Lo que parecía ser un vuelo tranquilo con destino de la ciudad de Orlando, Florida, hacia Puerto Rico, se convirtió en tremendo susto para una familia puertorriqueña.

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Un avión de Frontier Airlines tuvo, en la noche del martes, un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto Luis Muñoz Marín, generando momentos angustiantes.

Una de las pasajeras que iba a bordo del avión era Melani González Wharton, quien había acompañado a su esposo en un viaje de trabajo junto a sus hijos de 3 y 6 años.

“El viaje fue bueno, el problema fue cuando aterrizamos. O sea, cuando el piloto fue a aterrizar, no tuvo las medidas adecuadas para el aterrizaje: iba a exceso de velocidad, la caída fue impresionante”, narró.

En declaraciones a El Nuevo Día, precisó que ese primer aterrizaje fue tan abrupto que, “brincamos, cuando él tocó el piso, fue tan fuerte que nosotros brincamos y ahí la velocidad continuaba bastante rápido”.

“No es mi primer viaje. Nosotros hemos viajado muchísimo, pero es la primera vez que yo vivo esta experiencia”, narró.

Continuando con su relato, la joven precisó que, “una vez que cae, parece que, del mismo golpe que da, rompe una goma de las de al frente del avión. Eso fue lo que pasó”.

“Se rompió la goma de las de al frente del avión... No sé si la goma le dio a la turbina izquierda, que era donde yo estaba sentada, prende en chispa, empieza a salir fuego, y él en vez de detener el avión, porque iba a exceso de velocidad y fue una decisión rápida, él decidió volar de nuevo, volvimos a volar, y ahí cuando volvimos a volar, el fuego seguía. Entre las vueltas que dio, el fuego fue apagando”, comentó.

Afirmó que, tras alzar vuelo de nuevo, el avión dio varias vueltas, hasta que volvió a aterrizar en la pista del aeropuerto, donde se habían movilizado personal de emergencia para atender la caótica situación.

“Ya una vez aterrizamos, el aterrizaje que pudimos dar, pues fue mejor. Pudimos aterrizar, pero en una goma porque la otra se había roto. Aterrizamos en medio del aeropuerto. Ahí fue la emergencia, que vinieron los Bomberos, vinieron Rescate, pusieron la escalera de emergencia, todos bajamos por ahí, nos montaron en unas guaguas y nos llevaron entonces al aeropuerto", aseveró González Wharton.

“Pero, fue una experiencia horrible. Mientras estábamos en el avión dando la vuelta por la isla, estábamos llorando, los niños gritando, personas orando, cantando en voz alta... Fue una experiencia inolvidable. Fue horrible”, puntualizó.

Mientras, la aerolínea Frontier informó que concederá un vale de $500 a cada pasajero y restituirá el costo del boleto de avión.

En declaraciones escritas a este medio, la aerolínea reafirmó que los 223 pasajeros y la tripulación que transportaba el Airbus A321 no resultaron heridos.

“Cuando el vuelo 3506 de Orlando a San Juan se disponía a aterrizar en la SJU, la aeronave experimentó un problema mecánico. El avión aterrizó sin problemas en San Juan. Los pasajeros desembarcaron y no se registraron heridos entre los pasajeros o la tripulación”, subrayó Frontier.