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“No puedo manejar $30,000 millones solo”: nuevo jefe de COR3 aspira a aumentar la plantilla de la dependencia

El director ejecutivo Eduardo Soria Rivera aseguró que no ha tenido conversaciones con la gobernadora Jenniffer González dirigidas a disolver el ente

27 de febrero de 2025 - 11:10 PM

El director ejecutivo de COR3 prevé un incremento en el ritmo de desembolsos, que superaría los $3,000 millones al año. (Suministrada)

Para enfrentar el reto que supone acelerar el uso de más de $30,000 millones que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) ha asignado a Puerto Rico para la reconstrucción que todavía no se han desembolsado, el director ejecutivo de la Oficina Central de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia (COR3, en inglés), Eduardo Soria Rivera, considera que urge asumir la responsabilidad de coordinar, entre cerca de 800 subrecipientes de fondos, los proyectos de mayor impacto para el país, un “enfoque” que, a su juicio, ha estado ausente en los siete años y medio transcurridos desde el huracán María.

En esa misión, el funcionario no piensa, de momento, en la eliminación del propio COR3 –una promesa de campaña de la gobernadora Jenniffer González–, sino que vislumbra reclutar casi un centenar de empleados para completar la plantilla y “regionalizar” las funciones de la dependencia, con miras a trabajar de forma más directa con alcaldes y entidades sin fines de lucro, que considera enfrentan la cuesta más empinada para adelantar sus respectivos proyectos.

“COR3 es una oficina que es flexible, mañana se puede convertir en otra cosa, se puede llamar de otra manera, nos podemos mudar. Lo que nunca puede dejar de existir es el GAR (representante autorizado del gobernador). Yo, como GAR, no puedo manejar $30,000 millones solo, así que esa figura del GAR va a necesitar siempre un personal”, sostuvo este miércoles Soria Rivera, quien dijo que cualquier cambio de política corresponde a la primera ejecutiva.

“Si la gobernadora quiere hacer un cambio, me imagino que me consultará y tendré que aportar. Por ahora, pienso que ha sido muy saludable y estoy muy feliz de que no me incluya en las conversaciones que tienen que ver con cambios”, dijo el abogado y contable, quien, antes de asumir la dirección del COR3, fungió como consultor de entidades públicas y privadas en el sector de la construcción.

Un proceso “segmentado”

Más allá del futuro del COR3, el director ejecutivo enfatizó la necesidad de un cambio filosófico.

“Ha habido un problema de falta de enfoque. Lo que planteo ahora alguien lo debió haber hecho en 2018, que es coordinar y agrupar fuerzas. La reconstrucción se ha empujado demasiado segmentada”, acentuó Soria Rivera, en una mesa redonda, su primer encuentro con los medios desde su nombramiento el 12 de enero.

El COR3, que en el pasado cuatrienio fue dirigido por el ingeniero Manuel Laboy, debe igualmente encontrar el balance óptimo entre fungir como “asesores” de los subrecipientes –agencias, municipios y entidades sin fines de lucro– y “fiscalizadores” del cumplimiento con las regulaciones federales, opinó.

“Hemos escuchado que ‘son muy estrictos’, ‘son unos auditores’, ‘lo que hacen es criticar’. Quizás, en ese momento, había un desbalance hacia fiscalizar”, sostuvo.

Soria Rivera afirmó que el COR3 debe jugar un rol de coordinación entre los subrecipientes.
Soria Rivera afirmó que el COR3 debe jugar un rol de coordinación entre los subrecipientes. (Suministrada)

Al reconocer, como su predecesor, una escasez de contratistas para atender las miles de obras pendientes, Soria Rivera destacó que los subrecipientes –sobre todo, los municipios– tienen margen para mayor creatividad en la licitación de proyectos, evitando así las subastas desiertas, una de las principales quejas de los alcaldes. Como ejemplo, mencionó que los alcaldes de pueblos cercanos podrían coordinar para subastar de forma separada, pero paralela, proyectos de naturaleza similar, como reparaciones de carreteras o parques de béisbol, un escenario más atractivo para los contratistas, que podrían licitar en múltiples procesos a la vez.

En última instancia, Soria Rivera aceptó que implantar esa visión más integrada requiere la cooperación de los subrecipientes de fondos al dar prioridad a obras de mayor impacto, lo que supondría, por ejemplo, atender un proyecto de control de inundaciones antes que la reconstrucción de una cancha de baloncesto.

“Si yo logro colar esos proyectos prioritarios, pienso que estoy siendo exitoso. Obviamente, la decisión de qué proyecto se hace primero no es mía, es de los subrecipientes”, dijo Soria Rivera, quien espera recopilar listados de tres proyectos prioritarios de parte de cada municipio.

A nivel del gobierno central, Soria Rivera ya ha puesto la mira en obras individuales como las reparaciones de la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, el puerto de Mayagüez, proyectos de control de inundaciones en Canóvanas y San Juan y el proyecto de arrecifes artificiales frente al área de Condado, para mitigar la erosión costera.

En el sector sin fines de lucro, en tanto, mencionó al Hospital del Maestro, con una asignación de $178 millones disponibles.

Anticipa regionalización

Al presente, el COR3 cuenta con 97 vacantes, dentro de una plantilla presupuestada de 350 empleados, precisó Soria Rivera.

Con mayor personal, dijo, la dependencia –adscrita a la Autoridad para las Alianzas Público Privadas– podría ser mucho más proactiva asistiendo a subrecipientes de menores recursos, en lugar de aguardar porque los proyectos lleguen a sus manos.

En ese esfuerzo, contempla la creación de oficinas regionales, aunque no estableció cuándo podría estar ocurriendo o en qué zonas se dividiría el país.

Atado a ese fortalecimiento de la plantilla, Soria Rivera prevé cancelar o enmendar sustancialmente los contratos con los cinco consultores principales del COR3 –ICF, DCMC, IEM, Deloitte y MB3–, que actualmente asisten a los subrecipientes en la formulación de proyectos, manejo de subvenciones y cumplimiento federal.

En su lugar, adelantó que se segmentarán las funciones para que los consultores enfoquen su trabajo en determinados grupos de subrecipientes, como municipios u organizaciones sin fines de lucro, lo que, a su juicio, daría mayor oportunidad a firmas locales.

“En la medida que sea exitosos en los RFP (solicitudes de propuestas), yo puedo romper esos contratos o modificarlos”, dijo, afirmando que, hasta ahora, no ha habido “fiscalización” sobre los propios consultores, aunque prometió realizar auditorías que pudieran resultar en la devolución de fondos.

En diciembre, Laboy proyectó que la reconstrucción podría concluir alrededor de 2032. Es decir, 15 años después del huracán María, para lo que estimó que el ritmo de desembolsos tendría que incrementar de $2,000 millones a $3,000 millones anuales.

Soria Rivera sostuvo que las asignaciones existentes –ascendentes a $54,717 millones, de los cuales $24,268 millones se han desembolsado–, debido a factores como la inflación, no serán suficientes para completar los proyectos pendientes, por lo que entiende necesario cabildear desde ahora por fondos adicionales.

“Yo garantizo que este año va a empezar mucha construcción y ese número (de desembolsos) va a crecer mucho porque vamos a pasar de (etapas de) diseño a construcción, que son pagos grandes. Pueden ser más de $3,000 millones, espero que este año. En años sucesivos, espero que sea mucho más y se va a ver un volumen grande en términos de desembolsos. Mi objetivo es que, antes de 2028, que quizás será el segundo término de la gobernadora, se empiecen todos los proyectos de envergadura”, expresó.

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