El periodista José A. Delgado, corresponsal en Washington D.C. de El Nuevo Día, recibió el “Primer y Único Premio de Periodismo, Bolívar Pagán”, por parte del Instituto de Literatura Puertorriqueña, en reconocimiento a sus “escritos e investigaciones periodísticas sobre asuntos puertorriqueños desde la capital de Estados Unidos”.

Así lo informó el doctor Ramón Luis Acevedo, presidente de la institución autónoma afiliada a la Universidad de Puerto Rico (UPR), que tiene la encomienda, por virtud de ley, “de estimular, reconocer y divulgar las letras puertorriqueñas”.

“Primero, el Instituto está formado por instituciones muy importantes en Puerto Rico, que el hecho de recibir el reconocimiento de parte de instituciones tan importantes me llena de mucha satisfacción y lo agradezco profundamente. Pero, en términos del trabajo, lo que quisiera resaltar es que se está reconociendo el trabajo que hacemos en el periódico para acercarnos a la diáspora, para tratar los temas fundamentales de Puerto Rico en Washington”, compartió Delgado, quien desde septiembre de 2001 ha sido corresponsal en la capital federal de El Nuevo Día.

Los Premios Nacionales de Literatura y Periodismo entregados en esta ocasión corresponden a los mejores libros y artículos periodísticos publicados en 2023.

La Junta de Directores del Instituto está compuesta por los presidentes o delegados de la UPR, el Ateneo Puertorriqueño, el Instituto de Cultura Puertorriqueña, la Academia de la Historia, la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española, la Academia de Artes y Ciencias, y el Gobierno de Puerto Rico.

Delgado, quien reconoció por su parte la labor de los fotoperiodistas que lo han acompañado, sometió ante la consideración de la Junta de Directores varios reportajes sobre la diáspora en Estados Unidos y el debate en torno al status político de Puerto Rico, dos asuntos que han marcado su trayectoria periodística.

Entre las historias sometidas, destacó los artículos que destacan el 50 aniversario de tres grandes instituciones de los puertorriqueños en Estados Unidos: el Centro de Estudios Puertorriqueños del Hunter College; el Centro Cultural Puertorriqueño Juan Antonio Corretjer de Chicago; y el Taller Puertorriqueño de Filadelfia. También, sometió perfiles de las diásporas de Chicago, Filadelfia, Boston y Washington D.C.

En cuanto al tema del status, presentó dos reportajes que, en su opinión, enmarcan la realidad del estancamiento de esa discusión ante el Congreso federal.

El Instituto de Literatura Puertorriqueña también otorgó el Primer Premio Nacional de Literatura en la categoría de Creación a la novela “¿Quién mató a Elena Ruz?”, del escritor Edgardo Rodríguez Juliá, de Ediciones Callejón. Un segundo premio se otorgó a la novela “Gardeño: un abogado en un mundo enfermo”, escrita por Hiram Lozada Pérez, de Isla Negra Editores.

En la categoría de Investigación y Crítica, la institución entregó el Primer Premio Nacional de Literatura al libro “Entre talleres y ebanistas: historia de los principales artífices del mueble puertorriqueño (1850-1960)”, de José Luis Colón González, de la Editorial de la Universidad Interamericana de Puerto Rico.

Un segundo premio se concedió a la investigación “¡Vamos a México!: la ruta de los emigrantes puertorriqueños a Yucatán y Tabasco (1901-1910)”, escrito por Teresita Torres Rivera. Mientras, un tercer premio se concedió a José Lee Borges por su investigación “Chinos PR”, de Ediciones Callejón.

En las menciones honoríficas con diploma, el Instituto de Literatura Puertorriqueña destacó las publicaciones “Esteban Tollinchi: historia, arte y filosofía”, del investigador Carlos Rojas Osorio, de Isla Negra Editores; “Erradicando el prejuicio racial”, de Lillian Lara Fonseca, editada por el ICP; “La identidad de Brazo de Oro”, de Joseph Harrison Flores; y “San Germán en Guayanilla”, de José A. Taveras de León.