El objetivo es convertir a Toa Baja en la meca del turismo deportivo y recreativo.

Para ello, el alcalde de la “Ciudad Llanera”, Bernardo “Betito” Márquez, apunta al desarrollo de varios proyectos en tres instalaciones principales: el Complejo Deportivo Llanero, el balneario Punta Salinas e Isla de Cabras.

“En el Complejo Deportivo Llanero, vamos a estar haciendo el arreglo de la piscina olímpica, la vamos a convertir en el Natatorio Llanero. Vamos a habilitar una piscina recreativa para brindar servicios de rehabilitación física y acuática, y vamos a tener la piscina de ‘water polo’ (deporte)”, explicó.

Este proyecto conllevará una inversión de $9 millones en fondos de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) y $2.9 millones de la Ley del Plan de Rescate Americano (ARPA, en inglés).

La idea, según el ejecutivo municipal, es que personas de todas las edades, con o sin limitaciones físicas, puedan aprovechar el espacio.

“Ahora mismo, lo que tenemos es la piscina olímpica nada más, y la gente nos tiene un reclamo, por lo que vamos a hacer una inversión para crear un centro de rehabilitación física y acuática, usando la propia piscina. A ese natatorio, le vamos a dar todo un reenfoque en esa área”, mencionó.

Asimismo, el alcalde planifica crear un circuito de “rehabilitación y sanación”, conectando todas las instalaciones que comprenden el Complejo Deportivo Llanero: la pista atlética, la piscina y ocho canchas.

“Este es un complejo amplio, lo que nosotros vamos a hacer es interconectar con aceras y caminos. En el área de la pista atlética, vamos a establecer unos ‘trails’ (veredas) con aceras. Se va a hacer un anfiteatro al aire libre y vamos a conectar con un puente peatonal las áreas donde va a estar el anfiteatro y donde ya tiene la sede el museo del municipio”, adelantó.

“Queremos que las personas de Toa Baja puedan decir que tienen unas facilidades que no tienen nada que envidiarle a nadie. Y, quienes nos visitan, puedan recrearse tanto jóvenes como personas de edad avanzada”, agregó.

Tras concretarse, este año, la transferencia de las operaciones de Isla de Cabras y el balneario Punta Salinas al municipio, tras un acuerdo con el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Márquez encamina varios proyectos para atraer visitantes a ambas atracciones turísticas.

“Como parte de lo que representa el desarrollo socioeconómico, hemos hecho unas inversiones municipales en las facilidades de Isla de Cabras y Punta Salinas, donde tenemos el Bosque de Punta Salinas, que es un pulmón espectacular en Toa Baja, y el balneario, que es espectacular y tiene un lago dentro del bosque”, sostuvo Márquez.

La inversión inicial en estas instalaciones alcanza los $700 mil, detalló.

“Pusimos nuestra esperanza en solidificar esos dos parques nacionales ubicados en nuestro pueblo y que sé que nos van a ayudar”, destacó.

Los trabajos en Isla de Cabras se han concentrado en la restauración de las áreas recreativas, incluyendo los gazebos. Mientras, en el balneario Punta Salinas, las obras han sido enfocadas en la limpieza y mejoras de las áreas sanitarias.

“Era un balneario de tres millas que lo que había era apenas, quizás, una media milla de funcionamiento. Nos dimos a la tarea de trabajar con la limpieza de todo ese material vegetativo y, poco a poco, se va viendo la diferencia”, dijo.

De hecho, Márquez proyecta habilitar el balneario para que sea sede de competencias en distintas disciplinas deportivas.

“Vamos a hacer un acuerdo, donde Punta Salinas será la sede de los deportes acuáticos del Comité Olímpico de Puerto Rico. Allí, nosotros hemos estado celebrando competencias del Departamento de Recreación y Deportes, de soccer, voleibol, ‘beach tenis’, aguas abiertas, dúalo y tríalo”, sostuvo.

Por otro lado, se proyecta que, para diciembre de este año, se inaugure el puente peatonal que conectará el Paseo Lineal de Bayamón con Levittown.

“Este puente paralelo (a la carretera PR-165) irá por encima de Río Hondo. Cuando ese puente se conecte, las personas de Levittown, Cataño, Dorado y pueblos adyacentes van a poder llegar hasta Levittown, dejar su carro y van a poder entrar al Paseo Lineal de Bayamón desde Toa Baja, ya sea en bicicleta, caminando o corriendo”, dijo el alcalde.

El proyecto, desarrollado por la Autoridad de Carreteras y Transportación, con una inversión aproximada de $4.9 millones en fondos federales, mide aproximadamente 5.6 metros de ancho por 145 metros de largo.

“En términos de calidad de vida, para nuestros residentes, va a ser espectacular y, para los visitantes, representaría un acceso mucho más cercano que no tendría que ir hasta Bayamón, a la Cambija o a Santa Rosa, que es donde la gente coge el Paseo Lineal, sino que lo coge desde Toa Baja”, acotó.