El éxito de la descentralización del Departamento de Educación puertorriqueño (DEPR) dependerá de que la próxima administración gubernamental se comprometa con la iniciativa mediante la creación de leyes o reglamentos que formalicen una nueva estructura para la agencia, crear una fórmula transparente para asignar fondos por cada estudiante y establecer un plan de rendición de cuentas que abarque toda la transición.