La secretaria del Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), Eileen M. Vélez Vega, defendió este martes que, si bien el proceso ha sido lento, su administración no ha dejado de trabajar para atender la rápida erosión en el Paseo de Puerta de Tierra, en San Juan, cerca de la importante avenida Luis Muñoz Rivera, con un proyecto de reparación permanente.

En esa dirección, aseguró que la propuesta de diseño del proyecto está bajo evaluación de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés), que ha solicitado cambios que, según Vélez Vega, han sido debidamente atendidos, al tiempo que subrayó que la necesidad de proteger yacimientos arqueológicos ha dilatado el proceso.

“Ya contratamos a la compañía que está haciendo el diseño de la obra permanente, pero sigue teniendo unas modificaciones de FEMA, así que, al momento, estamos trabajando con el diseñador y con FEMA para que nos dé la aprobación del diseño final, obtener los permisos, hacer la subasta y trabajar la reconstrucción”, dijo a El Nuevo Día.

Al cuestionársele por qué no fue hasta este año que inició la etapa de diseño de la obra permanente, respondió que fue debido a los requisitos ambientales para proteger el valor histórico y arqueológico de la zona, donde hay yacimientos.

“Cuando llegamos, no se podía hacer el diseño porque no teníamos aprobación, ya que había un valor histórico y un plan arqueológico que había que someter y hay un cumplimiento ambiental que no había permitido que esos diseños estuviesen aprobados. La parte ambiental ha sido mayormente lo que ha causado ese atraso en el diseño y la construcción”, anotó.

Según el DTOP, el requerimiento más reciente de FEMA fue en septiembre y se atendió. Este medio solicitó a FEMA una declaración en torno a los procedimientos relacionados con la aprobación del diseño, pero, al momento de esta publicación, no hubo respuesta.

“Lo que se está diseñando ahora mismo son unos pilotes de acero y, entonces, hacer como una pared de pilotes para poder proteger (la estructura de) la erosión del área”, relató la secretaria, añadiendo que el diseño propone una serie de pilotes a 70 pies de profundidad.

Las comunicaciones con el Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP), según el DTOP, también fueron en septiembre. “Nos requirieron un repositorio certificado para depósito de artefactos arqueológicos que pudieran surgir durante los trabajos”, indicó la agencia, por escrito, tras la entrevista con Vélez Vega.

La agencia estima que, una vez aprobado el diseño, los trabajos tomarán entre uno y dos años, con un estimado preliminar de $11 millones en cuanto costo. Sin embargo, ambos estimados pueden variar, dependiendo de la aprobación final.

Las expresiones de la secretaria surgen luego de un nuevo colapso en el tramo afectado en el Paseo de Puerta de Tierra. Imágenes captadas en cámara muestran la caída de una cubierta de cemento que se había aplicado al talud, que da hacia el mar, pensando que mitigaría el impacto de la erosión mientras esperan por las obras permanentes.

El hormigón que colapsó, cuyo nombre técnico es “shotcrete”, era parte de una medida temporera instalado en marzo de 2023, que “atrasó y minimizó” el impacto de la erosión, defendió. “Para lo que se construyó, sí cumplió su propósito”, sostuvo.

En cuanto a la erosión y socavación, “no hemos visto que se haya agravado, no te puedo decir cuánto tiempo queda para que la erosión llegue a la carretera, pero sí constantemente se está monitoreando el área por si hay que hacer algún cambio a las medidas de seguridad”, aseguró Vélez Vega. Un cambio en esas medidas podría implicar, por ejemplo, mayor limitación o cierre de la acera, o control en el tráfico, aunque ese no es el escenario actual.

Aseguró que, por lo pronto, han tomado las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los peatones, limitando la acera y colocando verjas.

A un costo de $32 millones, el Paseo fue inaugurado por la administración de Alejandro García Padilla, en octubre de 2016, pero el impacto del huracán María, en 2017, y eventos de marejadas agravaron el deterioro que la estructura ya mostraba, hasta que comenzó a colapsar entre el 2020 y el 2021.

Aunque el DTOP fue advertido el 12 de marzo de 2020 sobre “una falla de mayor proporción” en el área del derrumbe, la agencia no atendió el asunto y pasó un año cuando, entonces, ocurrió el primer colapso significativo.

Se afectaron unos 130 pies del muro que se levantó al tramo que queda frente al edificio de la Guardia Nacional, así como a 170 pies adicionales que no fueron reforzados durante la construcción. Varios expertos entrevistados por El Nuevo Día, en aquel momento, atribuyeron la raíz de la situación a problemas con la construcción.

Por su parte, la exdirectora de Autoridad para el Financiamiento de la Infraestructura y exsecretaria de la Gobernación Grace Santana Balado explicó, en 2021, que, durante el desarrollo, identificaron 10 zonas que presentaban erosión causada por escorrentías pluviales, tuberías de descargas en el talud, tuberías colapsadas y erosión costera.

Sin embargo, una de estas áreas, identificada en los informes y planos del proyecto como B-8, fue la que no se reforzó y una de las que se derrumbó.

Santana Balado precisó que, aunque diseñaron un sistema de estabilización para esta zona, el ICP ordenó paralizar los trabajos por los yacimientos arqueológicos en el área y porque, según una carta del ICP a la que este medio tuvo acceso, el grado de erosión y de peligro de colapso era “mucho menor que otros de los puntos de erosión”.

“En el área donde no se permitió (reforzar), el huracán y las marejadas socavaron y lo que hicieron fue exacerbar las condiciones existentes”, reconoció Santana Balado, en 2021.

Sobre si, en aquel entonces, un derrumbe era probable, Santana Balado aceptó que “era previsible que esto ocurriera en toda el área”.

Posteriormente, en junio de 2021, la actual secretaria del DTOP indicó que, post-María, esperaban a que FEMA diera paso a la utilización de $450,000 destinados para atender el proyecto como uno de emergencia.

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*Con información de una serie especial de tres reportajes publicados en 2021 por el periodista José Orlando Delgado Rivera.