Con un presupuesto de $12 millones anuales, Acción Social de Puerto Rico atiende las necesidades de este grupo poblacional y empieza a integrar personas de menos edad como plan de prevención
Con un presupuesto de $12 millones anuales, Acción Social de Puerto Rico atiende las necesidades de este grupo poblacional y empieza a integrar personas de menos edad como plan de prevención
15 de diciembre de 2024 - 12:00 PM
Los cambios demográficos que Puerto Rico enfrenta han obligado a repensar los programas dirigidos a los adultos mayores para integrar personas más jóvenes como estrategia de prevención y de intercambio intergeneracional, tal como lo ha comenzado a hacer la organización Acción Social de Puerto Rico, Inc. (ASPRI).
“Me gustaría que asistieran personas de 50 años en adelante, como prevención, porque es importante que se mantengan independientes el mayor tiempo posible. Hay personas que están en sus hogares y, quizás, se ponen limitaciones muy temprano en su vida. Podríamos tener gente más joven en los centros (de actividades múltiples), hay que atraer a otra población. A veces, la misma legislación limita (que se acepten personas menores de 60 años). Estamos repensando algunos proyectos a nivel de piloto”, explicó Nilda Olmeda, directora ejecutiva de ASPRI, que cuenta con 17 centros de actividades múltiples para personas de 60 años en adelante.
Una de las propuestas, además de permitir que personas más jóvenes participen de los proyectos, busca que personas retiradas que tienen amplia experiencia y destrezas en diversas áreas laboren como voluntarios en las iniciativas. Esto no solo beneficia a los participantes regulares, sino que les permite a esos voluntarios sentirse útiles y mantenerse vigentes y conectados en la sociedad.
ASPRI se fundó como organización sin fines de lucro en 1982 y es una de las entidades elegibles en la isla para recibir fondos del “Community Services Block Grant” (CSBG) para combatir los niveles de pobreza en poblaciones de bajos ingresos. Para ofrecer servicios a través de diferentes proyectos en 76 municipios y con 424 empleados, la entidad recibe anualmente $12 millones del CSBG. Diariamente, reciben de 25 a 30 personas en cada uno de los 17 centros y sirven alimentos a cerca de 300 personas en esas instalaciones, así como en los hogares donde residen personas que tienen problemas de movilidad.
En los pasados 42 años, ASPRI ha sido testigo no solo del cambio demográfico que el archipiélago ha experimentado, que ha provocado que los adultos mayores representen más de un tercio de la población, sino del aumento en las necesidades de ese grupo.
“La soledad es un problema común”, afirmó Olmeda, cuando se le preguntó por las situaciones que observa en los participantes de la organización. Otro de los retos más significativos, indicó, es la falta de transportación, especialmente en las zonas rurales. En términos operacionales, la dificultad para reclutar personas para que laboren como asistentes del hogar es similar a lo que ocurre en otros sectores de la economía.
Para atender las necesidades de las personas de mayor edad, ASPRI cuenta con diversas iniciativas en los centros, además del servicio de alimentos, socialización, giras, conferencias, actividades recreativas y cuidado de la salud física y mental.
“Los centros van dirigidos a la autosuficiencia, que las personas puedan mantener su funcionalidad por el mayor tiempo posible”, destacó, por su parte, Sarinef Figueroa, directora del centro de servicios múltiples de Yabucoa.
Sobre el servicio de asistencia, Olmeda y Figueroa indicaron que tienen a 230 personas que se benefician. Para recibir la asistencia, las personas deben pasar por una evaluación de una trabajadora social y una supervisora. Dependiendo de la condición del solicitante, las asistentes ayudan en el cuidado, confección de alimentos y limpieza de algunas áreas del hogar, como el baño y el cuarto.
Igualmente, cuentan con un servicio para entregar materiales de emergencia, equipo médico y del hogar y para ayudar a pagar por el costo de los medicamentos que las aseguradoras dejan de ofrecer en algún momento del período de cobertura (el llamado “gap”).
Esa es una de las iniciativas para las cuales ASPRI ha hecho alianza con entidades como MCS Foundation y el Fondo de Alimentos, del cual se distribuyen alimentos.
Como parte de sus proyectos, la entidad también cuenta con un programa de desarrollo de autogestión comunitaria, con técnicos que llevan talleres de diferentes temas, entre otros proyectos. Actualmente, hay 20 comunidades en ese programa, que se extiende por un período de dos a tres años en cada una, con el objetivo de incluir a otro grupo en el siguiente ciclo.
Como parte de su compromiso social, ASPRI no se limita a servir a la población de personas envejecidas y cuenta con un programa de educación para niños y jóvenes sobre temas como bellas artes, música, baile, gimnasia, bomba y plena e instrumentos musicales. Aunque actualmente tienen unos 350 niños en esa iniciativa, el grupo de menores ha disminuido significativamente con el envejecimiento de la población, por lo que se decidió desarrollar una versión para adultos.
También como resultado del cambio demográfico, ASPRI reconoce la necesidad de capacitar y acompañar a los cuidadores de adultos mayores, cuyo servicio será más requerido cada vez.
Por eso, en centros como el de Yabucoa cuentan con el proyecto Amigos del Cuidador.
“Los centros van dirigidos a la autosuficiencia, que las personas puedan mantener su funcionalidad por el mayor tiempo posible ”Sarinef Figueroa
“Muchos de los que se benefician del programa de emergencia son familiares que cuidan adultos mayores y de ahí nace el proyecto. Hemos visto la necesidad de capacitarlos y acompañarlos en ese proceso. Es un plan piloto con la intención de replicarlo en otros centros. El proyecto promueve la salud integral y la calidad de vida de los cuidadores, con un enfoque holístico”, explicó Figueroa.
Para atender a ese grupo de familiares que cuidan, abundó, “trabajamos con diferentes organizaciones, como la Universidad Carlos Albizu, para ofrecer consejería psicológica, y la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico, que da talleres y asesoría legal. También, tenemos un acuerdo con el Fideicomiso de Salud Pública”.
Además, están trabajando una iniciativa como plan piloto en seis centros, llamada Unidos por el Bienestar Comunitario, que busca allegar servicios a comunidades aisladas.
“El acuerdo con la Universidad Albizu ha sido bien beneficioso para los participantes y porque el joven estudiante se identifica con la población que atiende. Es un activo para la organización, pero también se prepara a los jóvenes para que conozcan y entiendan las situaciones con las que se van a enfrentar” cuando se gradúen y ejerzan su profesión como consejeros, celebró Olmeda.
El carácter intergeneracional de esta iniciativa continúa tomando importancia en ASPRI, donde se reconoce la importancia de integrar a los más jóvenes para sensibilizarlos sobre las necesidades de las personas envejecidas y capacitarlos para darles la mano.
Por su parte, Figueroa mencionó que, con ese fin, se creó un proyecto de mentoría, en el que los niños y jóvenes comparten y aprenden de los mayores. “El fin es vincular a los adultos con los jóvenes. Se identifican cuatro adultos mayores y cuatro estudiantes de escuela superior para que desarrollen actividades en conjunto”, puntualizó.
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Para recibir servicios de ASPRI, puede comunicarse al (787) 273-1878 o a través del correo electrónico accionsocialdepr@aspripr.org.
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