El alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha sido acusado por un gran jurado de cargos penales mediante un pliego que, de momento, permanece sellado, según dos personas familiarizadas con el asunto.

Los cargos contra Adams, un demócrata, aún estaban sellados a última hora del miércoles, según las personas, que hablaron con The Associated Press bajo condición de anonimato porque no estaban autorizadas a discutir el asunto públicamente.

La acusación fue publicada por primera vez por The New York Times. La oficina del fiscal federal en Manhattan declinó hacer comentarios.

“Siempre supe que si defendía los intereses de los neoyorquinos sería un objetivo, y lo he sido”, declaró Adams en un comunicado. “Si se me acusa, soy inocente y lucharé contra esto con cada gramo de mi fuerza y espíritu”.

La acusación supone una sorprendente caída para Adams, un antiguo capitán de Policía que ganó las elecciones hace casi tres años para convertirse en el segundo alcalde negro de la mayor ciudad del país con una plataforma que prometía un enfoque de ley y orden para reducir la delincuencia.

Durante gran parte del último año, Adams se ha enfrentado a un creciente peligro legal, con múltiples investigaciones federales sobre asesores de alto nivel que han producido citaciones, registros y salidas de altos cargos que han sumido al ayuntamiento en una crisis.

Adams ha afirmado en repetidas ocasiones que no tiene conocimiento de ninguna irregularidad, ha tachado de “rumores e insinuaciones” las especulaciones sobre su posible imputación y se ha comprometido a permanecer en el cargo hasta el miércoles por la tarde.

“Los ciudadanos de esta ciudad me eligieron para luchar por ellos, y yo seguiré luchando pase lo que pase”, declaró Adams.

Las investigaciones federales sobre su administración salieron a la luz pública por primera vez el 2 de noviembre de 2023, cuando agentes del FBI llevaron a cabo una redada de madrugada en la casa de Brooklyn de la jefa de recaudación de fondos de Adams, Brianna Suggs.

En aquel momento, Adams insistió en que había cumplido la ley y dijo que le “sorprendería” que alguien de su campaña hubiera actuado ilegalmente. “No puedo decirles hasta qué punto empiezo el día diciéndole a mi equipo que tenemos que cumplir la ley”, declaró entonces a los periodistas.

Días después, agentes del FBI incautaron los teléfonos y el iPad del alcalde cuando salía de un acto en Manhattan. La interacción fue revelada varios días después por el abogado del alcalde.

Posteriormente, el 4 de septiembre, los investigadores federales incautaron los dispositivos electrónicos del comisionado de la Policía de la ciudad, el rector de escuelas, el teniente de seguridad pública, el primer teniente del alcalde y otros puestos de confianza de Adams, tanto dentro como fuera del ayuntamiento.

Los fiscales federales rechazaron hablar de las investigaciones, pero personas familiarizadas con elementos de los casos describieron múltiples pesquisas separadas que implicaban a altos ayudantes de Adams, familiares de esos ayudantes, recaudación de fondos para la campaña y posible tráfico de influencias de los departamentos de Policía y Bomberos.

Una semana después de los registros, el comisionado de la Policía Edward Cabán anunció su renuncia, diciendo a los agentes que no quería que las investigaciones “crearan una distracción”. Unas dos semanas después, el canciller escolar David Banks anunció que se jubilaría a finales de año.

El propio Adams insistió en que seguiría ocupándose de los asuntos de la ciudad y dejaría que las investigaciones siguieran su curso.

Durante el verano, los fiscales federales citaron a Adams, a la mano derecha de su campaña y al ayuntamiento, solicitando información sobre la agenda del alcalde, sus viajes al extranjero y sus posibles conexiones con el gobierno turco.

Adams pasó 22 años en el departamento de Policía de Nueva York antes de dedicarse a la política, primero como senador estatal y luego como presidente del distrito de Brooklyn, un cargo en gran parte ceremonial.

Fue electo alcalde en 2021, derrotando a un variado grupo de demócratas en las primarias y venciendo fácilmente al fundador de Guardian Angels, el republicano Curtis Sliwa, en las elecciones generales.

Tras más de dos años en el cargo, la popularidad de Adams ha disminuido. Aunque la ciudad ha experimentado un aumento del empleo y un descenso de ciertas categorías de delincuencia, la administración ha estado preocupada por los esfuerzos para encontrar alojamiento a decenas de miles de inmigrantes internacionales que desbordaban los albergues para personas sin hogar de la ciudad.

También ha habido un goteo constante de acusaciones y un remolino de sospechas en torno a personas próximas al alcalde.

El fiscal del distrito de Manhattan presentó cargos contra seis personas -entre ellas un excapitán de Policía muy cercano a Adams- por una presunta trama para canalizar decenas de miles de dólares a la campaña del alcalde manipulando los programas públicos de fondos de contrapartida con la esperanza de recibir un trato preferencial de la ciudad. Adams no fue acusado de irregularidades en ese caso.

Eric Ulrich, ex alto funcionario de seguridad en la construcción de Adams, fue acusado el año pasado de aceptar $150,000 en sobornos y regalos indebidos a cambio de favores políticos, incluido el acceso al alcalde. Ulrich se declaró inocente y está luchando contra los cargos.

En febrero, los investigadores federales registraron dos propiedades de Winnie Greco, una de las ayudantes más cercanas de Adams, que había recaudado miles de dólares en donaciones de campaña de las comunidades chino-americanas de la ciudad y más tarde se convirtió en su directora de asuntos asiáticos. Greco no ha hecho comentarios públicos sobre los registros del FBI en sus propiedades y sigue trabajando para la ciudad.

Cuando los agentes incautaron los dispositivos electrónicos de Cabán, excomisionado de Policía, a principios de septiembre, también visitaron a su hermano gemelo, James Cabán, exagente de policía que dirige un negocio de consultoría de ocio nocturno.

Los agentes también se llevaron dispositivos del canciller de escuelas; de su hermano Philip Banks, ex alto jefe de la policía de Nueva York que ahora es teniente de alcalde de seguridad pública; de su hermano Terence Banks, que dirigía una consultora que prometía conectar a las empresas con las partes interesadas del gobierno; y de la primera teniente de alcalde Sheena Wright, que es la pareja de hecho de David Banks.

Todos negaron haber cometido delito alguno.

Mientras se desarrollaban esas investigaciones, las autoridades federales también registraron los domicilios del recién nombrado comisiondo interino de la Uniformada, Thomas Donlan, y le incautaron de material no relacionado con su trabajo policial.

Donlon confirmó el registro y dijo que se trataba de material que había estado en su poder durante 20 años. No se refirió a qué se trataba la investigación, pero una persona familiarizada con la investigación dijo que tenía que ver con documentos clasificados que databan de los años en que Donlon trabajó para el FBI. La persona habló con The Associated Press bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada a hablar públicamente sobre esa investigación.