Krystena Murray quedó embarazada después de someterse a una fertilización in vitro hace dos años, y dijo que no se dio cuenta hasta que dio a luz que la clínica de fertilidad había cometido un error fatal.

En diciembre de 2023, Murray dio a luz a un niño sano, pero también supo de inmediato que el bebé no se desarrolló a partir de uno de sus propios óvulos fertilizados en el laboratorio. El bebé era negro, mientras que Murray y el donante de esperma son blancos. La mujer se enteró después que los médicos habían transferido el embrión de otra paciente en lugar del suyo.

Sin embargo, Murray decidió criar al niño. Pero después de informar sobre el error a la clínica de fertilidad, la mujer alegó que el personal localizó y notificó a los padres biológicos del bebé, quienes exigieron la custodia del infante, que para ese entonces tenía 5 meses. La mujer accedió a entregar al niño para evitar una lucha legal que no podía ganar.

Murray, de 38 años, de Savannah, presentó una demanda civil el martes contra Coastal Fertility Specialists, alegando que la negligencia de la clínica al mezclar sus embriones con los de la otra pareja le causó dolor y angustia.

“Nunca me he sentido tan violada y la situación me ha dejado emocional y físicamente rota”, dijo Murray a los periodistas durante una conferencia de prensa virtual. “Pasé toda mi vida queriendo ser mamá. Amé, cuidé y crié a mi hijo y habría hecho literalmente cualquier cosa para quedarme con él”.

Coastal Fertility Specialists opera una clínica en Savannah y otras cuatro en el vecino Carolina del Sur. La práctica médica se disculpó en un comunicado por correo electrónico catalogando la situación como “un error sin precedentes que resultó en una confusión en la transferencia de embriones”. Añadieron además que el personal clínico adoptó nuevas medidas de seguridad para evitar que ocurran errores similares en el futuro.

“Este fue un evento aislado sin más pacientes afectados”, dijo el comunicado. “Estamos haciendo todo lo posible para corregir la situación de aquellos afectados por este incidente”.

Murray dijo que todo parecía normal cuando comenzó el tratamiento a principios de 2023; se sometió a inyecciones para estimular la producción de óvulos, que luego fueron extraídos y fertilizados en un laboratorio utilizando el esperma de un donante y que quedó embarazada la segunda vez que un embrión fue implantado en su útero.

Pero su demanda dice que el error “extremo y escandaloso” de la clínica hizo que Murray fuera “convertida en una madre sustituta involuntaria, en contra de su voluntad, para otra pareja”. La mujer busca una indemnización monetaria no especificada.

Su abogado, Adam Wolf, expuso que Murray aún no sabe qué sucedió con sus propios embriones ni cómo ocurrió el error.

El bufete de abogados de Wolf ha representado a más de 1,000 pacientes que han tomado acciones legales contra clínicas de fertilidad, a menudo por errores como la pérdida o daño de embriones por caídas o por ser almacenados en congeladores que no funcionan pero el licenciado confirmó que transferir el embrión equivocado a una paciente parece ser raro.

“Las clínicas de fertilidad realizan un trabajo vitalmente importante”, dijo Wolf, y agregó: “Con ese increíble trabajo viene una gran responsabilidad. Y cuando las clínicas de fertilidad cometen errores como este, las consecuencias son alteradoras de la vida”.

Murray recordó el día en que dio a luz y cómo su alegría rápidamente dio paso a la confusión y el miedo.

Si este niño no podía ser suyo genéticamente, se preguntó, ¿de quién era el niño? ¿Y podrían quitárselo?

Ese miedo evitó que Murray publicara fotos del bebé en las redes sociales, dice su demanda, o incluso que lo mostrara a amigos y familiares al principio. Poco después de dar a luz, Murray mantuvo a su recién nacido cubierto con una manta para evitar preguntas en un funeral al que asistió.

La mujer se sometió a una prueba de ADN a principios del año pasado que confirmó que el bebé no provenía de uno de sus embriones. Wolf dijo que su firma notificó a Coastal Fertility Specialists poco después porque Murray esperaba que la clínica mejorara sus procedimientos y medidas de seguridad.

La clínica determinó quiénes eran los padres biológicos del niño, dijo Wolf, y les informó que Murray había dado a luz después de recibir uno de sus embriones.

Murray dijo que la pareja la demandó por la custodia el año pasado. Ella se ofreció a entregar al bebé, dijo, después de que sus abogados le dijeran que no tenía ninguna posibilidad de ganar en los tribunales.

Eso fue en mayo del año pasado, cuando el bebé tenía 5 meses. Murray dijo que no lo ha visto desde entonces.

“Consideré las consecuencias de la FIV desde el principio”, dijo Murray, incluyendo los riesgos de hemorragia, infección, esterilidad y posiblemente la muerte.

“Nunca una sola vez consideré que podría dar a luz al hijo de otra persona y que lo quitaran de mí”, dijo. “Y siento que eso debería ser algo de lo que las mujeres sean conscientes como una posibilidad real.”