En el marco de la décima y última visita de Jennifer Granholm al archipiélago como secretaria de Energía de Estados Unidos, la Asociación de Energía Solar y Almacenamiento de Puerto Rico (SESA, en inglés) le remitió una comunicación solicitándole que la agencia garantice que, a futuro, se incorpore al territorio en todos los informes y análisis que realicen los laboratorios nacionales de energía, denunciando que la exclusión ha limitado el entendimiento sobre los retos de la industria.

“Los desafíos energéticos de Puerto Rico, particularmente los asociados a la energía renovable, merecen ser monitoreados, analizados y atendidos con el mismo rigor y atención que el otorgado a los estados”, subrayaron, en la misiva, PJ Wilson, presidente de SESA, y Javier Rúa Jovet, director de Política Pública de la organización, que agrupa a empresas instaladoras de sistemas de energía limpia.

La carta de dos páginas, con fecha del 3 de enero, destaca que Puerto Rico “históricamente se ha omitido” de los informes de progreso en la cartera de energía renovable, pese a que “ha legislado y confrontado problemas para implantar esas políticas”, haciendo referencia a las metas existentes de alcanzar un 40% de electricidad proveniente de fuentes limpias para 2025, en ruta al 100% para 2050.

“Pese a ello, los estudios financiados por el DOE (Departamento de Energía) monitoreando el progreso de los portafolios de estándares renovables en todo el país (Estados Unidos) no incluyen a Puerto Rico, dejando sus retos sin examinarse y sin atenderse”, sostiene la comunicación.

Granholm realizará su décima visita oficial a Puerto Rico mañana, viernes, cuando hará paradas en San Juan, Canóvanas, Yabucoa y Guayama, a 10 días de dejar el cargo para dar paso a la segunda administración de Donald Trump, que se proyecta mucho menos amigable para la energía renovable. Su rol en Puerto Rico se intensificó luego del huracán Fiona, en septiembre de 2022, cuando el presidente Joe Biden le asignó supervisar y agilizar la reparación y modernización de la red.

En ese marco, el DOE y los laboratorios nacionales adscritos lideraron el estudio PR-100, que modeló escenarios futuros y concluyó que Puerto Rico cuenta con las condiciones para lograr su meta de un sistema eléctrico plenamente basado en fuentes limpias para 2050. Granholm también ha supervisado el comienzo de las instalaciones de sistemas solares bajo un programa de $1,000 millones asignados al DOE en 2022 y que, en última instancia, deberá impactar a cerca de 30,000 hogares de escasos recursos y sobre 100 complejos de vivienda multifamiliar e instalaciones de salud.

Sin embargo, SESA recalcó que dejar fuera a Puerto Rico y otros territorios de los análisis del DOE “perpetúa la marginalización de estas comunidades, exacerba su estatus de segunda clase y solidifica concepciones públicas erróneas sobre su rol como parte de Estados Unidos”, por lo que pidió a la agencia energética que, a cualquier estudio que cargue el sello de “nacional”, se le requiera integrar la información correspondiente a estas jurisdicciones, además de los 50 estados.

“Creemos que esto se podría implementar como una orden del DOE –un mecanismo formal bajo el sistema de directrices del DOE que fija los requisitos para trabajos financiados por el DOE–, asegurando el cumplimiento en todos los proyectos relevantes de los laboratorios nacionales”, sugirieron los directivos en su carta.

“Agradecemos el excelente trabajo del DOE bajo el liderato de la secretaria Granholm, y su apoyo para promover el avance de la energía solar y almacenamiento en Puerto Rico. La emisión de esta orden del DOE sería clave para garantizar la estabilización del futuro energético de la isla”, expresó, en un comunicado de prensa Rúa Jovet, quien, en Puerto Rico, fue presidente de la extinta Junta de Calidad Ambiental.