el creador del grupo musical, Edgardo Díaz, también alegó que fue abusado sexualmente por José Menéndez mientras era uno de los miembros de la agrupación juvenil.

Al revelar que evaluaban nuevas pruebas, Gascón sostuvo que no hay duda de que los hermanos asesinaron a sus progenitores. Sin embargo, indicó que su oficina evaluaría si se justificaba una nueva sentencia.

Lyle, quien al momento del asesinato tenía 21 años, y Erik, tenía 18, admitieron que mataron a tiros a su padre, el ejecutivo del entretenimiento, José Menéndez, y a su madre, Kitty Menéndez porque temían que sus padres estuvieran a punto de matarlos para evitar que las personas descubrieran que José abusó sexualmente, durante años, de Erik.

Tras el crimen, los hermanos fueron juzgados dos veces por los asesinatos de sus padres, y el primer juicio terminó con un jurado indeciso. Mientras, duanre el segundo juicio, se excluyó lo que los abogados de degensa calificaron como pruebas de abuso.

El pasado 16 de octubre, más de una docena de familiares de Erik y Lyle se congregaron y exigieron su excarcelación. La conferencia de prensa en el centro de Los Ángeles fue la mayor reunión de la familia extendida desde que fueron condenados.

Varios miembros de la familia han dicho que actualmente las personas son más conscientes del impacto que el abuso sexual puede tener en una víctima, por lo que argumentaron que, si el juicio se llevara a cabo en estos tiempos, los hermanos no habrían sido condenados por asesinato en primer grado ni condenados a cadena perpetua.