Al tiempo que el Departamento de Educación apoyó este viernes un proyecto rescatado de la pasada Asamblea Legislativa para convertir en ley la integración de la enseñanza de valores y ética en las escuelas, trabajadoras sociales urgieron enmiendas a la medida, principalmente, porque, a su juicio, dejaría la exclusividad de la educación sobre sexualidad y afectividad a los padres y madres, dejando desprovistos a muchos alumnos.

“Desproteger a la niñez y juventud LGBTQ+ en nombre del derecho de los padres a decidir cómo educar a sus hijos sobre sexualidad y afectividad equivale a privar a esta población de sus derechos, una responsabilidad que el Estado debe salvaguardar. Además, esto socava y menosprecia el valor del respeto hacia la diversidad y la dignidad de todas las personas, que el proyecto dice querer promover”, planteó la presidenta de la Junta de Directores del Colegio de Profesionales de Trabajo Social de Puerto Rico (CPTS), Lydael Vega Otero.

La trabajadora social depuso ante la Comisión de Educación, Arte y Cultura, presidida por la senadora penepé y exdirectora escolar Brenda Pérez Soto. Vega Otero esbozó que, al evaluar la medida, los senadores deben considerar los resultados y presunta malversación de fondos, en pasadas administraciones, en proyectos como “Tus Valores Cuentan”.

El Proyecto del Senado 4, del presidente senatorial, Thomas Rivera Schatz, busca implantar principios de valores y ética para promover el respeto y la equidad entre las personas en el currículo educativo de Educación, lo que la agencia ya está haciendo desde que grupos conservadores se opusieron al currículo de perspectiva de género dispuesto en la primera orden ejecutiva de la declaración de estado de emergencia ante la alta cifra de feminicidios firmada por el gobernador Pedro Pierluisi, en 2021.

Esta medida de Rivera Schatz, en su artículo 5, establece que se “deberá reconocer y respetar el derecho de los padres, madres, tutores y encargados de dirigir la crianza, educación y cuidado de sus hijos y de seleccionar, de forma exclusiva, la forma y manera que se educarán sus hijos respecto a la sexualidad y afectividad”.

En 2022, senadores penepés y populares radicaron el Proyecto del Senado 727, que buscaba lo mismo, y fue aprobado en el Senado, pero derrotado en la Cámara de Representantes.

Por su parte, la directora ejecutiva de Profamilias, Enid M. Pérez, expuso que la Ley de Reforma Educativa (Ley 85-2018) “contempla el asunto” bajo evaluación y, “desde nuestro análisis, crear una nueva ley puede ser un proceso muy burocrático”.

Además, defendió que las escuelas eduquen sobre sexualidad para prevenir la violencia sexual y los embarazos en adolescentes.

“Programas que restringen el acceso a la educación sexual y promueven únicamente la abstinencia han demostrado ser ineficaces y, en algunos casos, han llevado a un aumento en las tasas de embarazo adolescente y enfermedades de transmisión sexual”, dijo Pérez, en la vista pública.

“Las violencias tienen nombres. Las violencias tienen caras y son diversas. En la medida que no atendamos las violencias con las diferencias que deben atenderse, no vamos a lograr nunca desarrollar ese valor del respeto hacia la población humana. Que se ponga nombre y se validen la existencia de esas diferencias”, enfatizó, en tanto, Vega Otero.

Recomendó, de paso, “ampliar” el proyecto para incluir intersecciones como la raza y las identidades de género, así como otras diversidades.

“Una educación en valores desconectada de otros aspectos vinculados a las propias escuelas y los contextos comunitarios es un esfuerzo fútil si no se aborda desde una perspectiva comprensiva e integral”, dijo la presidenta del CPTS.

Por otro lado, funcionarias de la división socioemocional de Educación compartieron que los libros de valores recién adquiridos ya se están alineando a las unidades, pero enfatizaron que el proyecto de ley “reforzaría” los esfuerzos en curso.