Barceloneta - A medida que la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) avance en la sustitución de contadores, los abonados podrían experimentar un alza en sus facturas, ya que los nuevos aparatos registran la cantidad correcta de consumo, contrario a los antiguos que la subestiman, advirtió este martes Arnaldo Jiménez, vicepresidente de Planificación Estratégica de la corporación pública.

“La Autoridad reconoce que los contadores que tenemos instalados ahora mismo, que son contadores mecánicos, ya exceden la vida útil y, en muchas ocasiones, ya están deficientes, ya no están registrando el servicio de agua que es consumido por los clientes”, dijo Jiménez, al explicar las quejas de algunos clientes que aseguran que, tras un reemplazo de contador, les aumentó la factura significativamente.

La AAA cuenta con 1.3 millones de abonados, precisó la presidenta ejecutiva Doriel Pagán, quien refirió a Jiménez las preguntas sobre las denuncias públicas. Pero recalcó que “hay que mirar caso a caso”.

En tanto, Jiménez estimó que cerca del 70% de los clientes tienen un contador viejo, cuya “vida útil ya pasó”.

“Cuando hay un cambio de contador a un cliente, puede experimentar algún cambio en su facturación porque entiende que no es correcto, pero es que el contador anterior ya no está midiendo de manera eficiente el agua que se estaba consumiendo en la propiedad. Así que esta es una de las razones principales por las que puede variar el consumo”, recalcó.

“Una vez se reemplaza el contador, comienza a medir el flujo (de agua) que pasa hacia adentro de la propiedad, y la factura, obviamente, cuando nuestros empleados van a tomar la lectura, pues, ya refleja un consumo dentro de la propiedad”, agregó el funcionario, al explicar que los abonados cuyos contadores no han sido sustituidos todavía pudiesen estar pagando “el cargo base” o mínimo de facturación.

Jiménez y Pagán, quienes participaron este martes en el anuncio del gobernador Pedro Pierluisi sobre el comienzo de las labores de rehabilitación en una troncal sanitaria de Barceloneta, recalcaron que el cambio de contadores es rutinario en la AAA y ocurre, mayormente, por algún problema reportado.

Jiménez anticipó que, a partir de enero, comenzará un programa de reemplazo de todos los contadores por equipos modernos, cuya vida útil es de 20 años. Estos equipos nuevos son los que se les están instalando a los abonados que hoy requieren un reemplazo (a base de reclamaciones).

Pagán aclaró que esta iniciativa es distinta a la que la AAA puso en vigor este año mediante un proyecto piloto en 3,000 residencias, en Guaynabo, con “contadores inteligentes”, a un costo de $2.5 millones.

Los contadores que se instalarán a partir de enero tienen mayor vida útil y proveen más información tanto al cliente como a la propia AAA, puntualizó Jiménez. “Ese proyecto debe durar alrededor de cinco años”, dijo el funcionario.

“El cliente va a poder ver el consumo que tiene, y ciertamente, el consumo que pasa hacia adentro de la propiedad va a ser medido. Pero, de igual forma, el cliente va a poder acceder a los datos de manera electrónica, va a poder acceder a los datos del medidor, va a poder ver cuánta agua está consumiendo en tiempo real, no va a tener que esperar la factura, va a poder tomar cartas en un asunto y decir: ‘este es el agua que estoy consumiendo en el mes, y la posibilidad de la factura es de X cantidad’”, abundó.

En junio, la AAA anunció que, a partir de julio, habría un alza de 2% en la factura, a tono con lo dispuesto en el plan fiscal certificado de la corporación pública, que abarca de 2024 a 2038.

La Junta de Supervisión Fiscal (JSF) requirió a la AAA, en 2017, implantar ajustes de tarifas “moderados, pero consistentes”. Los aumentos comenzaron en el año fiscal 2018, con variaciones entre 2.5% y 4.5% hasta el año fiscal 2022, y de 2% para el año fiscal 2023. En el período de 2018 a 2024, la AAA recolectó $732.2 millones.

El 1 de julio de 2022, la AAA implantó una “estructura tarifaria simplificada que incorporó ajustes anuales mínimos para los años subsiguientes”, indica el plan fiscal de la JSF, certificado el 11 de junio. Añade que, si bien la corporación pública proyecta cambios tarifarios anuales del 2%, la tarifa puede modificarse hasta un máximo del 5% por año.

El plan fiscal contempla ajustes tarifarios anuales hasta, al menos, 2038, pero este documento es revisado anualmente, aclaró la AAA.