El secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., visitó el domingo el epicentro del creciente brote de sarampión en Texas, el mismo día en que se celebró el funeral de una niña que no fue vacunada y murió a causa de la infección.

Kennedy dijo en una publicación en redes sociales que estaba trabajando para “controlar el brote” y se dirigió al condado de Gaines para consolar a las familias que habían enterrado a dos niños pequeños. Se le vio el domingo por la tarde frente a una iglesia menonita donde se celebraron los servicios funerarios, pero no asistió a una conferencia de prensa cercana organizada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) sobre el brote.

Seminole es el epicentro del brote, que comenzó a finales de enero y sigue creciendo, con casi 500 casos solo en Texas, además de casos del brote que se cree que se han propagado a Nuevo México, Oklahoma, Kansas y México.

Una niña de 8 años murió el jueves de “lo que el médico de la niña describió como insuficiencia pulmonar por sarampión”, y no tenía condiciones de salud subyacentes, dijo el Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas el domingo en un comunicado de prensa. Aaron Davis, portavoz del Sistema de Salud UMC en Lubbock, dijo que la niña “estaba recibiendo tratamiento para las complicaciones del sarampión mientras estaba hospitalizada”.

Esta es la tercera muerte relacionada con el sarampión conocida asociada a este brote. Una fue de otro niño en edad escolar primaria en Texas y la otra fue un adulto en Nuevo México; ninguno de los dos estaba vacunado.

Es la primera visita de Kennedy al área como secretario de Salud, donde dijo que se reunió con las familias de los dos niños de 6 y 8 años que murieron. Dijo que “desarrolló lazos” con la comunidad menonita en el oeste de Texas, en la que el virus se está propagando principalmente.

Kennedy, un defensor antivacunas antes de asumir el cargo de secretario de salud del país a principios de este año, ha resistido hacer un llamado a las vacunas generalizadas mientras el brote de sarampión ha empeorado bajo su supervisión. Sin embargo, el domingo dijo en una larga declaración publicada en X que era “la forma más efectiva de prevenir la propagación del sarampión”.

La vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR) se ha utilizado de manera segura durante más de 60 años y es 97% efectiva contra el sarampión después de dos dosis.

La doctora Manisha Patel, gerente del incidente de los CDC, dijo en una conferencia de prensa el domingo que la vacuna MMR es la mejor manera de protegerse contra el sarampión. También dijo a los padres en el condado de Gaines que era importante no “retrasar el cuidado” de un niño que esté enfermo de sarampión.

“Llame a su médico y asegúrese de hablar con un profesional de la salud que pueda guiarlo sobre los siguientes pasos”, dijo Patel.

La publicación de Kennedy en redes sociales dijo que los empleados de los CDC habían sido “reubicados”. El portavoz de los CDC, Jason McDonald, aclaró el domingo por la tarde que el primer equipo de los CDC llegó a principios de marzo y dejó el condado de Gaines el 1 de abril, mientras que un equipo dirigido por Patel “fue reubicado y llegó hoy para evaluar las necesidades”, según lo ordenado por Kennedy y solicitado por el gobernador de Texas.

Cuando se le preguntó sobre el brote el domingo por los periodistas en el Air Force One, el presidente Donald Trump dijo: “Están haciendo informes sobre ello”, y agregó que si el brote “progresara, tendríamos que tomar medidas muy enérgicas”.

Ni los CDC ni el Departamento de Salud estatal incluyeron la muerte en sus informes sobre el sarampión emitidos el viernes, pero los CDC la reconocieron cuando se les preguntó el domingo.

El número de casos de sarampión en Texas aumentó en 81 entre el 28 de marzo y el 4 de abril, y 16 personas más fueron hospitalizadas. A nivel nacional, Estados Unidos tiene más del doble de casos de sarampión que los que vio en todo 2024.

El senador republicano de EE. UU. Bill Cassidy de Luisiana, un médico hepatólogo cuyo voto ayudó a confirmar a Kennedy, pidió el domingo un mensaje más contundente de los funcionarios de salud en una publicación en X.

“¡Todos deben vacunarse! No hay tratamiento para el sarampión. No hay ningún beneficio en contraer sarampión”, escribió. “Los principales funcionarios de salud deberían decirlo sin reservas antes de que muera otro niño”.

Cassidy ha solicitado que Kennedy comparezca ante su Comité de Salud el jueves, aunque Kennedy no ha confirmado públicamente si asistirá.

Un portavoz de los CDC destacó la eficacia de la vacuna contra el sarampión el domingo, pero se abstuvo de pedir que las personas se vacunen. En lugar de seguir el mensaje público de salud sobre la vacunación, el portavoz calificó la decisión como “personal” y alentó a las personas a hablar con su médico. Las personas “deben estar informadas sobre los riesgos y beneficios potenciales asociados con las vacunas”, agregó el portavoz.

La desinformación sobre cómo prevenir y tratar el sarampión está obstaculizando una respuesta robusta de salud pública, incluidas afirmaciones sobre suplementos de vitamina A que han sido promovidos por Kennedy y los partidarios de la medicina holística, a pesar de las advertencias de los médicos de que debe administrarse bajo la supervisión de un médico y que en exceso puede ser peligroso.

Los médicos del Hospital Infantil Covenant en Lubbock, donde ocurrió la primera muerte por sarampión, dicen que han tratado a menos de 10 niños por problemas hepáticos debido a toxicidad por vitamina A, que encontraron al realizar análisis de laboratorio rutinarios en niños que no están completamente vacunados y tienen sarampión. La doctora Lara Johnson, directora médica, dijo que los pacientes informaron haber utilizado vitamina A para tratar y prevenir el virus.

El doctor Peter Marks, exdirector de vacunas de la FDA, dijo que la responsabilidad de la muerte recae en Kennedy y su personal. Marks fue despedido de la FDA tras desacuerdos con Kennedy sobre la seguridad de las vacunas.

“Este es el epítome de una muerte absolutamente innecesaria”, dijo Marks a la Associated Press en una entrevista el domingo. “Estos niños deberían vacunarse, así es como se evita que la gente muera de sarampión”.

Marks también dijo que recientemente advirtió a los senadores estadounidenses que ocurrirían más muertes si la administración no adoptaba una respuesta más agresiva al brote.

Expertos y funcionarios de salud locales esperan que el brote continúe durante varios meses más, si no un año. En el oeste de Texas, la gran mayoría de los casos son de personas no vacunadas y niños menores de 17 años.

Con varios estados enfrentando brotes de esta enfermedad prevenible por vacunas, y con tasas de vacunación infantil en descenso a nivel nacional, algunos temen que el sarampión haga que Estados Unidos pierda su estatus de haber eliminado la enfermedad.

El sarampión es un virus respiratorio que puede sobrevivir en el aire hasta dos horas. Hasta 9 de cada 10 personas susceptibles contraerán el virus si están expuestas, según los CDC. Se recomienda la primera dosis para niños de 12 a 15 meses, y la segunda para niños de 4 a 6 años.