La gobernadora Jenniffer González solicitó al presidente saliente Joe Biden que declare un estado de emergencia por la crisis energética en Puerto Rico, en el marco del apagón general del día de Año Viejo que, más de 72 horas después, continuaba este viernes causando inestabilidad en el servicio eléctrico.

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“Ayer (jueves), envíe una comunicación al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidiendo una declaración de emergencia para que se pueda restaurar la generación y reconstruir el sistema eléctrico de Puerto Rico. Me parece medular que, dado el estado de nuestra red eléctrica, podamos acceder los recursos disponibles bajo la Ley Stafford y las leyes federales para manejar una emergencia. Para nosotros, la reconstrucción de nuestro sistema eléctrico, aun cuando tenemos fondos asignados, tenemos una situación mayor”, sostuvo González, en su primera conferencia de prensa luego de jurar como gobernadora.

Bajo un intenso calor en el Jardín Hundido de La Fortaleza, la primera ejecutiva recalcó que, aunque no se proyecta que en la noche de este viernes se registren los relevos de carga que han sido habituales toda la semana, “nada quita que haya otra rotura o que haya otro desperfecto que, dada la vulnerabilidad y lo crítico del sistema eléctrico, haga que todo se caiga al piso otra vez”.

“Puerto Rico no puede estar a la expectativa de que todo esté bien momentáneamente hasta que algo se rompa”, insistió, acompañada de su secretario de la Gobernación, Francisco Domenech, la secretaria de Estado, Verónica Ferraiuoli, y el titular del Departamento de Transportación y Obras Públicas, Edwin González Montalvo.

El apagón del pasado martes respondió directamente a una falla en la línea de transmisión soterrada, a cargo de LUMA Energy, en el patio de interruptores frente a la central Costa Sur, en Guayanilla. Desde entonces, la flota generatriz –en manos de Genera PR y las cogeneradoras AES y EcoEléctrica– ha experimentado una inestabilidad continua, redundando en constantes relevos de carga.

En términos concretos, González subrayó que, con su misiva a Biden –enviada a El Nuevo Día tras la conferencia de prensa– su objetivo es lograr que el gobierno federal apruebe el financiamiento de estrategias que provean capacidad adicional de generación eléctrica, similar al proyecto de unidades portátiles de emergencia que, desde 2023, agregó 350 megavatios a la red.

“Esto nos ayudará a estabilizar más el sistema y a asegurar que todas las agencias reguladoras y de permisos puedan hacer las cosas de manera expedita, con un ‘waiver’ (dispensa) para todo lo que tiene que ver con instalaciones y operaciones”, manifestó la mandataria con una evidente ronquera, que atribuyó a la celebración de su toma de posesión.

Si bien los $17,000 millones asignados por el gobierno estadounidense para rehacer la red eléctrica están principalmente bajo la jurisdicción de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés), González tronó contra la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, a quien responsabilizó de ralentizar el flujo de dinero a Puerto Rico.

La declaración de emergencia solicitada “podría significar que el presidente obvie los procesos en FEMA y el Departamento de Energía para soltarnos los chavos, los $18,000 millones que tenemos para mejorar la generación, transmisión y distribución. La secretaria de Energía ha puesto tanta traba, ha venido (a Puerto Rico) más de 11, 14 veces, y ahora viene otra vez en enero, pero no suelta el dinero que tiene que ver con arreglar el sistema eléctrico”, afirmó la gobernadora, quien aprovechó la rueda de prensa para abundar sobre tres órdenes ejecutivas promulgadas el jueves, enfocadas en la agilización de trámites estatales de permisos y reconstrucción.

La primera ejecutiva compareció ante los medios de comunicación tras sostener en la mañana un encuentro con decenas de líderes religiosos de diversas denominaciones, al que asistió también el juez asociado del Tribunal Supremo Erick Kolthoff Caraballo y Ada Norah Henriquez, excandidata a comisionada residente por Proyecto Dignidad.

González subrayó que, en la reunión, no se abordaron “temas concretos”, como potenciales objeciones a designaciones de gabinete que pudieran levantar bandera entre sectores conservadores.

“En esa actividad, que fue aquí (en el Jardín Hundido), no hubo discusión de nombramientos ninguno, ni antes ni después”, aseguró.

“Este es el primer evento oficial de la gobernadora, como ella lo comunicó. El propósito es, como ella dijo, comenzar con la bendición del Señor, ella cree mucho en el sector de fe. Muchas de las situaciones que se van a atender eran parte de la plataforma del Partido Nuevo Progresista”, indicó a su salida el pastor Ricky Rosado, quien en el pasado ha fungido como asesor del liderato de la Palma en la Legislatura.

El sacerdote Orlando Lugo recalcó, por su lado, que González se ha comprometido a no impulsar la perspectiva de género como parte del currículo del sistema público de enseñanza, sino que “los papás puedan educar a sus hijos conforme a sus valores”.

En la reunión, también estuvieron presentes otros líderes religiosos, como el reverendo Jorge Raschke y el director de la Fraternidad de Concilios Pentecostales, Nephtalí Marrero.

González, en tanto, destacó en la rueda de prensa que, tras recaudar $600,000 en fondos privados, los $400,000 que el exgobernador Pedro Pierluisi había separado para la organización de la toma de posesión del jueves podrán redirigirse a otros propósitos.