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Madeline Negrón: la puertorriqueña que asumió el reto de dirigir las escuelas públicas de New Haven

Nacida en San Lorenzo y criada en Connecticut desde los 10 años, fue electa en abril para liderar el sistema escolar estatal más grande allí

18 de agosto de 2023 - 11:40 PM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 1 año.
La doctora Madeline Negrón, natural del barrio Jagual de San Lorenzo y quien emigró con su familia a Connecticut cuando tenía 10 años, fue elegida superintendente de las escuelas de New Haven entre cerca de 30 candidatos. (Josian Bruno)

New Haven, ConnecticutMadeline Negrón siente que cuando llegó a las escuelas públicas del pueblo de Windham, en este estado, nadie la vio por lo que ella era, ni mucho menos por lo que soñaba ser, sino por lo que parecían ser sus limitaciones.

Tenía 10 años. Era 1983. Venía del barrio Jagual, en lo profundo de la ruralía de San Lorenzo. No sabía ni una palabra en inglés. Su padre era un obrero agrícola; su madre, una ama de casa criada por su abuela que, al emigrar, se empleó como conserje en la Universidad de Connecticut (UConn). Ninguno de los dos había llegado ni a escuela superior. Vivían, por supuesto, en pobreza.

Esas eran, como quien dice, las “limitaciones”.

Pero Madeline Negrón sabía, incluso desde muy niña, que ella era mucho más que eso.

“Lo único que vieron fue a una niña que venía de pobreza, que no podía hablar en inglés y que era latina. No vieron mi inteligencia, sino mis limitaciones. Desde esa edad, yo dije que tenía que trabajar para cambiar las oportunidades que se le dan a cada niño, ya sea blanco, negro, latino, lo que sea. Cada niño aspira a un mejor porvenir. ¿Quiénes somos nosotros para troncharles esos sueños?”, comenta.

Cuarenta años después, aquella niña es hoy la doctora Madeline Negrón, recién electa la primera puertorriqueña y la primera latina superintendente de las Escuelas Públicas de New Haven, que con 37 planteles y cerca de 20,000 estudiantes, el 48% de los cuales son hispanos, es el distrito escolar estatal más grande de Connecticut.

Negrón, doctora en Currículo e Instrucción de UConn, con 28 años de experiencia en distintos niveles de las escuelas de Connecticut, llegó finalmente al timón de un sistema como el que una vez minimizó su experiencia de niña latina, con la idea de dar lo que ella necesitó y no tuvo.

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“Yo he dedicado los 28 años de mi carrera a trabajar en centros urbanos. Ha sido por mi propio deseo que no he querido explorar otras áreas. Yo hice un compromiso conmigo misma: quiero cambiar las oportunidades que hay para niños como fui yo”, afirma la mujer de 50 años.

En Connecticut, como en casi todo Estados Unidos, los distritos escolares son independientes los unos de los otros. Un distrito como el de Puerto Rico, que cubre la totalidad de la jurisdicción, no existe. Otra diferencia con Puerto Rico es que los titulares de los distritos no los nombran políticos, sino que son elegidos tras extensas entrevistas con diferentes representantes de la comunidad.

Negrón era asistente para la docencia de la superintendente de Escuelas Públicas de Hartford, la también puertorriqueña Leslie Torres Rodríguez, a la que considera una mentora y que dirige el cuarto sistema más grande del estado desde 2017. Surgió, entonces, la vacante de New Haven. Negrón sometió su nombre junto a cerca de 30 candidatos más. Pasó primero a un grupo de seis finalistas y después, de las últimas tres.

Las entrevistas finales no las olvida: “Entré a las 7:00 de la mañana y salí a las 9:00 de la noche. Me entrevistaron la directiva de la Junta de Educación, un grupo de padres, maestros, gente de la comunidad, gente con otros lazos con el sistema y de universidades”.

“Al salir, yo le dije a mi esposo: ‘Mejor entrevista no pude haber hecho’. Lo dejé todo allí. Quería que entendieran mi historia, que es la de una persona que, como muchos de los niños de nuestro sistema, vienen de la pobreza, vienen con sueños. Yo me he fajado toda mi vida para hacer el trabajo que he hecho. No me lo han regalado. Yo me he probado”, agrega.

En abril, se hizo el anuncio de su designación. Negrón, quien financió sus estudios con préstamos que solicitaron ella y sus familiares, quería primero ser fiscal. Pero, en sus primeros años en Central Connecticut State University, se convenció de que era en el campo de la educación en el que podía lograr los cambios para la niñez que desde su propia experiencia entendía indispensables.

Madeline Negrón, quien financió sus estudios con préstamos que solicitaron ella y sus familiares, quería primero ser fiscal.
Madeline Negrón, quien financió sus estudios con préstamos que solicitaron ella y sus familiares, quería primero ser fiscal. (Josian Bruno)

“En mis años de escuela superior, había un maestro que siempre me decía: ‘Madeline, yo creo que tú serías una buena maestra’. Yo recuerdo que yo le decía: ‘Usted está loco. Yo nunca voy a ser maestra. ¿Para qué? ¿Para que abusen de mí como con ustedes, que los niños los abusan?’. Pero después empecé a sentir cuál fue mi experiencia, qué fue lo que me limitó y de ahí es que surge esta pasión por hacer algo para cambiar el futuro de los niños, y ahí es que digo que la mejor carrera es la educación”, recuerda.

New Haven es un sistema lleno de retos, como los de prácticamente todas las grandes ciudades estadounidenses. Por ejemplo, más de la mitad de los estudiantes exhiben ausentismo crónico, que es como se clasifica a los que se faltan más de 10% de los días lectivos.

Fue, también, el último estado que volvió a reabrir después de la pandemia de COVID-19 y las consecuencias en el desempeño de los estudiantes todavía son perceptibles. Hay, también, desafíos para conseguir maestros que hablen más de un idioma y no solo español, pues recientemente las escuelas también han recibido refugiados de Afganistán.

La nueva superintendente no se amilana. Apuntalándose en su propia experiencia como una especie de refugiada empobrecida, no ve reto que no crea que no se pueda superar. “Desde chiquita no dejé que nadie me dijera que no”, dice.

Como casi la totalidad de los puertorriqueños en este y otros estados, Negrón no se ha desvinculado nunca de Puerto Rico. “Yo no salgo de allá”, asegura, ya que viaja más de una vez todos los años, sobre todo a una efeméride en particular que nunca suele perderse: El Día Nacional de la Salsa.

“Soy salsera”, aclara, por si a alguien pudiera quedarle alguna duda.

Apuntalándose en su propia experiencia como una especie de refugiada empobrecida, Madeline Negrón no ve reto que no crea que no se pueda superar. “Desde chiquita no dejé que nadie me dijera que no”, dice.
Apuntalándose en su propia experiencia como una especie de refugiada empobrecida, Madeline Negrón no ve reto que no crea que no se pueda superar. “Desde chiquita no dejé que nadie me dijera que no”, dice. (Josian Bruno)
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