Inspectores del Departamento de Salud visitaron este viernes las instalaciones del Hospital Metropolitano de San Germán, como parte de la investigación sobre la muerte de un recién nacido en medio de un alegado caso de impericia médica en su sala de partos.

La administración del hospital informó, en comunicado de prensa, que la agencia realizó una serie de evaluaciones de sus protocolos y los procesos que se activaron al trabajar en el mencionado caso, que puede haber constituido violencia obstétrica.

“Estamos comprometidos a trabajar mano a mano con las autoridades sanitarias para garantizar que nuestros pacientes reciban la mejor atención posible”, dijo Sandra M. Calderón Peña, directora ejecutiva del hospital.

El Nuevo Día supo que los inspectores están adscritos a la Secretaría Auxiliar para Reglamentación y Acreditación de Facilidades de Salud.

La visita se da luego de que el designado secretario de Salud, Víctor Ramos, ordenara una “investigación exhaustiva” sobre el caso y lo refiriera a la Junta de Licenciamiento y Disciplina Médica.

“La querella fue referida a la División de Instituciones de Salud, que ha destacado un equipo de inspectores para evaluar las facilidades implicadas en este caso”, indicó Ramos.

Debido que el proceso es confidencial, aún no se conocen los hallazgos de la investigación y si se tomará alguna acción contra el centro hospitalario o el médico señalado.

La denuncia surgió en redes sociales y, posteriormente, en un reportaje de Telemundo, en el que la joven madre Ivette Mary Sánchez Álvarez contó la situación que vivió, el pasado 9 de diciembre, al parir a su cuarta cría y único varón, Ian Caleb.

Supuestamente, una enfermera le suministró unos medicamentos, por presunta orden del ginecólogo Rodolfo Ramírez Carrero, para hipertensión durante el embarazo y, luego, sintió “como si algo me explotó por dentro”. Según su relato, el bebé se había defecado, por lo que el médico llegó de emergencia.

En una publicación en Facebook, Sánchez Álvarez narró que Ramírez Carrero, presuntamente, la instruyó a “pujar sin fuerzas”, pues no tenía contracciones. Agregó que la tildó de “novata”, aun siendo su cuarto parto, y la acusó de “hacerle perder el tiempo”, pues tenía “más pacientes que atender”.

El bebé falleció unos momentos después de nacer, informó la también madre de tres niñas.

El Nuevo Día contactó la oficina del ginecólogo y se informó que estaba de vacaciones hasta febrero. No obstante, en el reportaje de Telemundo, el médico indicó que no podía comentar del caso, por instrucciones de su abogado.