En una emotiva públicación, Amanda Velázquez, madre de Diego José Aponte, el niño de siete años que murió el 25 de diciembre, día de Navidad, en Fajardo, agradeció las muestras de cariño y solidaridad expresadas por el pueblo de Puerto Rico en este difícil momento.

“Hoy, con el corazón lleno de gratitud, quiero agradecer profundamente a cada una de las personas que nos acompañaron en este difícil momento. La partida de Diego ha dejado un vacío inmenso, pero su memoria y su luz continúan con nosotros”, dijo.

En un mensaje acompañado de una foto del niño, Velázquez reveló que, gracias a la generosidad y el apoyo de la gente, alcanzaron la meta de donaciones para los actos funerarios. Mencionó que más adelante informará sobre el día del velatorio.

“Cada contribución, cada gesto, cada palabra de aliento nos ha brindado fuerza en este camino. No hay palabras suficientes para expresar lo agradecidos que estamos por su solidaridad, por ayudarnos a transformar el dolor en esperanza y en una causa que honre la memoria de Diego José”, añadió en su publicación.

“Su amor y apoyo nos han dado la fortaleza para seguir adelante. ¡De corazón, gracias por estar con nosotros en este momento tan difícil!“, puntualizó.

El accidente se reportó a las 1:56 p.m. del miércoles, 25 de diciembre, en una residencia en la calle Medusa del barrio Las Croabas, informó el Negociado de la Policía.

Según la investigación, el menor se encontraba en los predios de la residencia cuando fue impactado por el conductor de un vehículo. El niño sufrió heridas de gravedad y fue transportado a un hospital de la zona, donde un médico de turno certificó su muerte.

Tras la pesquisa inicial, la Policía confirmó que reclasificó el caso de “accidente fatal” a uno de “incidente desgraciado” y que consultaría con la Fiscalía de Fajardo para la posible formulación de cargos contra el conductor.

En una entrevista reciente con El Nuevo Día, el capitán Elvis Zeno, del Negociado del Tránsito de la Uniformada, reveló que el conductor del vehículo Hyundai Venue color verde, del año 2021, “no está capacitado para conducir”.

“Se desorientó. No es la primera vez. Ha tenido accidentes en varias ocasiones. Ha entrado a esa residencia antes pensando que es la de él, porque vive al frente”, puntualizó el oficial.

Por su parte, la abuela del menor, Gloria Meléndez, lo describió como alegre, curioso, de corazón noble y dispuesto a ayudar a quien lo necesitara.

“(Era) bien jovial, se daba a querer. He visto las muestras de cariño de tanta y tanta gente, él llegó a tantos corazones. Era un niño especial porque a Diego le dio un derrame, en la barriga de su mamá, antes de nacer, y es un milagro. Yo vivía para sacarlo a flote y que él fuera independiente”, dijo a El Nuevo Día.