Washington — El Senado confirmó a Pete Hegseth como secretario de Defensa de la nación el viernes en una dramática votación nocturna, rechazando las preguntas sobre sus calificaciones para dirigir el Pentágono en medio de acusaciones de consumo excesivo de alcohol y comportamiento agresivo hacia las mujeres.

Pocas veces un candidato al gabinete se ha enfrentado a preocupaciones tan amplias sobre su experiencia y comportamiento como las de Hegseth, en particular para un papel tan destacado en la cima del ejército estadounidense. Pero el Senado liderado por los republicanos estaba decidido a confirmar a Hegseth, un expresentador de Fox News y veterano de combate que ha prometido traer una “cultura guerrera” al Pentágono, completando así la lista de los principales funcionarios del gabinete de seguridad nacional del presidente Donald Trump.

El vicepresidente JD Vance estuvo presente para emitir un voto de desempate, algo inusual en el Senado para los candidatos al gabinete, que suelen obtener un apoyo más amplio. El propio Hegseth estaba en el Capitolio con su familia.

El líder de la mayoría del Senado, John Thune, dijo que Hegseth, como veterano de la Guardia Nacional del Ejército que sirvió en Irak y Afganistán, “traerá la perspectiva de un guerrero” al principal puesto militar.

“Atrás quedarán los días de las distracciones progresistas”, dijo Thune, refiriéndose a las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión que se están recortando en todo el gobierno federal. “El Pentágono se centrará en la lucha bélica”.

La capacidad del Senado para confirmar a Hegseth a pesar de una serie de graves acusaciones en su contra dará una medida del poder político de Trump y de su capacidad para conseguir lo que quiere del Congreso liderado por el Partido Republicano, y de la potencia de las guerras culturales para alimentar su agenda en la Casa Blanca.

La semana próxima, los senadores se enfrentarán a otras opciones externas del gabinete de Trump, entre ellas, en particular, Kash Patel, un aliado de Trump que ha publicado una lista de enemigos, como director del FBI; Tulsi Gabbard como directora de la oficina de inteligencia nacional; y Robert F. Kennedy, Jr., el defensor antivacunas del Departamento de Salud y Servicios Humanos.

“¿Es Pete Hegseth realmente lo mejor que tenemos para ofrecer?“, dijo el senador Jack Reed de Rhode Island, el demócrata de mayor rango en el Comité de Servicios Armados del Senado, instando a sus colegas a pensar seriamente en su voto.

El propio Hegseth estaba trabajando por teléfono el viernes por la noche para apuntalar su apoyo, ya que su confirmación estaba en juego.

“Es un buen hombre”, dijo Trump sobre Hegseth mientras salía de la Casa Blanca para visitar Carolina del Norte y Los Ángeles, afectadas por el desastre. “Espero que lo logre”.

Trump criticó a la senadora Lisa Murkowski de Alaska y a la senadora Susan Collins de Maine, quienes anunciaron que votarían en contra de Hegseth. Y Tump planteó nuevas preguntas sobre el senador Mitch McConnell, republicano por Kentucky, diciendo: “Y por supuesto, supongo que Mitch siempre es un voto en contra. ¿Mitch es un voto en contra?”.

Al final, los tres votaron en contra de Hegseth, mientras las tensiones aumentaban el viernes por la noche en el Capitolio.

McConnell, el ex líder republicano en el Senado, no había declarado su voto, pero señaló su escepticismo en un discurso anterior cuando declaró que confirmaría a los nominados a puestos de seguridad nacional de alto nivel “cuyo historial y experiencia los convertirán en activos inmediatos, no pasivos”. Votó en contra.

Se necesitaba una mayoría simple para confirmar a Hegseth, y los republicanos, con una mayoría de 53-47 en el Senado, solo podían perder una objeción más. Un republicano, el senador Thom Tillis de Carolina del Norte, hizo que el Senado se agitara al plantear preguntas y recibir información y respuestas, dijo el jueves una persona familiarizada con la situación y que pidió el anonimato para poder hablar del tema.

Pero Tillis finalmente votó para confirmar a Hegseth, quien dijo que “tiene una perspectiva única” y es un apasionado de la modernización del ejército. Dijo que habló con Hegseth durante “casi dos horas” sobre sus preocupaciones.

Los demócratas, como partido minoritario, han ayudado a confirmar al secretario de Estado Marco Rubio y al director de la CIA John Ratcliffe en votaciones bipartidistas para el equipo de seguridad nacional de Trump a los pocos días de su regreso a la Casa Blanca.

Pero los demócratas que se oponen gravemente a Hegseth tienen poco poder para detenerlo y, en cambio, han recurrido a prolongar el proceso.

Horas antes de la votación, un demócrata tras otro tomó la palabra en el Senado para objetar.

El senador Chris Murphy, demócrata de Connecticut, dijo durante el debate que hay pocos nominados de Trump tan “peligrosa y lamentablemente no calificados como Hegseth”.

Hegseth enfrenta acusaciones de que agredió sexualmente a una mujer en una conferencia republicana en California.

Hegseth ha negado las acusaciones y ha dicho que el encuentro fue consensual. Más tarde pagó $50,000 a la mujer.

Más recientemente, la ex cuñada de Hegseth dijo en una declaración jurada que él maltrataba a su segunda esposa hasta el punto de que ella temía por su seguridad. Hegseth ha negado la acusación y, en los procedimientos de divorcio, ni Hegseth ni la mujer afirmaron ser víctimas de abuso doméstico.

Durante una ardiente audiencia de confirmación, Hegseth desestimó las acusaciones de irregularidades una por una y prometió llevar la “cultura guerrera” al puesto más alto del Pentágono.

Hegseth ha prometido no beber en el trabajo si es confirmado.

Pero los senadores republicanos que enfrentan una intensa campaña de presión por parte de los aliados de Trump para apoyar a Hegseth han apoyado su nominación, haciéndose eco de sus afirmaciones de una campaña de “difamación” en su contra. Hegseth, graduado de Princeton y Harvard, representa a una nueva generación de veteranos que alcanzaron la mayoría de edad tras los ataques del 11 de septiembre de 2001. Luego hizo carrera en Fox News como presentador de un programa de fin de semana y era desconocido para muchos en el Capitolio hasta que Trump lo eligió para el puesto más importante de Defensa.

Los comentarios de Hegseth de que las mujeres no deberían tener ningún papel en el combate militar generaron especial preocupación en el Capitolio, incluso de parte de legisladores que ellos mismos sirvieron. Desde entonces, ha moderado esas opiniones al reunirse con senadores durante el proceso de confirmación.

Murkowski dijo en una larga declaración antes de una votación de prueba sobre Hegseth que sus comportamientos “contrastan marcadamente” con lo que se espera de los militares.

“Sigo preocupado por el mensaje que la confirmación del señor Hegseth envía a las mujeres que actualmente sirven y a las que aspiran a unirse”, escribió Murkowski en las redes sociales.

Collins dijo que después de una larga discusión con Hegseth, “no estoy convencido de que su posición sobre las mujeres que sirven en roles de combate haya cambiado”.

Pero una republicana prominente, la senadora Joni Ernst de Iowa, veterana y sobreviviente de agresión sexual, fue duramente criticada por su escepticismo hacia Hegseth y finalmente anunció que lo respaldaría.

Hegseth lideraría una organización con casi 2.1 millones de miembros de las fuerzas armadas, alrededor de 780,000 civiles y un presupuesto de $850,000 millones.

Al ejercer su papel de asesor y consentimiento sobre los nominados de Trump, el Senado también está tratando de evitar su sugerencia de que los líderes del Partido Republicano simplemente eliminen por completo el proceso de confirmación y le permitan nombrar a sus candidatos para el gabinete cuando el Congreso esté en receso.

Trump planteó la idea de los llamados “nombramientos en receso” durante una reunión privada en la Casa Blanca con Thune y el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, un paso que muchos senadores están tratando de evitar.