

4 de marzo de 2025 - 2:09 PM
La Asociación de Maestros de Puerto Rico (AMPR) advirtió este martes que, de concretarse los prometidos recortes del presidente Donald Trump al sistema de educación pública en Puerto Rico –que tiene $2,437 millones de presupuesto en fondos federales–, se afectarían los servicios de los comedores escolares y de Educación Especial, así como el mantenimiento de las escuelas, entre otras áreas “esenciales”.
“Se impondría una carga enorme al gobierno estatal, que tendría que buscar cómo mantener los servicios esenciales que se verían impactados”, señaló el presidente de la AMPR, Víctor Bonilla Sánchez, en conferencia de prensa frente a la Escuela Montessori Manuel Elzaburu y Vizcarrondo, en Cantera, San Juan.
Mientras, desde Washington D.C., el secretario de Educación, Eliezer Ramos Parés, dijo vía telefónica, tras reunirse con la recién confirmada titular de Educación federal, Linda McMahon, que no vislumbra recortes a Puerto Rico.
“La realidad es que, aunque hay preocupación por todos los cambios por la visión de la Casa Blanca, no se ha tocado el tema, como tal, de un posible recorte a nivel de las jurisdicciones. Hay una visión de eliminar todo el componente de Educación federal para darles a los estados (o jurisdicciones) una mayor autonomía y un mayor alcance fiscal sobre sus fondos”, dijo Ramos Parés.
Como una de sus primeras acciones en su regreso a la Casa Blanca, Trump asignó al multimillonario Elon Musk la búsqueda de reducir y/o transferir programas del Departamento de Educación federal. Desde su campaña, el presidente aseguró que deseaba eliminar la dependencia, a lo que sindicatos como la AMPR se oponen.
García Bonilla estimó que, en Puerto Rico, cerca del 50% del presupuesto del año fiscal 2024-2025 de Educación –ascendente a $4,099 millones–depende del gobierno federal. Además, reconoció que las medidas impulsadas por Trump provocarían que el gobierno local justifique el cierre de escuelas con baja matrícula para cumplir con las intenciones federales de recortar.
Al respecto, Ramos Parés no descartó evaluar el cierre de planteles, ya que “hay que ser juiciosos en el uso de nuestros fondos” en el contexto de la reducción poblacional. “Estamos en poco más de 230,000 estudiantes, y se espera que, en los próximos cuatro años, estemos cerca de los 200,000. Hay que repensar el sistema”, acotó.
Al evaluar el presupuesto de Educación, la AMPR alertó que estarían “en peligro” partidas federales a gastos de funcionamiento ($1,890 millones); subsidios, incentivos y donativos ($52 millones); Educación Especial ($150 millones); comedores escolares ($157 millones); Educación Vocacional ($20 millones); educación de adultos ($19 millones); institutos tecnológicos ($4 millones); y mantenimiento de escuelas ($141 millones), entre otras.
Partida | Fondos federales |
---|---|
Gastos de funcionamiento | $1,890,546,000 |
Educación Especial | $150,722,000 |
Comedores Escolares | $157,306,000 |
Educación Vocacional | $20,631,000 |
Educación de Adultos | $19,213,000 |
Institutos Tecnológicos | $4,213,000 |
Servicios Auxiliares y Asistencia Técnica | $109,000 |
Mantenimiento de Escuelas Públicas | $141,874,000 |
Otros (Subsidios, incentivos y donativos) | $52,896,000 |
Total | $2,437,490,000 |
La AMPR se unió al “Día de Acción para Proteger a Nuestros Niños”, organizado por la American Federation of Teachers en oposición a las políticas “devastadoras” de Trump, en especial para los menores participantes de los programas de Educación Especial en toda la nación.
“Hacemos un llamado para que los padres, estudiantes, maestros, miembros de las comunidades escolares y la ciudadanía en general contacten y presionen a la gobernadora Jenniffer González Colón y al comisionado residente, Pablo José Hernández, quien es nuestro representante en el Congreso federal, para que ambos exijan al presidente Trump que no ponga en vigor estos planes devastadores para nuestra educación pública”, exhortó Bonilla Sánchez.
En tanto, sobre el análisis que presentarán a la Junta de Supervisión Fiscal, Ramos Parés compartió que están trabajando “de la mano” para asegurar recursos para los planteles. Reconoció, sin embargo, su preocupación por la dependencia de los fondos de emergencia ESSER (“Elementary and Secondary Elementary and Secondary School Emergency Relief Fund”) para la operación del sistema educativo.
“Esos fondos ya finalizaron en septiembre. El Departamento ha ido absorbiendo muchos de estos gastos. Y hablo de mantenimiento, seguridad, nómina, transportación escolar... Pero el Departamento ya ha venido absorbiendo muchos de estos programas a través de sus fondos recurrentes. Sin duda, va a haber una necesidad que se va a estar discutiendo en la próxima petición presupuestaria”, anticipó el secretario.
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