Nueva York demandó el jueves a algunos de los principales distribuidores de cigarrillos electrónicos del país, acusando a las empresas de violar las leyes estatales que prohíben la venta de sabores y diseños de vapeo que atraen a los niños.

La fiscal general Letitia James anunció la demanda, dirigida a intermediarios que distribuyen cigarrillos electrónicos con sabores a frutas y caramelos, como Puff Bar y Elf Bar, a cientos de tiendas de conveniencia y estaciones de servicio de todo el estado. Este enfoque difiere de litigios anteriores presentados por Nueva York y otros estados, dirigidos contra los fabricantes de dispositivos de vapeo, como Juul Labs.

Juul, a la que muchas personas culpan de haber desencadenado la tendencia del vapeo entre los adolescentes, ha pagado más de mil millones de dólares para resolver docenas de demandas estatales y locales e investigaciones sobre sus prácticas de mercadeo iniciales, que incluían fiestas de lanzamiento y regalos de productos. La empresa dejó de vender sabores como mango y menta en 2019 y ya no es popular entre los adolescentes.

En cambio, los cigarrillos electrónicos desechables de fabricación china, como Elf Bar, se han convertido en la opción principal entre los estudiantes de educación secundaria e intermedia. Ninguno de los productos está aprobado por los reguladores de salud federales, pero continúan siendo enviados a Estados Unidos, a menudo etiquetados de forma engañosa como baterías, teléfonos celulares u otros productos.

La queja legal del estado, de casi 200 páginas, señala “pruebas generalizadas de conducta ilegal, incluidos documentos que muestran envíos ilegales de productos de vapeo saborizados a Nueva York”. En la denuncia también se incluyen fotos de cigarrillos electrónicos de colores brillantes que se asemejan a refrescos y caramelos y vienen en sabores como “osos frutales congelados”, “algodón de azúcar” y “leche de dona de cereal de fresa”.

Nueva York prohibió todos los sabores de vapeo, excepto el tabaco, en 2020.

“Durante demasiado tiempo, estas empresas han pasado por alto nuestras leyes para lucrar a costa de nuestros jóvenes, pero no arriesgaremos la salud y seguridad de nuestros niños”, dijo James en un comunicado.

La demanda busca una indemnización de cientos de millones de dólares por parte de las empresas, así como la prohibición permanente de sus ventas de productos de vapeo saborizados en Nueva York.

Entre las empresas mencionadas en la demanda están Demand Vape de Nueva York, Evo Brands de California, Safa Goods de Florida y Midwest Goods de Illinois.

Hasta la mañana del jueves, las empresas no habían respondido las llamadas y mensajes donde se solicitan sus comentarios.

Según la demanda, “Demand Vape mantiene estrechos lazos con fabricantes internacionales, de tal manera que su cofundador viaja frecuentemente a China, donde se originan los productos de Demand Vape, para dirigir el desarrollo de sabores y mercadeo”.

En un litigio de 2022, el cofundador de Demand Vape, con sede en Buffalo, dijo a un juez federal que su empresa había vendido más de 132 millones de dólares en cigarrillos electrónicos Elf Bar durante el año anterior. La empresa que fabrica Elf Bar tiene su sede en Shenzhen, China, y vende sabores que incluyen “mango y fresa” y “menta con limón”.

A pesar de la continua disponibilidad de cigarrillos electrónicos desechables, la tasa de vapeo entre los adolescentes de Estados Unidos ha caído a menos de 6%, su índice más bajo en diez años, según cifras federales publicadas el año pasado. Los funcionarios de salud del gobierno atribuyen la caída a una aplicación más agresiva de las leyes en Estados Unidos, incluidos cientos de cartas de advertencia enviadas a tiendas minoristas que venden productos de vapeo no autorizados.