El más reciente conteo de personas sin hogar estimó en 2,096 la población que carece de un techo permanente en el país, una cifra que revela, además, que el 67% de las personas abordadas están entre los 35 y 64 años, y un 14.1% tienen más de 65 años.

De las 2,096 personas sin hogar, el 7.2% –o una de cada 10– enfrenta el sinhogarismo en familia o núcleos. “Recuerden que esto es solo lo que vemos, es la punta del iceberg”, expuso Yesenia Mojica, presidenta de la Junta de Directores del Programa de Cuidado Continuo (COC-503).

“Es absolutamente inaceptable que, años tras años, miles de puertorriqueños vivan en situación de calle. No podemos resignarnos, normalizarlo ni tolerarlo. Una noche que una persona duerma en la calle es demasiado. Es responsabilidad de todos, no de un colectivo, no de un gobierno, es de todos”, señaló Mojica, en conferencia de prensa.

Los datos recopilados, a través de todo el país, por los Sistemas de Cuidado Continuo (COC) PR-502 y PR-503, un colectivo multisectorial que atiende esta problemática, develaron que el 49.8% de los adultos mayores de 65 años enfrenta el sinhogarismo por primera vez y el 69.1% presenta alguna vulnerabilidad, como el consumo de alcohol (38.7%), condición de salud mental (39.6%) y alguna incapacidad o impedimento (21.2%).

“Tenemos personas hasta de 93 años en la calle y, de hecho, si comparamos lo que era la mediana de las personas sin hogar cuatro o cinco conteos atrás, vamos a ver que, igualmente, el fenómeno de envejecimiento de la población se observa en la población de las personas sin hogar”, señaló Anitza Cox, directora de Análisis y Política Social de Estudios Técnicos.

En el conteo, se identificaron 296 adultos mayores, de los cuales el 84.7% no estaba albergado.

Existen varios factores que pueden incidir en el aumento reflejado en el conteo, como el abandono de personas mayores de 65 años, la crisis económica que atraviesa el país, el diagnóstico de una condición de salud incapacitante y el número de familias viviendo en condición de pobreza.

“La presentación (de estos datos) lo que no te deja ver es lo que hacemos antes de eso, y a modo de ejemplo, les puedo decir que el COC PR-502 había atendido a 2,300 personas, a diciembre 30 de 2023 y, de esas, 1,782 recibieron un beneficio que culminó su crisis de falta de vivienda. Son 1,700 personas que, de lo contrario, estarían en la calle”, dijo Belinda Hill, presidenta del COC PR-502.

El COC PR-502 impacta a 24 pueblos del norte de la isla. Mientras, el COC PR-503 brinda servicios a las personas sin hogar en 54 municipios del este, sur y oeste. “No deberíamos existir, en el sentido de estar remediando que alguien haya estado en la calle por períodos prolongados, y ese es el trabajo nuestro y lo seguirá siendo hasta que reduzcamos significativamente el sinhogarismo”, expuso Hill.

El análisis también indica que, aunque los hombres representan a la mayoría de las personas sin hogar, con un 78.3%, la cifra de mujeres viviendo en la calle alcanzó el 25.8%. Un 0.2%, de otra parte, se identificó como transgénero.

El análisis del COC PR-502 concluyó, además, que el 46.6% de los encuestados se identifican con la raza blanca y un 25.7%, como negro afroamericano. Mientras, de los 2,096 encuestados, 531 dijeron que, al momento del análisis, residían en un albergue de emergencia o en un programa de vivienda transitoria.

Las personas no albergadas sumaron 1,565. Estas, usualmente, pernoctan en la calle o acera (36.9%), en casas o edificios abandonados (19.6%), parques (2%), vehículos 1.3% y en autobuses o estaciones de transporte (0.9%).

En cuando a la concentración de personas sin hogar, esta se reportó, principalmente, en los municipios de San Juan (25.8%), Ponce (6.3%), Caguas (5.9%), Bayamón (5.2%) y Vieques (5%). “A ellos, le siguen municipios como Vega Baja, Humacao, Arecibo, pero, como decían hace un momento, vamos a ver pueblos en el centro de la isla –como este corredor que comienza por Arecibo y sigue por Utuado y Jayuya– donde se concentra una proporción importante”, afirmó Cox.

Este conteo, en particular, se realizó durante los últimos días de enero. Los datos –como destacaron durante la presentación– son un retrato de un momento dado de una parte de la población que enfrenta el sinhogarismo, por lo que no es considerado un censo.

A través del conteo, explicó Cox, se cuentan las personas albergadas, o sea, que al momento del análisis están hospedadas en proyectos de viviendas transitorios, albergues de emergencia o hoteles. El término de personas no albergadas se refiere a aquellas que pernoctan en un auto, un parque o en la calle.

Cox indicó que, entre las personas encuestadas, el 55.4% enfrentaban el sinhogarismo por primera vez, lo que representa un alza en comparación con los datos el 2023, cuando esta cifra alcanzó el 52.6%.

Tal como ha ocurrido en los pasados años, las principales razones del sinhogarismo están asociadas al abuso de drogas (41.9%), problemas familiares (34.3%), problemas financieros (34.3%), crisis financieras (16.9%), desempleo (15.9%) y crisis de salud mental (14.15%). En el 2022, el 46.5% de las personas abordadas le atribuyó su situación de calle al abuso de sustancias controladas.

De hecho, el 73% presentó alguna de estas condiciones de vulnerabilidad. “El conteo es la herramienta más poderosa que tenemos para establecer los planes a seguir en las organizaciones que atendemos el sinhogarismo”, sostuvo Hill.

Estos factores, sin embargo, cambian cuando se analizan por subpoblación. Entre las personas de 65 años o más, de los cuales el 49.8% enfrenta el sinhogarismo por primera vez, el uso problemático de drogas y alcohol es la razón principal (38.7%), seguido de condiciones de salud mental (39.6%) y alguna incapacidad o impedimento (21.2%).

El esfuerzo se realiza gracias a la colaboración de organizaciones sin fines de lucro que trabajan con las personas sin hogar e integran el COC PR-502 y PR-503. Además de monitorear las condiciones de esta población en un momento determinado, es un instrumento necesario para recibir fondos del Departamento de Vivienda federal (HUD, en inglés) dirigidos a atender las necesidades de este grupo.