Varios líderes políticos y comunitarios enfatizaron también en la importancia de que los aspirantes a la presidencia de Estados Unidos respeten y reconozcan los problemas y necesidades de la comunidad
Varios líderes políticos y comunitarios enfatizaron también en la importancia de que los aspirantes a la presidencia de Estados Unidos respeten y reconozcan los problemas y necesidades de la comunidad
28 de septiembre de 2023 - 11:40 AM
Filadelfia, Pensilvania– Desde temprano en la campaña, los candidatos a la Casa Blanca y los dos principales partidos en Estados Unidos ponen su mira en Pensilvania, estado que tiene el potencial de ser el principal botín de las elecciones presidenciales de 2024.
Si Florida muestra señales de que volverá a estar inclinado hacia los republicanos, Pensilvania, junto a Illinois, el quinto con más votos del colegio electoral (19), puede ser el estado que más atención genere.
De los otros estados con más peso en el colegio electoral, que reúne 538 votos, California (54), Nueva York (29) e Illinois (19) son claramente demócratas, y Texas (40) suele favorecer a los republicanos.
En Pensilvania, donde viven cerca de medio millón de puertorriqueños, los demócratas aseguraron la victoria de Joe Biden en 2020, con un firme respaldo de los electores boricuas, que son casi la mitad del millón de hispanos que tienen al estado del noreste de Estados Unidos como domicilio.
“La base política demócrata está en Filadelfia y sus alrededores, como Allentown, Reading y Bethlehem, cada una a poco más de una hora, y en Pittsburgh (en el oeste del estado). Y los puertorriqueños han sido parte de la coalición política de los demócratas”, sostuvo el profesor Carlos Vargas Ramos, del Centro de Estudios Puertorriqueños en el Hunter College.
Para aprovechar el momento, sin embargo, será importante elevar la tasa de participación, que suele ser baja. En las elecciones de 2020, aunque los hispanos representan el 9% de la población del estado, solo el 4% acudió a las urnas.
“Parte del problema ha sido que los partidos, tanto demócratas como republicanos, no han respetado la comunidad y el voto de nuestra comunidad. No hacen la inversión (necesaria). No puede ser una campaña de acercamiento, tiene que haber compromiso, una conversación. (En 2020) vinieron a última hora”, dijo María Quiñones, la ex precandidata a la alcaldía de Filadelfia, quien fue concejal municipal durante 14 años y tuvo continuos choques con la maquinaria demócrata de la ciudad.
Quiñones sostuvo que “somos buenos aliados, pero se necesita una agenda puertorriqueña”. También explicó que, como en otros estados y ciudades de Estados Unidos, en Filadelfia hay puertorriqueños que todavía se mantienen muy atentos a la política en la Isla, a donde, incluso, algunos van a votar.
“No hemos internalizado que somos parte de Filadelfia y necesitamos una agenda para entender el desarrollo económico de nuestra comunidad”, subrayó.
Para el representante estatal boricua José Giral, cuyo distrito está en el barrio puertorriqueño, si se quiere mejorar el resultado de 2020, la campaña de Biden y los demócratas tiene que “invertir en la comunidad, tener operaciones de base, invertir en publicidad y registrar a la gente”.
“Los latinos en Pensilvania sienten que se les ha dejado fuera, y que han sido descuidados por el Partido Demócrata”, dijo Giral, natural de Barceloneta y criado en Nueva York, al indicar que será clave hacer que la gente se sienta segura en sus comunidades.
El presidente Biden confirmó su victoria de 2020 en Pensilvania, con un 50% de los votos frente al 48.8% del expresidente Donald Trump. La votación del estado se decidió por 80,455 votos, tras contarse sobre 6.9 millones de sufragios.
Al final, Biden obtuvo 306 de los 538 votos del colegio electoral, una victoria decisiva en ese renglón, pero con poca diferencia en otros estados, como Arizona, Georgia y Wisconsin.
Ahora, los demócratas tienen razones para preocuparse.
Cinco encuestas recientes han colocado a Trump con un promedio de 42% de apoyo electoral entre los hispanos, a nivel nacional de Estados Unidos. Uno de los sondeos, de la cadena CBS y que se hizo entre el 12 y 15 de septiembre, otorgó a Trump 47%, del voto hispano frente al 53% de Biden. En 2020, según el Pew Research, Biden superó a Trump entre los hispanos 61-36.
La campaña del presidente Biden y la vicepresidenta Kamala Harris divulgó la semana pasada un nuevo anuncio –bajo el título “La Diferencia”– dirigido a los electores latinos en estados claves como Pensilvania, Arizona, Nevada, Georgia, Michigan, Carolina del Norte y Wisconsin.
El mensaje publicitario, que es parte de una inversión de $25 millones del comité electoral Biden-Harris, se transmite tanto en español como en inglés.
Biden ganó Filadelfia –donde los boricuas son cerca de dos tercios de los hispanos–, con una ventaja del 81%. La tarea de su equipo no es simplemente asegurar más votos que Trump en esta ciudad, sino llevar más electores a las urnas para contrarrestar el fuerte apoyo que tienen los republicanos en localidades rurales del estado.
Según un análisis que hizo en 2020 el periódico Philadelphia Inquirer, aunque el presidente Biden dominó los distritos de alta población hispana y boricua de ‘Fili’, con respaldos que fluctuaron entre 79% y 95%, Trump mejoró sus resultados.
Para avivar la participación de los electores puertorriqueños de Filadelfia “hay que ir a tocar puertas”, dijo la concejal municipal puertorriqueña Quetcy Lozada. “El problema es la movilización. Tenemos que estar en sus puertas. Creo que conseguí mucho apoyo, de diferentes vecindarios, porque me conocieron, no solamente por nombre”, afirmó Lozada.
El profesor Vargas Ramos señaló que es natural que los partidos Republicano y Demócrata dediquen más recursos a sus electores más militantes.
“Lo más importante es crear confianza en la comunidad”, sostuvo Adrián Rivera Reyes, quien fue candidato al Concejo Municipal.
Como responsable de los asuntos externos del Congreso Latino –organización que motiva a los hispanos a inscribirse–, la también puertorriqueña Julia Rivera sostuvo que el sistema “tiene que hacer más fácil el poder votar”.
Un incentivo importante de la participación política es ver a los suyos como candidatos a puestos electivos.
Desde mediados de 1980, cuando Ángel Ortiz se convirtió en el primer concejal municipal puertorriqueño de Filadelfia, la comunidad ha tenido otros tres concejales boricuas, siempre uno a la vez: Juan Ramos; María Quiñones; y la actual incumbente Quetcy Lozada. El Concejo lo integran 14 asambleístas.
En la Cámara de Representantes de Pensilvania hay dos boricuas: José Giral, electo en noviembre pasado en el escaño que durante 22 años tuvo Ángel Cruz; y Manuel Guzmán, quien representa un distrito de Reading, donde el alcalde es el puertorriqueño Eddie Morán.
El exconcejal Ortiz destacó la importancia que tuvieron los esfuerzos para lograr en el Concejo Municipal una redistribución electoral que no diluyera el voto boricua e hispano del distrito 7.
“Hace falta gente que quiera correr… hay que conseguir gente que quiera correr”, dijo el activista Edgardo González.
Pese al poder político de los boricuas en la zona del barrio, lo que nunca ha habido es un congresista de origen puertorriqueño en el estado.
En su momento, el exconcejal Ortiz fue visto como un candidato de fuerza, pero desistió de la candidatura.
El distrito congresional 2 que incluye el barrio boricua y tiene un 25% de población hispana es representado, desde enero de 2017, por el demócrata Brendan Boyle.
“Tenemos el potencial de elegir un congresista boricua”, dijo Ortiz, “pero hay que poner atención a los electores puertorriqueños, pues tienes que empezar por tu base”.
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