El reposo absoluto que los médicos del hospital Gemelli en Roma le ordenaron al papa Francisco desde el pasado 14 de febrero, ha sido clave para su restablecimiento en las últimas horas tras padecer de una neumonía doble.

La salud del pontífice acaparó la atención mundial desde que el líder religioso interrumpió la homilía por segunda vez ante una multitud congregada en el Aula Pablo VI, en la Ciudad del Vaticano.

El papa ya confrontaba problemas por una bronquitis y le costaba respirar para leer su discurso. Su debilitada voz evidenciaba la seriedad de los problemas respiratorios que comenzaban a amenazarle.

Desde entonces, los fieles en Puerto Rico se sumaron a la diversa comunidad de cristianos que se reúnen en todo el mundo para interceder por su pronta recuperación.

El arzobispo de la Arquidiócesis de San Juan, el monseñor Roberto González Nieves, manifestó su solidaridad con el máximo líder de la Iglesia católica y dijo que la forma en la que el entorno del papa Francisco ha atendido la crisis de salud sirve como ejemplo para todas las instituciones.

“Es un signo positivo y un mensaje a los demás líderes del mundo que la transparencia es necesaria hoy en día”, expresó González Nieves en entrevista con El Nuevo Día.

En ese mismo sentido se dirigió el sacerdote de la Parroquia Santísimo Sacramento, en la comunidad La playa de Ponce. El padre Orlando Lugo Pérez manifestó que los atributos del papa Francisco sirven como motor para la búsqueda continua del impacto en las comunidades.

“Yo creo que no estamos conscientes de lo grande que es el legado y la figura del papa Francisco. Todo el mundo está viendo al papa Francisco en este momento, no importa en la etapa en la que se encuentre, como el latinoamericano más importante de la historia de la humanidad, no solamente para la iglesia católica sino en el ejercicio de la política exterior”, señaló en el podcast Página Abierta.

El doctor en Derecho Canónico admitió, además, que desde su propia experiencia durante los pasados 15 años como sacerdote, el pontificado de Francisco ha sido “la bendición más grande”.

El líder religioso fue enfático al señalar que aunque el papazgo de Francisco no le ha traído a suelo boricua, su vínculo con Puerto Rico es muy cercano.

“No existe un papa que conozca más de Puerto Rico que el papa Francisco porque ha trabajado directamente con la Conferencia Episcopal Latinoamericana y del Caribe. Antes de ser papa era el secretario de la Conferencia Episcopal. Nuestros obispos puertorriqueños siempre han tenido un trato cercano con él”, sentenció.

Lugo Pérez narró que tan reciente como el pasado mes de octubre el obispo de la Diócesis de Ponce, Rubén A. González Medina compartió junto al papa en la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos.

“Él conoce todo lo que está ocurriendo en Puerto Rico. Desde aquí le deseamos todo lo mejor al papa”, puntualizó.

A pesar de la mejoría que el papa ha mostrado en las últimas horas sus médicos mantienen una prognosis reservada.

¿Qué pasa si el papa renuncia o fallece? ¿Qué dicta el protocolo de la Santa Sede? Escucha el episodio de Página Abierta.