Una botella con 17 mensajes de estudiantes de una escuela en Ponce fue encontrada en una playa por un estadounidense que por años ha coleccionado epístolas lanzadas al mar por personas de distintos países.

Se trata de Clint Buffington, quien también es un músico y escritor residente en Salt Lake City, capital del estado de Utah.

Como en múltiples ocasiones anteriores, Buffington publicó en las redes sociales este sábado un mensaje para informar que había encontrado una botella en “una playa bien remota en el Caribe” - sin precisar el lugar exacto - con mensajes en 17 pedazos de papel en el interior.

Explicó que eran de estudiantes de la Academia Cristo Rey en Ponce, Puerto Rico, cuando se graduaban en el año 2018.

De todos, solamente dos tenían nombres. Sí muestra uno de los mensajes, con fecha del 2 de junio de 2018, indicando que eran de la “Clase Zykions”.

Como ha hecho ocasiones anteriores con otras botellas que ha encontrado, Buffington indicó que intenta contactar a alguno de los autores de los mensajes.

“Comprensiblemente, cuando llamé a la Academia Cristo Rey, no me pudieron compartir información de los estudiantes (todos queremos privacidad para nuestros niños en edad escolar ¿verdad?)”, comentó.

Por esa razón, publicó el vídeo para hacer un llamado a que alguien le ayude a contactar a alguna de las personas que haya formado parte de esa clase, cuyos graduados ya deben tener sobre 20 años.

Señaló que quisiera contactarlos para “saber dónde están y qué están haciendo con sus vidas, y si recuerdan haber enviado el mensaje”.

En su página de internet, Buffington indica que ha encontrado sobre 120 botellas con mensajes, lo que comenzó a documentar en el 2011. También lleva registro de otros encontrados por familiares y allegados.

Tras hallarlos, suele intentar encontrar a los autores o a familiares, como el caso de una adulta mayor a quien le entregó una carta que su padre había lanzado en una botella al mar 35 a 50 años antes.

Ha documentado cartas y mensajes de distintos tipos, así como poemas y hasta documentos con propósitos profesionales, como una botella lanzada por la tripulación de un barco español que llevaba a cabo un estudio sobre las corrientes marinas.

“Los mensajes en botellas demuestran que personas de diferentes orígenes pueden llevarse bien, si se les da la oportunidad”, expresa Buffington, en su página.