Con una inversión inicial de $3.7 millones –de un total de unos $26 millones–, el Municipio de Juncos inició la construcción de una nueva celda para el depósito de desperdicios sólidos en un terreno aledaño al antiguo vertedero, que el alcalde Alfredo “Papo” Alejandro Carrión planifica cerrar próximamente.

“En Juncos, tenemos vertedero desde hace más de 50 años. Todos los vertederos tienen un final, y vemos la necesidad de tener dónde echar los desperdicios, porque de lo contrario, vamos a tener que ir a (los vertederos de) Fajardo o Humacao, y el costo es muy caro”, señaló este viernes el alcalde.

En entrevista telefónica con El Nuevo Día, Alejandro Carrión comentó que la primera fase del proyecto encaminado contempla la construcción de una celda de 20.86 cuerdas, que tendrá una vida útil de cinco años, y que el alcalde espera esté lista para su uso en unos seis meses. En total, cinco celdas serán construidas en el terreno aledaño de 35 cuerdas, para un total de 25 años de vida útil, detalló.

La primera fase de la expansión incluirá el movimiento de terreno y la instalación de sistemas geotextiles y de contención de lixiviados, para así “garantizar la correcta separación de los líquidos y residuos sólidos”. De acuerdo con el primer ejecutivo municipal, la implantación de tecnologías modernas será prioridad para asegurar “un manejo responsable de nuestros desechos”.

Una vez completada la primera fase, indicó que la segunda se enfocará en la construcción de la próxima celda. En total, el proyecto cuenta con una asignación de casi $26 millones, con una subvención del programa “Rural Development” del Departamento de Agricultura federal y una aportación de $1.6 millones por parte del ayuntamiento.

Por otro lado, Alejandro Carrión explicó que la segunda fase contemplará el cierre del vertedero, que el Municipio opera desde 1978 y que abarca un área de 39.77 cuerdas, de las cuales 32.98 están destinadas a la disposición de residuos. El proyecto de cierre se encuentra en subasta, precisó.

Hace 10 años, la Agencia federal de Protección Ambiental (EPA, en inglés) ordenó el cierre de varios vertederos locales, entre ellos, el de Juncos. Según el alcalde, el proyecto de cierre del vertedero requerirá una inversión de $14 millones “para garantizar que no haga daño a nada en los alrededores”.

“Este vertedero, la ventaja que tiene es que los terrenos aledaños son terrenos que no tienen uso, que el único uso que se le podía dar era reserva o vertedero”, dijo. “El vertedero está en perfectas condiciones, lo único es que está lleno”, argumentó.

A la pregunta de cómo se defiende la expansión del vertedero, mientras la tendencia mundial es el cierre de estas instalaciones, el alcalde describió estos espacios como “males necesarios” para manejar los desperdicios sólidos.

“Se podrá decir que no queremos vertederos, pero ¿dónde echamos la basura? Lo cierro, me voy a Fajardo y tengo que buscar $4 millones para llevar la basura”, sostuvo Alejandro Carrión. “Aquí, nada que sea perjudicial para la gente de Juncos es algo que vamos a permitir”.

Según el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), en Puerto Rico, hay 29 vertederos, 11 de los cuales tienen acuerdos por consentimiento con la EPA. Cinco vertederos no reciben desperdicios actualmente y dos tienen fecha de cierre (Arecibo y Toa Alta). Además, 10 operan en cumplimiento ambiental.

Vecinos de Arecibo y Toa Alta han exigido al DRNA y la EPA agilizar el cierre de los vertederos en sus municipios, ante el impacto en la salud de los residentes y el ambiente. La clausura del vertedero de Arecibo está pautada para mayo de 2027. En el caso de Toa Alta, el vertedero debió cesar operaciones en diciembre de 2017, lo que no se concretó.

Otro vertedero en controversia ha sido el de Carolina, cuestionado recientemente por el supuesto mal manejo de lixiviados por parte de sus operadores. En junio pasado, El Nuevo Día constató la acumulación de estos residuos líquidos de la basura sin protección y que discurrían hacia la zona ecológica que colinda con la instalación de desperdicios.

Por su parte, el alcalde de Juncos espera que la expansión del vertedero en su pueblo beneficie a otros como Gurabo, San Lorenzo, Las Piedras y Trujillo Alto, entre otros, pues les quedaría “más cerquita”.

“Este proyecto es bien importante para el desarrollo sostenible de Juncos y el bienestar de nuestra comunidad”, aseveró Alejandro Carrión.