Por un lado, la Junta de Supervisión Fiscal recién avaló la contratación para los trabajos de interconexión, mientras que los desarrollos están en diversas etapas de ejecución
Por un lado, la Junta de Supervisión Fiscal recién avaló la contratación para los trabajos de interconexión, mientras que los desarrollos están en diversas etapas de ejecución
4 de diciembre de 2024 - 11:10 PM
Un contrato recién autorizado a LUMA Energy por la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) reveló que los trabajos de interconexión a la red eléctrica de los proyectos de fincas solares pertenecientes al llamado “Tranche 1″ se extenderán hasta 2026, a pesar de que los acuerdos entre los desarrolladores privados y la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) disponen que estas instalaciones deben estar aportando energía al sistema a finales de 2025.
Bajo el “Tranche 1″ –como se denominó a la primera ronda de licitación de obras de energía renovable a escala industrial–, se adjudicaron, en 2022, 16 contratos, de los cuales 11 cubren proyectos de generación solar y los restantes cinco, la instalación de baterías para almacenamiento de energía.
El principal oficial de Asuntos Regulatorios de LUMA, Mario Hurtado, confirmó que, por “múltiples razones”, buena parte de los proyectos de energía renovable se completarán entrado el 2026, en lugar de entre septiembre y noviembre de 2025, como se estipuló en las enmiendas que se introdujeron a los contratos de los desarrolladores en 2023. En ese entonces, la AEE y los proyectistas –con el aval del Negociado de Energía de Puerto Rico (NEPR)– acordaron que, a partir del “cierre” de los contratos, iniciará el conteo regresivo de 24 meses para que las fincas solares comenzaran a producir energía.
“Ha habido cambios que se hicieron en el alcance, en el tamaño de los proyectos, en la manera en que se estaban financiando, y esos cambios hicieron que el tiempo fuera más largo para completarlos. Ahora, esos cambios, diría que fueron buenos y necesarios. Esto no es como enchufar un abanico y prenderlo. Se tomaron decisiones como añadirle más capacidad (de generación) a un proyecto, después se tiene que hacer el estudio (de interconexión) otra vez. Todo impacta, pero lo importante es que el propósito era tener mejores proyectos a menor precio”, sostuvo Hurtado.
En una carta del 26 de noviembre, el abogado principal de la JSF, Jaime El Koury, notificó a LUMA que el organismo había dado paso a la contratación de las empresas Linxon US LLC y AtkinsRealis Caribe LLP para ejecutar las mejoras de ingeniería necesarias para que la generación de las fincas solares pueda inyectarse a la red eléctrica. El contrato, de acuerdo con la misiva, tiene un monto máximo de $128,024,523 y se extenderá por 18 meses, es decir, hasta mediados de 2026.
La comunicación de la JSF precisa que LUMA había iniciado la licitación del contrato en marzo de 2023, por lo que transcurrieron más de 20 meses hasta que se recibió el visto bueno del ente que controla las finanzas públicas.
Hurtado, en entrevista con El Nuevo Día, argumentó que, en el camino, LUMA tuvo que modificar los términos de la licitación para incorporar nuevas guías del Departamento de Justicia respecto a la contratación de servicios de ingeniería, profesión regulada por la Ley 173 de 1988.
“Tuvimos que hacer unos cambios durante el proceso de licitación para acomodar ese cambio, y fue la decisión correcta, porque si no, no hubiéramos podido tener un proceso 100% dentro de la ley”, dijo.
Aunque se abstuvo de ofrecer las fechas específicas para cada proyecto, Hurtado señaló que la entrada en operación de las fincas solares oscilará entre finales de 2025 y 2026, toda vez que las obras se encuentran en distintas etapas de desarrollo.
“Depende de dónde están en el proceso, (cada uno) tiene su propia dinámica y creo que todos están trabajando para hacerlo lo más rápido posible. Es un cambio enorme, porque estamos hablando de 20 proyectos que en uno o dos años entrarán en operación. Inclusive, hace muchos años que no se interconecta ningún proyecto (renovable a gran escala) en Puerto Rico”, puntualizó, indicando que, del lado de LUMA, los esfuerzos se han concentrado en adelantar las compras de equipo y materiales necesarios para las interconexiones.
“Es un alcance grande porque estamos hablando de múltiples puntos de interconexión ”Mario Hurtado
Según los términos aprobados por el NEPR, los desarrolladores deberán costear los trabajos de interconexión, pero solo hasta el tope del estimado que LUMA les ofreció como parte de las negociaciones de los llamados “acuerdos de interconexión”. Una vez la interconexión rebasa el estimado –lo que se espera ocurra ante la tendencia inflacionaria de los pasados años–, la diferencia será recuperada a través de las facturas a los consumidores.
Los 11 proyectos de generación solar del “Tranche 1″, de acuerdo con sus últimas enmiendas, tendrán capacidad combinada para producir cerca de 830 megavatios (MW), mientras los cinco de baterías podrán despachar 350 MW por espacio de cuatro horas. Por años, el desarrollo de proyectos de gran escala ha sido la principal apuesta para incrementar la cartera de energía renovable del país, que permanece rondando el 5% pese la meta estatutaria que ordena llegar a 40% en 2025.
La carta de la JSF precisa que Linxon será el “contratista principal” de los trabajos de interconexión, mientras AtkinsRealis Caribe fungirá como el “ingeniero” de las obras.
“Se reparten las funciones en términos de ingeniería, construcción y responsabilidades de compra. Es un alcance grande porque estamos hablando de múltiples puntos de interconexión”, señaló Hurtado.
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