Mientras, un número elevado de adultos mayores de 18 años dijeron que disfrutan estar solos o aislados, según el trabajo encomendado por la Fundación Triple-S
Mientras, un número elevado de adultos mayores de 18 años dijeron que disfrutan estar solos o aislados, según el trabajo encomendado por la Fundación Triple-S
14 de diciembre de 2024 - 11:10 PM
El 59% de los estudiantes de sexto a duodécimo grado en escuelas públicas y privadas afirmaron que sufren de soledad moderada, mientras el 65% de las personas mayores de 18 años reportaron un nivel bajo de soledad, según el primer estudio de aislamiento social y soledad de Puerto Rico, comisionado por la Fundación Triple-S divulgado este viernes.
“Estar solo no es necesariamente malo. Todos experimentamos y necesitamos ese espacio. Es cuando el sentimiento, cuando las personas verbalizan sentirse solas. Usted puede tener en su entorno cinco o seis personas que vivan con usted y usted está solo. Soledad es el sentimiento de yo no sentirme acompañado, no es como aislamiento social que usted objetivamente no tiene contacto con nadie. Esa es la diferencia”, indicó José Novoa Loyola, principal oficial médico de Triple-S.
La investigación se hizo incluyendo preguntas relacionadas con la soledad y aislamiento social, en dos encuestas hechas por agencias públicas periódicamente entre casi 12,000 personas: la Consulta Juvenil de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca), que contestaron 7,365 jóvenes, y el Sistema de Vigilancia de Factores de Riesgos Conductuales (BRFSS, en inglés) del Departamento de Salud, al que respondieron 4,500 adultos.
Reveló que el 4.3% de los estudiantes del sistema público y privado sufren una soledad severa y las mujeres representan la mayoría de la población que experimenta el sentimiento, apuntó Margarita Moscoso Álvarez, investigadora principal de la Consulta Juvenil de Assmca.
Por otra parte, el 73% de los adultos mayores de 18 años dijeron que disfrutan estar solos o aislados. Sin embargo, al igual que en los grupos de jóvenes, las mujeres demostraron sentir mayor soledad que los hombres. El 65% de las mujeres dijo sentir soledad baja, el 22.5% lo describió como moderara y el 13.5% lo describió como alta. Entre hombres, el nivel de soledad alta es de 12.9%, subrayó Ruby Serrano Rodríguez, quien conduce el BRFSS de Salud.
“En resumen, la mayoría de la población (mayor de 18 años) reporta niveles bajos de aislamiento social y soledad, pero hay subgrupos vulnerables que necesitan atención. También, los niveles más altos de aislamiento social y soledad se observaron en adultos mayores con bajos ingresos y en ciertas regiones como Ponce, Aguadilla y Bayamón”, destacó Serrano Rodríguez.
“Es importante que identifiquemos las áreas de necesidad y prioridad para estas poblaciones de jóvenes y, sobre todo, cuando hemos encontrado que hay diferencias por sexo y diferencias en términos de nivel educativo”, agregó, por su parte, Moscoso Álvarez.
Entre las recomendaciones que realizaron los investigadores de Consulta Juvenil, está desarrollar programas que faciliten la comunicación e interacción entre los jóvenes. De igual forma, Salud, a través del BRFSS, recomendó programas de interacción social, enfocar esfuerzos en adultos mayores y personas de bajos ingresos, fortalecer redes de apoyo y evaluar el impacto de intervenciones.
“En el contexto de Puerto Rico, el aislamiento social y la soledad son problemas de salud pública con implicaciones directas en el bienestar físico y mental de la población. Hay estudios que han demostrado que el aislamiento social y la soledad están asociados a un mayor riesgo de enfermedades crónicas, deterioro cognitivo y mortalidad”, explicó Serrano Rodríguez, tras apuntar al envejecimiento de la población, desafíos económicos y el impacto de desastres naturales como factores importantes para el estudio en Puerto Rico.
Por su parte, Novoa Loyola subrayó que, entre las personas que sufren de soledad, el riesgo de muerte es 29% más alto que entre el resto de la población y que, incluso los pacientes de enfermedades cardiovasculares, ya vulnerables de por sí, están en mayor riesgo si no tienen compañía.
“Hay un mayor riesgo de desarrollar demencia, enfermedades cardiovasculares y riesgos de ataques cerebrales, entre otras condiciones. Además, conlleva un incremento en costos para empresas que sus empleados afectados por estas condiciones”, advirtió.
“En la medida en que hemos ido educando en torno al tema y presentando datos como este, los diferentes grupos sociales, sin fines de lucro, los mismos individuos han ido cobrando conciencia de la importancia de la conexión social”, apuntó Lydia Figueroa, directora ejecutiva de Fundación Triple-S.
Figueroa explicó, en tanto, que originalmente el estudio estaba dirigido a adultos mayores, pero al adentrarse en el tema, la Fundación se percató del panorama general de la soledad y el aislamiento que afectaba la población.
Al ser la primera vez que se miden las estadísticas de soledad y aislamiento, Moscoso Álvarez expresó que los segmentos de preguntas se deben incluir en próximas investigaciones para garantizar una continuidad que permita desarrollar tendencias en cuanto a los hallazgos.
“No teníamos alguna referencia validada para que esa impresión de que la soledad y el aislamiento nos afecta a todos pudiera estar sustentada y guiando nuestra estrategia, como Fundación, para hacer cosas puntuales que atiendan la problemática”, explicó Figueroa.
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