Tras congelar por hasta tres meses adicionales la tarifa de energía eléctrica, el Negociado de Energía de Puerto Rico (NEPR) emitió un requerimiento de información dirigido a conocer si LUMA Energy, entre junio y agosto, cumplió con su obligación de ordenar a Genera PR utilizar las unidades de generación más económicas de la flota, minimizando así los costos de compra de combustible.

El lunes, el NEPR denegó la petición de aumento que LUMA presentó en septiembre, que hubiera tenido un impacto de más de 12% sobre los clientes residenciales –que actualmente pagan 23.99 centavos por kilovatio hora– bajo la premisa de que el consorcio no había sometido suficiente información para justificar el ajuste.

“LUMA no estableció la secuencia u orden de despacho de las generatrices, ni cómo se vio afectado el despacho previamente proyectado a raíz de las interrupciones de servicio durante el periodo de junio a agosto de 2024, lo cual resulta fundamental para determinar si los incrementos en gastos incurridos en la compra de combustible fueron prudentes y razonables”, subrayó el NEPR en el requerimiento que divulgó el martes.

Aunque Genera PR opera la flota generatriz y se encarga de comprar el combustible, es LUMA Energy, como operador del sistema de transmisión y distribución, quien decide las unidades que deben despachar energía, utilizando como criterio principal el costo de producción eléctrica. En ese análisis, LUMA debe priorizar las unidades más económicas, que suelen ser las más grandes de las distintas centrales.

La mayoría de las unidades de respuesta rápida –que se encienden cuando ocurren averías en las plantas base o aumenta la demanda– utilizan diésel, que suele ser un combustible más caro que el gas natural o búnker C.

“Si se demuestra que existían unidades de menor costo que no fueron utilizadas, el Negociado de Energía no trasladará estos costos adicionales a los consumidores”, agregó el organismo.

La deficiencia que LUMA reportó entre los costos de compra de combustible y los ingresos por consumo de junio a agosto superó los $111 millones, un margen que LUMA atribuyó a las elevadas temperaturas –que dispararon el consumo–, las averías en varias unidades de Genera PR e “ineficiencias” en la producción de las plantas.

Conforme al requerimiento del NEPR, LUMA tendrá hasta el 8 de octubre para responder las interrogantes. En la orden, el NEPR adelantó que, una vez recibidas las respuestas, citará a una vista.

“El Negociado de Energía subraya que la clasificación de un gasto como prudente o razonable, incluyendo los cargos por compra de combustible, no es automática, ni tampoco la autorización para su inclusión en la factura, sino que requiere una evaluación y aprobación por parte del Negociado de Energía bajo los criterios de prudencia y razonabilidad”, señaló el ente regulador del sector energético.