Por dos días, Jianetsy Berríos Cosme vagó por las calles de San Juan. Caminó y caminó, sin dormir, con una maleta en la mano, y embarazada.

“Fue bien chocante. Estaba en mis primeros meses de gestación, acababa de ser víctima de violencia doméstica, estaba desempleada, con dos hijos, sin apoyo, sin recursos, desinformada por completo. Tenía miedo, ansiedad, impotencia. No tenía a nadie a quien llamar y decir ‘sabes qué, necesito ayuda’”, recordó la joven de 25 años sobre esos días que vivió hace poco más de un año.

Llegó hasta una organización sin fines de lucro en el casco urbano de Río Piedras, que la refirió a la Red por los Derechos de la Niñez y la Juventud de Puerto Rico. La Red la ubicó, de emergencia, en un hotel por cuatro días y luego, en un albergue. A lo largo del último año, la ayudaron a obtener servicios de salud física y mental, coordinar servicios gubernamentales, conseguir una vivienda estable, un empleo y cuido para sus hijos de 6 y 4 años y el de 10 meses de nacido.

“La respuesta fue de cinco estrellas. Me albergaron en un hotel, y lo primero que me pregunta es si estaba bien, si había comido, qué necesitaba. Humanizaron completamente mi proceso y empatizaron con todo lo que yo estaba pasando en ese momento, cuando estaba completamente vulnerable”, señaló Berríos Cosme, quien labora como guardia de seguridad y tiene planes de comenzar estudios, en enero, conducentes a un bachillerato en Trabajo Social.

Poder brindar esa acción inmediata, de proveer no solo un espacio para sacar a jóvenes que estén en la calle sino también servicios sociales y de salud, es lo que motivó a la Red a lanzar el proyecto Techo Joven, inaugurado este jueves en Río Piedras, explicó el presidente y fundador de la Red, Marcos Santana Andújar.

En una casa de tres niveles pintada de rosa, en la urbanización Santa Rita, a solo unas calles del casco urbano de Río Piedras, hasta 10 jóvenes de 18 a 24 años podrán contar con un techo seguro, de forma simultánea, pero, además, recibir “un ecosistema de servicios bajo un mismo techo”, apuntó el presidente de la organización sin fines de lucro.

El Conteo de Personas sin Hogar 2024 identificó a 55 jóvenes, entre 18 y 24 años, viviendo en las calles de Puerto Rico. Esa cifra, no obstante, no plasma la realidad de lo que son los jóvenes sin hogar, sostuvo Santana Andújar. Desde el 2020 hasta la fecha, la Red ha atendido 3,503 jóvenes de 18 a 24 años a través del proyecto Casa Ramón, que provee albergue a esta población.

“El perfil de esos jóvenes, ¿quiénes son? Jóvenes que salen (de la custodia) del Departamento de la Familia, jóvenes LGBT que sacan de sus casas, jóvenes con hijos en edad temprana que las sacaron de su casa porque estaba embarazada, jóvenes que están o salieron de instituciones juveniles o Corrección. De esos 3,503, el 49% eran mujeres. Toda esa experiencia con los jóvenes nos llevó a entender que no se resolvía solo con tener un albergue de emergencia. Hace falta algo más, y esas experiencias, con la asesoría de los jóvenes, nos llevó a lanzar esta iniciativa”, señaló Santana Andújar.

En el edificio de Techo Joven, en Río Piedras, los jóvenes tendrán un albergue con cuartos individuales, duchas, área de estudio con servicios de internet y alimentos. Además, se proveerá cuido de niños a través del programa de Head Start que administra la Red por los Derechos de la Niñez y la Juventud de Puerto Rico; tendrán asistencia sicológica y de trabajo social, coordinación de servicios externos y una enfermería para atender su salud física.

La iniciativa incluye una fase adicional de prevención del sinhogarismo, indicó Santana Andújar, que atenderá a adolescentes de 13 a 17 años que se escapan de sus hogares. En otra estructura, cuya ubicación no se divulgó públicamente, se les proveerá albergue por un periodo máximo de 21 días.

“En esos 21 días, vamos a trabajar reunificación con sus familias, con la colaboración del Departamento de la Familia, pero no va a haber una remoción (de la custodia del menor). Va a ser reunificación familiar. Esta parte es la más innovadora, y yo digo que un poco más arriesgada de nuestra parte”, expresó.

Esos servicios a adolescentes de 13 a 17 años serán financiados mediante una subvención de unos $300,000 del Departamento federal de Salud y Servicios Humanos otorgada a tres años.

Mientras, el edificio para el albergue de jóvenes de 18 a 24 años fue adquirido mediante una subvención del Programa de Soluciones de Emergencia (ESG, por sus siglas en inglés) otorgada a través del Departamento de la Familia y con la colaboración de entidades como la Fundación Ángel Ramos, la Fundación Banco Popular y la Hispanic Federation. Además, recaudan fondos para la iniciativa a través de ATH Móvil, en la pestaña de donaciones, bajo el nombre /AlberguesPR.

“Es decir, Techo Joven va a abarcar, desde los 13 hasta los 24 (años), la prevención y la atención del sinhogarismo en Puerto Rico. El lema de Techo Joven es ‘un hogar para tener una vida’. No estamos hablando de una casa, de un techo, estamos hablando de un hogar que va a incluir todo y, además, esa receta mágica que sabemos dar en la Red es con amor, con alegría”, señaló.