Al menos 40 de los 50 proyectos de construcción relacionados a derrumbes que el secretario del Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), Edwin González Montalvo, se propone atender antes de alcanzar los primeros 100 días de administración, ya cuentan con contratos firmados, aseguró el titular.

“Ya para el 11 de abril se están cumpliendo los primeros 100 días de esta administración, esos 50 deslizamientos ya deben estar en construcción (para la fecha), ya debemos tener todos los seguros de los contratistas, los contratos van a estar firmados, se van a estar movilizando y ya esos proyectos estarán en plena construcción”, subrayó González Montalvo en entrevista con El Nuevo Día. “Esa es nuestra meta”, sostuvo.

Entre las carreteras con deslizamientos que serán atendidos en esta fase inicial se encuentran la PR-123 en Ponce, la PR-149 en Villalba, la PR-167 en Naranjito, la PR-14 en Aibonito, la PR-181 en San Lorenzo y Yabucoa, y la PR-181 en Patillas.

También figuran la PR-143 en Barranquitas, la PR-445 en Lares, la PR-919 en Juncos, la PR-879 en Bayamón, la PR-856 en Carolina, la PR-568 en Corozal, la PR-486 en Camuy, la PR-140 en Florida y la PR-31 en Naguabo, impactadas por colapsos de terreno. Además, cuentan con contratos la PR-110 en Aguada, la 115 en Añasco, la PR-303 en Lajas, y la PR-131 y PR-135 en Adjuntas.

En el caso de la PR-167, por ejemplo, se trata de un deslizamiento de rocas que lleva “un tiempo significativo” sin atender, una situación que obligó el cierre temporero de uno de los carriles. “Solamente hay un carril disponible para ir hacia Comerío”, anotó el secretario.

“Hemos estado trabajando de cerca con los alcaldes, que nos han estado explicando situaciones, en las vías públicas, que inciden en el día a día de los ciudadanos”, manifestó el ingeniero.

Los orígenes de algunos de estos deslizamientos datan de eventos atmosféricos de hace décadas, incluyendo la devastación provocada por los huracanes Hugo y Georges en los años 1989 y 1998, respectivamente. Según González Montalvo, parte del retraso en la atención de estos casos se debe a que en su momento el gobierno no reclamó los fondos federales de emergencia necesarios para su reparación y, eventualmente, el estado de los deslizamientos y su impacto en las carreteras empeoró con otros eventos de lluvia.

“Si en ese momento el Estado no los reclamó, perdió esa ventana de tiempo o esa oportunidad de atenderlos y entonces tienen que atenderse con fondos estatales”, explicó el funcionario.

Para poder ejecutar estos proyectos, González Montalvo sostuvo que el DTOP trabaja en la identificación de fondos. Mencionó, por ejemplo, $19 millones que no fueron utilizados por la pasada administración del DTOP y que estaban disponibles para trabajos de mantenimiento. “Inmediatamente lo transferimos a la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT) para entonces poder comenzar proyectos”, indicó.

González Montalvo también dijo que está trabajando con la Oficina de Gerencia y Presupuesto (OGP) en la identificación de fondos que puedan reasignarse en el Gobierno central, y con el Departamento de la Vivienda para el acceso a fondos federales de mitigación del programa de Subvenciones en Bloque para Desarrollo Comunitario (CDBG, por sus siglas en inglés).

Uno de los mecanismos utilizados para acelerar los trabajos ha sido la Orden Ejecutiva 2025-004, firmada por la gobernadora Jenniffer González Colón, que declara un estado de emergencia y exime al DTOP y la ACT de cualquier trámite “requerido de ordinario” para atender tramos de carreteras afectados por deslizamientos de terreno.

El titular del DTOP reconoció que la industria de la construcción enfrenta retos, incluyendo el alza en costos de materiales y el hecho de que gran parte de estos materiales no están en Puerto Rico, sino que hay que realizar las compras en Estados Unidos y esperar a que lleguen. Asimismo, sostuvo que se mantiene atento a los posibles efectos relacionados a los cambios en aranceles como parte de las nuevas políticas exteriores del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

“Nos mantenemos monitoreándolo muy de cerca, estamos en todo momento en comunicación con la industria (de la construcción) para poder atenderlo. Si el material que se tenía planificado utilizar subió muchísimo de costo y se puede hacer un rediseño, (podemos) movernos a otro tipo de material, siempre teniendo en mente un balance entre el tiempo, el costo, la durabilidad y la resistencia de ese material que vamos a estar utilizando”, afirmó.

De igual modo, indicó que se mantiene en comunicación con la Administración Federal de Carreteras, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencia (FEMA, en inglés) y con la Oficina Central de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia (COR3, en inglés), en relación a las órdenes ejecutivas de Trump y los posibles impactos o ajustes.