El alcalde de Cabo Rojo, Jorge A. Morales Wiscovitch, anunció, este domingo, que la administración municipal inició una pesquisa para esclarecer lo sucedido en el caso de una presunta turista que, bajo aparente estado de embriaguez, habría incendiado varios comercios en Luichy’s Seaside Hotel en hechos ocurridos el pasado jueves.

“Este caso representa un suceso sin precedentes para nuestra comunidad y para nuestra isla. La tristeza y la indignación que sentimos por lo sucedido con nuestros comerciantes son incomparables. En los primeros días del año, hemos sido testigos de incidentes preocupantes que afectan a empleados y empresarios que, con esfuerzo y dedicación, trabajan honradamente para ofrecer lo mejor a los turistas locales e internacionales. Estos actos son inaceptables y no reflejan los valores ni el compromiso de nuestra comunidad”, esbozó Morales Wiscovitch en declaraciones escritas.

Como parte de la investigación, el ejecutivo municipal además indicó que el ayuntamiento le solicitó a su comisionado de Seguridad ”separar del servicio, por el momento, a uno de los agentes implicados en la intervención mientras culminamos la investigación, garantizando así la transparencia del proceso”.

“No descansaremos hasta lograr que la persona responsable asuma los hechos y sea procesada por las autoridades correspondientes. Además, después de años de desafíos, hemos comenzado a fortalecer nuevamente nuestro cuerpo de la Policía, reconstruyendo una dependencia que estuvo al borde del desmantelamiento y no vamos a permitir que un hecho aislado trastoque la extraordinaria labor que realizan nuestros compañeros policías”, aseguró Morales Wiscovitch.

El fuego que destruyó la hospedería, que arrendaba locales al restaurante Marinera, el bar Marea Restaurant y Artesanías Juavia, comenzó tarde en la noche del jueves, 2 de enero. En esos momentos, el dueño de Luichy’s Seaside Hotel, Ángel Luis Marrero, había regresado a su hogar a descansar, cuando, a eso de las 12:30 a.m., comenzó a recibir múltiples llamadas.

Inicialmente, pensó que se trataba de un cortocircuito. No obstante, luego logró divisar, en las cámaras de seguridad de una vecina, a una mujer que fue captada rociando una sustancia con un tanque de gasolina en el área del bar Marea.

En entrevista con El Nuevo Día, Marrero informó que el trágico suceso causó daños estimados en unos $500,000, al mismo tiempo que impactó el sustento económico que reciben unos 15 empleados.

Como parte de las labores de recuperación, el empresario abrió una página de GoFundMe para recaudar fondos y lograr la reapertura de su local.

Ante el incidente, el alcalde de Cabo Rojo anunció que, la próxima semana, el municipio comenzará a implementar “un plan de seguridad integral y agresivo, en colaboración con los comerciantes y la comunidad, con el objetivo de salvaguardar la tranquilidad de todos”.

“Estamos en contacto directo con las agencias pertinentes y reiteramos nuestro compromiso de colaborar en todo lo necesario para establecer medidas preventivas que eviten futuros incidentes”, puntualizó Morales Wiscovitch.

Por su parte, la Policá aseguró que continúa investigando y recopilando evidencia fílmica en relación con una mujer que abandonó el país y a quien identificaron como “persona de interés” en el caso.

Aunque las autoridades no han divulgado oficialmente su identidad, la empresa donde la mujer trabajaba y de la que fue suspendida la identificó como Danielle Bertothy, residente del estado de Misouri.

El teniente Miguel Rivera Sepúlveda, de la División de Explosivos de Mayagüez, aseguró en delcaraciones previas a este medio que la pesquisa continúa en curso y que los agentes mantienen reuniones con fiscales para una posible radicación de cargos, aunque no precisó cuándo podría llevarse a cabo.

En este tipo de casos, las autoridades pueden radicar los cargos en ausencia para que se emita una orden de arresto en contra de la sospechosa.

“El caso no se está quedando impune, se está investigando para poder llevarlo hasta las últimas consecuencias”, aseguró Rivera Sepúlveda.