

11 de abril de 2025 - 10:16 AM
La historia de Kilmar Abrego García al parecer comienza y termina en su natal El Salvador.
Sin embargo, el Tribunal Supremo de Estados Unidos ordenó el jueves al gobierno del presidente Donald Trump que facilite su regreso al territorio desde una prisión salvadoreña, rechazando la afirmación de la Casa Blanca de que no podía traer de vuelta al salvadoreño tras haberlo deportado por error.
Abrego García, de 29 años, volverá al país en el que ha vivido por casi 14 años, durante los cuales trabajó en la construcción, se casó y criaba tres hijos con discapacidades, de acuerdo con documentos entregados a la corte.
También enfrentará las acusaciones que causaron su deportación: Una acusación de 2019 de la policía local de Maryland sobre que era miembro de la pandilla MS-13.
Abrego García negó la acusación y nunca fue acusado formalmente, dijeron sus abogados. Un juez de inmigración de Estados Unidos finalmente le otorgó protección para no ser deportado de regreso a El Salvador porque probablemente enfrentaría persecución por parte de las pandillas locales.
Sin embargo, el gobierno federal lo deportó allí hace un mes y más tarde señaló que se había tratado de un “error administrativo”, pero insistió en que era un pandillero.
Mientras Abrego García es devuelto a Estados Unidos y su caso continúa, esta es su historia:
Abrego García creció en San Salvador, la ciudad capital de El Salvador, según documentos judiciales presentados en el tribunal de inmigración de Estados Unidos en 2019. Su padre era un exagente de policía. Su madre, Cecilia, vendía pupusas, el plato emblemático del país que son tortillas planas que contienen mezclas humeantes de queso, frijoles o cerdo.
Toda la familia, incluidos sus padres, dos hermanas y un hermano mayor, manejaban el negocio desde casa, según los registros judiciales. El trabajo de Abrego García era comprar ingredientes en la tienda de comestibles y hacer entregas con su hermano.
“Todos en el pueblo sabían que debían comprar sus pupusas en ‘Pupusería Cecilia’”, escribieron sus abogados.
Una pandilla local, llamada Barrio 18, comenzó a extorsionar a la familia pidiéndole una “renta” y amenazó con matar a su hermano mayor, César, u obligarlo a unirse a su pandilla, si no les pagaban, según los documentos judiciales. La familia cumplió, pero al final, envió a César a Estados Unidos.
Barrio 18 amenazó de manera similar a Abrego García, según su caso de inmigración. Cuando tenía 12 años, la pandilla amagó con llevárselo hasta que su padre les pagara “todo el dinero que querían”. Aún lo vigilaban mientras caminaba hacia y desde la escuela.
La familia se mudó a 10 minutos de distancia, pero la pandilla amenazó con violar y matar a las hermanas de Abrego García, según los registros judiciales. La familia cerró el negocio, se mudó nuevamente, y al final, envió a Abrego García a Estados Unidos.
La familia nunca acudió a las autoridades debido a la rampante corrupción policial, según los documentos judiciales. La pandilla continuó acosando a la familia después de que se mudaron a Guatemala, que es limítrofe con El Salvador.
Abrego García ingresó irregularmente a Estados Unidos alrededor de 2011, cuando cumplió 16 años, según documentos presentados en su caso de inmigración. Se unió a César, que actualmente cuenta con la nacionalidad estadounidense, en Maryland y encontró trabajo en la construcción.
Unos cinco años después, Abrego García conoció a Jennifer Vásquez Sura, ciudadana estadounidense, según los registros. En 2018, cuando ella supo que estaba embarazada, Abrego García se mudó con ella y sus dos hijos. Vivían en el condado de Prince George, en las afueras de Washington D.C.
En 2019, Abrego García fue a un Home Depot en busca de trabajo cuando fue arrestado por la policía del condado, según los documentos judiciales. Los detectives le preguntaron si era miembro de una pandilla. Después de explicar que no lo era, fue detenido por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Posteriormente, Abrego García le dijo a un juez de inmigración que buscaría asilo y pidió ser liberado. Vásquez Sura tenía cinco meses de embarazo de alto riesgo.
Sin embargo, el ICE alegó que era un miembro certificado de una pandilla, con base en información que provenía de un informante confidencial utilizado por la policía del condado, según los registros.
Según los abogados de Abrego García en su caso actual, el informante criminal alegó que Abrego García pertenecía a una sección de la pandilla MS-13 en Nueva York, donde nunca ha vivido.
La información fue suficiente para que un juez de inmigración mantuviera a Abrego García en la cárcel en 2019 mientras continuaba su caso de inmigración, según los registros judiciales. El juez dijo que el informante era probado y confiable y había verificado su pertenencia a la pandilla y su rango.
Abrego García luego se casó con Vásquez Sura en un centro de detención de Maryland, según los documentos judiciales. Ella dio a luz mientras él seguía en la cárcel.
En octubre de 2019, un juez de inmigración rechazó la solicitud de asilo de Abrego García, pero le otorgó protección para no ser deportado a El Salvador debido a un “temor bien fundado” de persecución por parte de pandillas, según su caso. Fue liberado y el ICE no apeló.
Desde entonces, Abrego García ha estado reportándose con el ICE anualmente, y mientras tanto, el Departamento de Seguridad Nacional le emitió un permiso de trabajo, dijeron sus abogados en documentos judiciales. Abrego García se unió a un sindicato y estaba empleado a tiempo completo como aprendiz de hojalatero.
Él y Vásquez Sura criaban a tres niños, entre ellos, el hijo de 5 años de él, que padece autismo, es sordo de un oído y no puede comunicarse verbalmente, según la denuncia presentada contra el gobierno de Trump. También criaban a un niño de 9 años con autismo y a uno de 10 años con epilepsia.
En febrero, el gobierno de Trump designó a la MS-13 como una organización terrorista extranjera y buscó retirar a los miembros identificados “lo más rápido posible”, escribió el procurador general, D. John Sauer, en el informe del lunes presentado ante la Corte Suprema.
Abrego García fue detenido el 12 de marzo afuera de una tienda IKEA en Baltimore con su hijo, según los registros judiciales. Un agente llamó a Vásquez Sura y le dijo que tenía 10 minutos para recoger a su hijo, o el ICE solicitaría la presencia de los servicios de protección infantil.
Abrego García llamó a su esposa desde la cárcel y dijo que las autoridades lo presionaron sobre la MS-13, según los documentos judiciales. Le preguntaron sobre una foto que tenían de él jugando baloncesto en una cancha pública y las visitas de su familia a un restaurante que servía comida mexicana y salvadoreña.
“Repetía la verdad una y otra vez: que no pertenecía a ninguna pandilla”, declaró Vásquez Sura en los documentos judiciales.
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