En busca de pitones reticuladas, la culebra que parece adueñarse del territorio naranjiteño, personal de la Unidad de Vida Silvestre del Cuerpo de Vigilantes del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), inició este lunes junto con personal de la Policía Municipal y Manejo de Emergencias Municipal de este pueblo, las inspecciones en las escuelas del municipio.

Comenzaron en la escuela Mercedes Rosario en el casco urbano donde rebuscaron dentro de salones de clase, cajas, gabinetes y en todos los rincones del patio del aula para prevenir que niños puedan encontrarse con el peligroso reptil.

“Ellas tienden de día a esconderse en lugares donde no hay mucha luz, por eso buscamos debajo de los gabinetes, dentro de las gavetas, si fuera de noche ellas estuvieran afuera, son animales de hábito nocturno”, explicó el teniente Ángel Atienza Fernández, director de la Unidad de Vida Silvestre.

La inspección que realizó el personal municipal y estatal está atada a la declaración de emergencia que firmó el alcalde de Naranjito, Orlando Ortiz Chevres, el 6 de agosto, para atender lo que catalogó como un alza en la presencia de especies invasoras de culebras en su pueblo, en particular, de pitones reticuladas.

La aparición de culebras en las escuelas no es una situación aislada en las escuelas de este municipio, contó María Ortega Cosme, directora de la escuela Francisco Morales, que actualmente opera en horario “interlocking” en la Mercedes Rosario.

“Antes de la situación que estamos viviendo y que se declarara la emergencia, aquí los estudiantes, aquellos que no le tienen miedo, podían aparecer de repente con una culebra de las corredoras”, contó en referencia a una especie nativa. La situación, sin embargo, es distinta ahora, con una especie invasora que, además, es la más grande del mundo.

“Hay un temor porque ya el tipo de reptil que se está viendo es uno más grande, más agresivo, así que ya tenemos un plan coordinado para el día 19 (de agosto) dar una charla con el equipo de Recursos Naturales a toda la facultad, a todo el estudiantado y la comunidad”, explicó.

El objetivo de esa charla, que se llevará a los once planteles de Naranjito, es orientar sobre cómo reaccionar ante la presencia de esta culebra, cómo diferenciarla de la boa puertorriqueña -que está en el listado de especies en peligro de extinción- y a dónde llamar para el manejo adecuado del animal.

“Nosotros tenemos un plan operacional de emergencia, que ve muchas áreas, (pero) no contemplaba esto, ahora va a tener que ser incluido dentro del plan, cómo reaccionar ante esa situación”, planteó la directora.

Atienza explicó que la pitón reticulada tiene en su piel patrones en forma de diamantes en los que destaca el color amarillo y los ojos son anaranjados. Esta serpiente puede llegar a medir hasta 30 pies de largo.

La culebra nativa, por su parte, puede alcanzar los siete pies y sus colores son oscuros, como el marrón, negro y gris. “Está protegida, no se le puede hacer daño”, subrayó el teniente.

La boa constrictora, que es también una especie invasora, es color marrón y se identifica particularmente por el color rojizo de su cola.

“Esos animales matan por acecho, una boa constrictora, que te topes con ella, se molesta, te hace un ‘seseo’, es una alerta y te puede morder”, indicó el experto. “Las pitones sos culebras muy rápidas, no es que va a ir lenta donde ti, es un animal de gran tamaño que si logra enrrollarse encima de ti te va a causar problemas”, anotó.

Al filo del mediodía, cuando el personal culminaba la primera inspección sin hallazgos de pitones y se disponía a moverse a un segundo plantel en espera de inspección, una llamada alertó que un matrimonio de adultos mayores había encontrado una en su patio, en el sector Guadiana Alta del barrio Guadiana.

Allí, Jesús Díaz, de 78 años, no tuvo otra opción que utilizar su machete y matar al animal, que medía alrededor de siete pies.

“Sentimos el revolú, la culebra sale y él le tiró con el machete y le tumbó la cabeza. Gracias a Dios no había más ninguna, yo estaba asustá por él, más que por mí”, relató Aida Luz Santiago, de 75 años, la esposa de Jesús.

En el suelo, muerta con dos machetazos, se encontraba la pitón que poco antes acechaba los animales de Jesús y Aida y que ya había dado muerte a una gallina. “Lo que hizo fue que la apretó, la tenía en la boca casi”, contó la mujer.

Aunque se trató de la primera vez que una pitón llegaba hasta su patio, la naranjiteña narró que recientemente había aparecido una en el patio de sus vecinos.

“Tiene que uno que estar pendiente, alerta, tenemos una bisnieta que tiene siete añitos y siempre se pasa por aquí“, contó, con temor ante la posibilidad de que un ejemplar de este tipo termine atacando a una persona.

Luego de atender esa situación y retirar la pitón muerta, el personal municipal y estatal se dirigió a las escuelas Silvestre Martínez en el barrio Guadiana y Bernarda Robles de Hevia en el barrio Nuevo. Allí tampoco se encontraron pitones este lunes, pero otra llamada alertó sobre el hallazgo de una ejemplar de este tipo en el sector Cerro de los Rodríguez en el barrio Anones. Esa pitón, capturada viva, midió entre 12 y 14 pies de largo.

“Es un depredador, es un animal que va a estar buscando animales para comer, alimentarse de aves, peces, mamíferos pequeños, murciélagos, que también causaría un desbalance ecológico”, anotó Atienza. “Es la culebra más grande del mundo y puede causarle una muerte a una persona en cualquier momento”, advirtió.