Al menos, tres municipios presentarán propuestas dirigidas a obtener una de las subvenciones de la Agencia federal de Protección Ambiental (EPA, en inglés) que, a través del programa Infraestructura de Reciclaje de Residuos Sólidos (SWIFR, en inglés), otorgará hasta $5 millones a los ayuntamientos para optimizar la capacidad de manejo o dar paso a iniciativas para evitar la llegada de desperdicios a los vertederos.

“Estos fondos no van dirigidos a asistir en el cierre de vertederos o atender en los señalamientos (de incumplimientos de los) vertederos. Pero, ciertamente, todo va a tener un impacto en que, en la medida que reciclas más, reduces ese impacto (de la disposición de residuos), además de introducir métodos noveles que, quizás, se ven como un lujo para un municipio”, explicó Alejandro Camporreale Mundo, abogado y socio de Astra, firma de consultoría que, actualmente, asiste a los municipios de San Juan, San Germán y Mayagüez en el desarrollo de sus respectivas propuestas a la EPA.

Bajo el SWIFR, la EPA ha hecho disponibles $165 millones a entidades intraestatales –como municipios y condados–, a partir del proceso de propuestas que deberán entregarse no más tarde el 20 de diciembre. La notificación de las propuestas seleccionadas, así como el monto de las partidas otorgadas, se conocerá en 2025.

Una vez adjudicados los fondos, los municipios agraciados tendrán tres años para completar la ejecución de los proyectos autorizados.

La contadora pública autorizada Loreana González Lazzarini señaló, por su parte, que muchos municipios carecen de iniciativas de reciclaje, a pesar de que, desde la década de 1990, la política pública coloca sobre sus hombros la responsabilidad de desarrollar iniciativas de reúso de materiales.

“En las propuestas que estamos trabajando, hay municipios que no tienen programas de reciclaje y otros que quieren aumentar la escala, el alcance que ahora mismo tienen. Con esos fondos, aumentaríamos el alcance. Hay mucho enfoque en la implementación de reciclaje en las escuelas y también en educar, porque, realmente, con el tema de reciclaje, lo que hemos aprendido es que lo mejor que puedes hacer es educar a la población para reducir el uso de desperdicios sólidos”, sostuvo la también ejecutiva de Astra, recordando que la EPA tiene como objetivo reducir en 50% el volumen de desperdicios que llegan a vertederos para el 2030.

En el caso de Puerto Rico, de los 29 sistemas de relleno sanitarios existentes, hay 11 que cuentan con órdenes de cierre de la EPA, precisó, la semana pasada, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales como parte de las vistas de transición gubernamental.

Camporreale Mundo subrayó, en tanto, que, por años, la ausencia de un mercado para el material reciclado ha sido el principal obstáculo para el desarrollo de una industria robusta.

“No hay que pensar muy en grande. La mayoría de los municipios de Puerto Rico no son metropolitanos, son de menos de 50,000 personas de población, y lo que necesitan es un centro de acopio, un encargado del centro de reciclaje que sea el líder del programa, un personal y un plan de reciclaje estratégico que pudieran costear para implementar y supervisar un programa de reciclaje básico, que consiste de un contrato de recogido o adquirir un camión que recoja, por ejemplo, en áreas de difícil acceso”, enumeró.

Los ejecutivos de Astra reconocieron que existe un grado de incertidumbre en torno al futuro de los programas financiados con fondos federales, bajo la administración entrante de Donald Trump, que ha prometido recortar partidas destinadas a atender las consecuencias del cambio climático.

“Hay unos fondos que ya el Congreso identificó e hizo lo que llaman un ‘allocation’ (asignación) por ley, y para quitar eso tendría que haber acción legislativa también del Congreso, que es mucho más complicado que una simple orden ejecutiva”, señaló Camporreale Mundo.