Fomentar la creación de microempresas, enfocadas en el turismo, sin descuidar el medioambiente, es parte de la misión encomendada a jóvenes que fueron certificados como líderes ambientales, como parte de un programa impulsado por la Fundación de Culebra.

El proyecto, que se trabaja en alianza con la organización Para la Naturaleza, integró a menores de 12 a 18 años de la Isla Municipio. Allí aprendieron a desarrollar un concepto de negocio que beneficie a las comunidades mediante la identificación de diversas áreas en las que puedan crear oportunidades de trabajo con una conciencia ecológica.

“Básicamente, el proyecto se resume en cómo hacer un trabajo de la mejor manera ecoamigable y, a la vez, que represente un ingreso para la comunidad. Aprendí que la naturaleza tiene un gran impacto donde vivimos y a entender cómo proteger el ambiente que nos rodea”, resaltó Olivia Sizer, de 14 años, estudiante de Abbie’s School.

“También aprendimos cómo contrarrestar la erosión plantando árboles y, de esa manera, ayudamos a las aves. Hicimos un observatorio de aves en Flamenco e hicimos una investigación sobre los animales que viven aquí”, resaltó la joven culebrense.

Para Camila Zoé Cortés Albelo, de15 años, “fue una experiencia muy buena porque pude aprender lo que es nuestra isla y lo que tenemos que hacer para protegerla”.

“Aprendí mucho, siendo mis padres negociantes como muchos residentes de aquí, y que para hacer un negocio en Culebra hay que también pensar en lo que tenemos como naturaleza para poder protegerla”, esbozó Camila.

De acuerdo con Cortés Albelo, durante los talleres visitaron varias zonas tanto de la ‘Isla Grande’ como de la ‘Isla Chiquita’ con el propósito de comprender que la generación de ingresos no debe estar por encima de la protección de las especies.

“Cada uno de nosotros tuvo la oportunidad de crear un negocio que sea administrable y turístico también. Mi proyecto fue ‘birdwatch’ que es un negocio a donde los turistas pueden llegar y se le hace un tour por la isla para buscar esas aves. Hay cerca de 20,000 aves de aquí y, de las migratorias tenemos cerca de 50,000”, relató la estudiante de ‘homeschooling’.

“Culebra, siendo parte de Puerto Rico se considera uno de los sitios mejores para hacer ‘bird watching’, siendo una realidad que un montón de aves llegan acá. Es un sitio perfecto y nadie lo está aprovechando para atraer el turismo. Además, parte del proyecto fue buscar a dónde hacer el bird watching que fue una de las giras que hicimos. En todos los mangles hay partes en específico que se pueden ver montones de aves”, aseguró.

Mientras que, Luis Alexander Rivera Ayala, alumno de la Escuela Ecológica de Culebra, mencionó que, “mi proyecto era sobre unas cabañas donde aprendimos el cuidado de los caballos, alimentos cultivados de esa misma finca con un cuidado del ambiente y tendría un circuito para los ‘bird watching’ ahí mismo”.

“Esto se trata de enseñar a los visitantes que se puede disfrutar de nuestro medioambiente, pero enseñarles a cuidarlo. No es ver una tortuga y rápido sacarla para tomarle una foto como lo hacen con los erizos que los sacan del mar y se los llevan”, advirtió el joven de 16 años.

Por su parte, Camila Zoé manifestó que el programa de Líderes Ambientales reforzó su orgullo como residente de Culebra, además de ampliar las oportunidades de autoemplearse en un futuro sin tener que salir de su tierra.

“Mi forma de ver este programa es de poder ayudar a los negocios a entender que son parte de Culebra, están trayendo el turismo a Culebra y tienen que enseñarles a los turistas cómo proteger la isla. Nuestro proyecto pretende hacerle ver al turista que en Culebra tenemos más lugares para visitar. Hay mucha diversidad en el sistema, muchas cosas que pueden ver porque Culebra es mucho más”, dijo.

De acuerdo con Silmarie Padrón Santiago, voluntaria de Fundación de Culebra, “el programa comenzó el pasado año, donde se han dado talleres desde restauración de dunas de arena en la playa Flamenco, se ha estado trabajando con aves, cómo hacer inventario de aves, la importancia de las aves migratorias y la función de nuestros ecosistemas en la isla de Culebra para las aves migratorias”.

“Cuando yo crecí, mi generación, por ejemplo, tuvimos esta oportunidad de poder trabajar en diferentes proyectos ambientales en la isla, tanto trabajando con tortugas marinas, con aves migratorias, con diferentes investigadores que venían a la isla. La intención es rescatar nuevamente este tipo de proyecto en donde estos jóvenes, independientemente de lo que ellos quieran hacen en su futuro, tengan esa conciencia ambiental”, insistió.

El programa ambiental, que corre en año escolar, continuará reclutando jóvenes residentes en Culebra. Los talleres se impartirán sábados y domingos en la antigua escuela pública a partir de septiembre.