28 de enero de 2025 - 1:54 PM
De herramienta comunitaria a modelo global. La plataforma virtual ilumiNACIÓN, creada por la organización Resilient Power Puerto Rico (RPPR) para asistir a grupos comunitarios y combatir la inequidad energética y sus consecuencias, fue reconocida con el Premio Nacional de Diseño-Acción Climática por el Museo Smithsonian de Diseño Cooper Hewitt.
El reconocimiento –revelado este martes– reitera la importancia de la transformación y democratización energética a nivel comunitario y la participación ciudadana en el proceso de diseño, subrayó Alejandra Castrodad Rodríguez, directora ejecutiva de RPPR, en entrevista con El Nuevo Día. “El premio reconoce la importancia de crear herramientas para poder desarrollar soluciones colectivas”, afirmó.
RPPR es una entidad que nació, justamente, en el contexto del apagón general después del huracán María (2017), con el objetivo principal, en ese momento, de viabilizar que las organizaciones que estaban trabajando en la recuperación en comunidades marginalizadas pudieran seguir haciendo su trabajo, explicó Castrodad Rodríguez, economista con trasfondo en inequidad. Decidieron, entonces, que el acceso a energía renovable sería el catalítico para que los grupos de base comunitaria mantuvieran la continuidad de sus servicios.
“Hacemos un ejercicio estratégico intencional, de descifrar cómo podíamos llevar a escala ese modelo de llevar la energía renovable a los centros comunitarios, pero, además, democratizar la toma de decisiones en torno a qué centros recibían la inversión”, indicó.
Así nació, entonces, el programa Red de Redes, a través del cual se promueve un proceso de diseño colaborativo de tres etapas: coaprender, codiseñar y codesarrollar. “Lo que hicimos fue establecer colaboraciones con redes existentes de proveedores de servicios y apalancamos el funcionamiento de esas redes para, entonces, trabajar un proyecto con ellos, que consiste en ir creando un portafolio de inversión y que, desde ese portfolio, cuando llegan fondos, las mismas redes deciden en dónde se va a asignar el dinero”, explicó.
“Nosotros ofrecemos asistencia técnica a estas organizaciones para que identifiquen, en primer lugar, lo que son sus necesidades energéticas, tengan todos los datos y la información para diseñar soluciones de eficiencia energética y de energía renovable”, abundó.
Hasta la fecha, RPPR ha trabajado con 35 organizaciones e invertido $480,000. Como parte de su labor, ha instalado 44 sistemas de energía solar, desde Culebra hasta Mayagüez.
“Nos enfocamos en todos aquellos factores que determinan lo que es la vulnerabilidad climática. Es decir, que, aunque todos nos vamos a ver ciertamente impactados, cuando ocurre un desastre natural, entre nosotros existen comunidades y grupos que van a recibir un impacto mayor”, anotó Castrodad Rodríguez, añadiendo que el objetivo es reducir ese impacto y lograr que las organizaciones puedan continuar ofreciendo sus servicios a poblaciones vulneradas.
La plataforma ilumiNACIÓN –desarrollada de forma colaborativa bajo el liderazgo de Castrodad Rodríguez, como diseñadora conceptual; Víctor Cuadrado Landrau, como programador y desarrollador; y Gustavo Castrodad Rodríguez, en la identidad visual y gráfica– tiene como origen el contexto post-María, en el que había pocos recursos y los fondos se repartían por competencia.
RPPR identificó que las comunidades que más necesitan los recursos son las que menos capacidad tienen para competir por los fondos. “Y la razón es que siempre esas competencias tienen unos requisitos técnicos de datos, de información, a la cual normalmente las comunidades más marginalizadas de bajos ingresos no tienen acceso, porque no pueden pagar los consultores o porque no tienen el peritaje dentro de sus propias organizaciones”, señaló la directora ejecutiva.
“Los apagones ya no requieren desastres naturales para ocurrir ”Alejandra Castrodad Rodríguez
El objetivo, entonces, fue diseñar, en primera instancia, una herramienta que permitiera a la entidad determinar las necesidades energéticas de las comunidades e identificar el tamaño del sistema que necesitan. Esa especie de auditoría interna inicial permite, a su vez, precisar el patrón de consumo y crear una reducción inmediata, lo que se traduce en ahorros.
En la segunda fase, las entidades pueden evaluar cuánto ahorran al hacer el cambio a equipos eficientes y mejorar los patrones de consumo, cuál es el equipo y comparar. En un tercer paso, pueden definir cuál es el sistema que necesitan, basado en las cargas totales y las cargas críticas, “las que tú necesitas para de verdad mantenerte en funcionamiento”, ilustró.
“Estamos preparando a estas organizaciones para que les impacte lo menos posible una situación de desastre, sea natural o antropogénico, porque los apagones ya no requieren desastres naturales para ocurrir”, expuso Castrodad Rodríguez.
Dentro de ilumiNACIÓN –que se desarrolló con el apoyo financiero de The Boston Foundation–, los cálculos y análisis en torno a cuánta energía consume una entidad comunitaria, cuáles son las cargas totales, las críticas y el consumo fantasma, y qué tipo de equipo requieren para un consumo eficiente, son posibles a través de la “calculadora energética”. El proyecto también tiene otras herramientas en desarrollo, atadas a la visión de coaprendizaje que RPPR promueve.
“Este proceso de nosotros poder diseñar las herramientas mientras, a su vez, estamos implementando el proyecto, nos ha permitido ir mejorando la herramienta en respuesta a, justamente, lo que necesitan los usuarios de esa herramienta”, expuso.
Al utilizar la calculadora –que opera como un formulario–, el usuario identifica cada uno de los equipos eléctricos y se va identificando cuánto está consumiendo y qué gasto está generando.
“De inmediato, hay un aprendizaje ahí, automáticamente modifica consumos”, subrayó la directora ejecutiva. “Esta calculadora está diseñada para generar información para la acción, así es como nosotros lo planteamos, es decir, que la información convierte al usuario en diseñador”.
Compartió que, a mediano plazo, la idea es generar una cultura que reconoce que las comunidades aportan información valiosa en la toma de decisiones de política pública y diseñar proyectos, así como seguir fomentando que no sean espectadores en dichos procesos, sino participantes activos. “Y, por eso, es que la herramienta se llama ilumiNACIÓN”, destacó.
“En términos de política pública, nosotros estamos apoyando exclusivamente lo que es las inversiones en energía renovable, descentralizada y distribuida”, sostuvo, al argumentar que, tras el impacto del huracán María en el sistema energético, fue posible evidenciar “la gigantesca inequidad de la recuperación después del desastre”, siendo las comunidades marginalizadas, bajo el nivel de pobreza y geográficamente distantes las últimas en restaurarles el servicio.
El reconocimiento a ilumiNACIÓN y RPPR supone, en términos inmediatos, la oportunidad de establecer nuevas colaboraciones para fortalecer y desarrollar la herramienta con recursos económicos, manifestó Castrodad Rodríguez.
“También, para nosotros, en términos simbólicos, el premio refleja y es un reconocimiento de dos cosas en las que nosotros creemos firmemente: que las comunidades tienen unos saberes y unos conocimientos que son valiosísimos y, de hecho, fundamentales en el desarrollo de políticas públicas; y reconoce el ingenio, la creatividad y el talento de los puertorriqueños y puertorriqueñas que han estado diseñando soluciones aquí, que se han ido convirtiendo en modelos en términos de cambio climático y sustentabilidad para el resto del mundo”, subrayó.
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