New Fortress Energy informó que espera materializar una serie de transacciones de deuda para evitar un evento de incumplimiento, que podría activar las cláusulas de cancelación del contrato de su filial
New Fortress Energy informó que espera materializar una serie de transacciones de deuda para evitar un evento de incumplimiento, que podría activar las cláusulas de cancelación del contrato de su filial
18 de noviembre de 2024 - 11:10 PM
La matriz de Genera PR, New Fortress Energy (NFE), notificó en su más reciente informe financiero que su gerencia mantiene un nivel de “duda sustancial” de que podrá continuar operando como una “empresa solvente”, a base del capital con el que cuenta al presente para sufragar las operaciones en “años futuros”.
“La gerencia ha concluido que existe duda sustancial en torno a nuestra capacidad de continuar como una empresa solvente (‘going concern’). Aun cuando la gerencia espera que se logren todas las condiciones precedentes y las transacciones se cierren en las próximas semanas, lo que aliviará esta duda sustancial, no puede haber garantías de que tendremos éxito cerrando las transacciones, o que el financiamiento adicional será suficiente para continuar operaciones en los años futuros”, indicó NFE en el informe trimestral a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, emitido el 12 de noviembre.
La bancarrota de NFE es uno de los escenarios que podrían activar la cancelación automática del contrato que Genera PR mantiene desde 2023 para administrar la flota de generación de la Autoridad de Energía Eléctrica, un escenario en el que no sería necesario el aval de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) o del Negociado de Energía de Puerto Rico (NEPR).
Además de ser la matriz de Genera PR, NFE también suple el gas natural que se utiliza como combustible en las unidades #5 y #6 de la central San Juan y en varios generadores portátiles en esa instalación y en la central Palo Seco. NFE recibe el combustible en un terminal que habilitó en 2020 sin solicitar permisos ante la Comisión Federal Reguladora de Energía, organismo que recién comenzó a preparar una declaración de impacto ambiental con miras a tomar una determinación final en torno a la operación.
En declaraciones escritas a El Nuevo Día, el presidente de NFE, Wesley Edens, indicó que la empresa se encuentra en “etapas avanzadas de refinanciar su deuda corporativa mediante el intercambio de $2,700 millones en notas garantizadas de primer grado”.
“Una vez completado, (el préstamo) extenderá los vencimientos de deuda de la compañía hasta 2029 y también extenderá aproximadamente $900 millones de su línea de crédito revolvente en los próximos años. Además, la compañía ha completado una emisión de capital de $400 millones, proporcionando mayor liquidez al negocio y puenteando a la compañía hacia un flujo de caja libre positivo”, afirmó el principal oficial ejecutivo.
Según Edens, el “enfoque estratégico” de NFE incluye la identificación de “socios para financiamientos, emprendimientos comerciales o venta de activos en uno o más de los negocios principales de la compañía”, que, además de Puerto Rico, tiene proyectos en países como Brasil, Jamaica, México, Nicaragua y Estados Unidos.
A raíz del reporte de NFE, el Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA, en inglés) –que en pasados años ha estudiado el panorama de la industria en Puerto Rico– advirtió que la incertidumbre de NFE “podría crear más problemas para el futuro financiero de la isla”.
“La compañía, un supuesto líder de la burbuja de crecimiento global de gas natural licuado, está ahora explotando. Las implicaciones de esta potencial bancarrota en la sobreoferta de gas natural a nivel global podría ser la punta del iceberg”, alerto el IEEFA, que en 2022 preparó un informe cuestionando la viabilidad del modelo financiero de NFE.
Según el grupo de análisis, una de las interrogantes pendientes es si el mercado considerará la advertencia de incumplimientos como “un evento aislado” o como “evidencia adicional en la extensa cadena de umbrales financieros debilitados que aquejan al sector de combustibles fósiles”.
Si bien Genera PR mantiene una personalidad jurídica separada de NFE, el contrato suscrito en enero de 2023 precisa que la bancarrota “voluntaria” o “involuntaria” propia o de sus empresas matrices es una de las causales para la rescisión del pacto.
El contrato, en su Artículo 14.1, sostiene que la cláusula se activaría con un evento de bancarrota que implique al “operador” o su “garante”, que a su vez se refiere a la “compañía matriz” o alguna entidad sucesora.
De suscitarse alguno de estos escenarios, “este acuerdo quedará inmediatamente terminado sin acción adicional del administrador (Autoridad para la Alianzas Público Privadas), si necesidad de una decisión judicial o adjudicación de un árbitro que confirme el derecho del administrador a darlo por terminado”, indica el documento en el Artículo 14.2.
El lenguaje sobre la cancelación ante un evento de bancarrota se distingue de otras causales, en las que el acuerdo precisa que la rescisión solo podrá materializarse con “la aprobación previa del NEPR o la JSF (de seguir existiendo)”.
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