“Hay preocupación, hay mucha incertidumbre. Yo no dormí anoche, y mucha gente no durmió anoche por el grado de preocupación”.

De esta forma, el presidente de la Asociación de Dueños de Hogares en la urbanización Encantada, Dennis Medina, describió el ambiente entre los vecinos luego de que una explosión registrada el martes, 1 de octubre, en la calle Arcoíris de la urbanización Pacífica, en Trujillo Alto, cobró la vida de una mujer.

“Esta mañana hay un poco más de tranquilidad, pero hay mucha tristeza”, expresó Medina en entrevista telefónica con El Nuevo Día.

La víctima fue identificada por el Negociado de la Policía como Maricarmen Maldonado García, de 51 años, madre de tres hijos y abuela de dos. Uno de sus hijos, de 26 años, resultó herido en la explosión y recibe atención médica en un hospital de la zona.

Maldonado García trabajaba en Robinson School, en San Juan. La institución expresó su pesar en las redes sociales.

“Lamentamos la partida de Maricarmen Maldonado García, una amada miembro de la Junta de Directores de Robinson School y una pilar de nuestra comunidad. La dedicación y contribuciones invaluables de Maricarmen a nuestra escuela dejaron una marca en la comunidad. Su pasión y los valores que inculcó en todos a su alrededor continuarán inspirándonos”, lee la publicación en Facebook.

Medina afirmó que Maldonado García era muy querida en la calle Arcoíris, donde ubica su residencia.

“No era una vecina más, era una calle de mucha camaradería y hay mucha tristeza y mucha preocupación porque no hay una decisión final de qué fue lo que ocurrió”, comentó. Medina añadió que aunque la respuesta a la emergencia fue rápida, existe inquietud en comunidad sobre la continuidad de la pesquisa.

“Hay el temor (de) que no se le dé seguimiento... No tenemos queja por la respuesta, tenemos ansiedad de que no se le siga dando seguimiento”, señaló.

Para honrar la memoria de Maldonado García, los residentes de Encantada realizarán un acto ecuménico, en la misma urbanización desde las 7:00 p.m. de esta noche.

En una entrevista radial con WKAQ 580 en la mañana del miércoles, el comisionado del Negociado para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (NMEAD), Nino Correa, expresó que el oficial investigador de incendios teoriza, preliminarmente, que la causa de la explosión pudo haber sido por un escape de gas en la residencia.

Medina resaltó que dicha teoría preliminar ha exacerbado la ansiedad entre los residentes, quienes, al igual que muchos puertorriqueños, tienen tanques de gas en sus residencias para el funcionamiento de diversos enseres.

“Hay residentes que tienen 500 libras de gas propano y, supuestamente, (la explosión) fue con 100 libras”, detalló Medina. “Hay una preocupación muy grande porque mucha gente cree que fue por el calor. Como no hay un informe final, empiezan las especulaciones, y la preocupación más grande es qué pasa con los tanques que quedan en las otras residencias”, añadió.

En entrevista telefónica con El Nuevo Día, Juán F. Charlés, ingeniero mecánico del Colegio de Ingenieros y Agrimensores de Puerto Rico, y quien anteriormente investigó otros casos de explosiones en Puerto Rico como el estallido de los tanques de aceite de la Corporación Caribeña de Petróleo (CAPECO) en el 2009, explicó que, aunque el calor no sea un factor principal, sí podría contribuir a incidentes de esta naturaleza.

“(Si hay calor,) Tú necesitas menos chispa para que origine (una explosión) porque las temperaturas altas que estamos viviendo en Puerto Rico hoy día... esa alta humedad, ese alto calor... la humedad se convierte en combustible cuando se calienta, y esa misma humedad puede llevar (a) una chispa”, reveló.

Por su parte, el alcalde de Trujillo Alto, Pedro Rodríguez González, decretó, este miércoles, tres días de duelo debido a la tragedia.

“Todavía (los vecinos) estaban asimilando la situación. Algunos de ellos trabajaban desde la misma casa o se estaban preparando para ir al trabajo, estuvieron allí y sintieron el impacto (de la onda expansiva). Están afectados y asombrados por eso, al igual que por la pérdida de una vecina”, expresó el funcionario.

Rodríguez González dijo que activó a personal del Departamento de Control Ambiental, así como a funcionarios de la Policía Municipal y de la Oficina de Obras Públicas, para visitar la comunidad y comenzar la remoción de escombros en la zona. Preliminarmente, al menos 22 residencias sufrieron daños a consecuencia de la explosión.

“Iniciamos un proceso de limpieza de la calle y de las casas al frente que tenían mucho escombro... Hubo casas que se le volaron las puertas y ventanas, y estuvimos colocándoles paneles para defenderlas”, dijo Rodríguez González, quien aseguró que la carretera ya se encontraba limpia.

Aunque el mandatario municipal indicó a El Nuevo Día que la mayoría de los residentes con casas impactadas regresaron a sus hogares, Medina expuso que al menos cinco dueños de residencias no recibieron el visto bueno para regresar por recomendación de ingenieros tras realizar inspecciones.

Para Charlés, estas tragedias resaltan la necesidad de cumplir con los requisitos mínimos para mantener un sistema de gas, como lo establece el código de Puerto Rico.

El ingeniero sostuvo que para que se emita un permiso para utilizar una instalación de gas residencial o para un comercio, el sistema debe pasar una inspección realizada por miembros del Negociado del Cuerpo de Bomberos, ente que otorga una certificación de seguridad si el sistema cumple con los requisitos.

“Si hay un tanque (de gas), debe asegurarse de que no haya escape en las líneas, que las líneas no tengan choque mecánico, ni corrosión, que las unidades estén perfectamente realizadas cuando se conecta un componente a otro, que la valvula de regulación sea adecuada, que todos los elementos de medición sean inspeccionados regularmente en las viviendas”, recomendó Charlés.

De acuerdo al ingeniero, no se requiere de una preparación especial para asegurarse de que un tanque de gas esté ajustado correctamente.

“Tome un poco de líquido de fregar (mezclado con agua) en un recipiente y ponga un poco del agua con jabón en cualquier lugar que haya una conexión de una línea de gas. Si se forman burbujas, eso quiere decir que hay un escape”, explicó Charlés.

El gas propano es invisible e inodoro (no tiene olor). Sin embargo, el ingeniero detalló que al gas propano disponible para residencia y comercios se le añade un olor particular, parecido a huevos podridos, que le deja saber a una persona que hay un escape.

No obstante, Charlés sostuvo que puede resultar difícil detectar el olor cuando ocurre una filtración de menor escala.

Charlés recomendó a las personas que utilizan gas propano a llevar a cabo estos pasos para determinar si existe un problema: