El evento de esta madrugada fue la segunda ocasión en menos de tres años que una falla en la subestación de Costa Sur deja al país entero a oscuras
El evento de esta madrugada fue la segunda ocasión en menos de tres años que una falla en la subestación de Costa Sur deja al país entero a oscuras
31 de diciembre de 2024 - 3:15 PM
Conocer con precisión las razones que provocaron que –por segunda vez en menos de tres años– una falla en el patio de interruptores frente a la central Costa Sur, en Guayanilla, redundara en un apagón general tomará “algún tiempo”, reconoció este martes el director de Asuntos Externos de LUMA Energy, José Pérez.
“Me imagino que debe tomar algún tiempo. Nosotros venimos obligados a hacer un informe ante el Negociado de Energía sobre la causa de esto, así que estaremos haciendo eso. Aquí lo importante es decirle al país que el sistema sigue siendo débil, que todos los días, con las pequeñas y grandes cosas que hacemos, lo hacemos más fuerte y resiliente, pero que queda mucho trabajo por hacer”, afirmó el portavoz, a la pregunta de si la investigación sobre el incidente tomaría varias semanas.
Aunque se desconoce a ciencia cierta qué causó la avería en un cable soterrado de 230 kilovoltios (kV) del patio de interruptores –desde donde sale la energía producida tanto en Costa Sur como en la cogeneradora EcoEléctrica–, Pérez descartó de plano que pudiera obedecer a un “error humano”, y lo atribuyó a una falla mecánica.
“Error humano, no (ocurrió). Eso, te tengo que decir, (que está) descartado completamente, en el sentido de que alguien haya hecho algo, de nuestra parte. Fue algo mecánico, pero se están analizando todas las vías de lo que ocurrió, que lo puedan haber causado. Pero no fue que alguien apretó un botón de forma equivocada”, insistió el ejecutivo de LUMA.
El 6 de abril de 2022, en horario nocturno, un interruptor del “switchyard” de la central Costa Sur explotó, causando igualmente un efecto cascada en las demás plantas generatrices del país, que dejó al país a oscuras por varias horas, antes de un proceso de restauración que se demoró varios días.
En esta ocasión, la avería, que desencadenó la salida de las demás centrales del país, se produjo poco después de las 5:30 a.m. del martes, dejando a todo el país sin servicio en plena Nochevieja. Pérez reiteró que LUMA proyecta que el servicio demore unas 48 horas en normalizarse, lo que incluiría devolver al sistema la generación de Costa Sur y EcoEléctrica a través de cables de transmisión alternos.
A las 3:00 p.m., el consorcio indicó, en declaraciones escritas, que alrededor de 73,000 clientes habían recuperado el servicio eléctrico en el archipiélago, representando apenas el 5% de los consumidores, de acuerdo con LUMA. El portal del consorcio, a eso de las 3:45 p.m., no permitía el acceso a la sección en la que, de ordinario, se actualizan periódicamente las cifras de abonados sin electricidad a nivel regional.
Tan reciente como en octubre, el Centro para una Nueva Economía (CNE) había advertido, en un análisis sobre la desconexión entre las iniciativas para modernizar el sistema eléctrico, de la amenaza de un evento “en cascada” si no se tomaban medidas dirigidas a estabilizar la red “a corto plazo”.
“Al día de hoy, no se puede descartar una falla en cascada del sistema eléctrico en el futuro inmediato. (…) Por lo tanto, todos los esfuerzos deben dirigirse a eliminar o, al menos, minimizar el riesgo catastrófico a corto plazo”, indicó entonces el director de Política Pública del CNE, Sergio Marxuach.
Pérez, en entrevista con El Nuevo Día, subrayó que la falla registrada en la madrugada del martes fue de naturaleza distinta a la de abril de 2022, cuando una avería en un interruptor de circuito –que posteriormente se conoció que había excedido su vida útil– provocó un incendio en el “switchyard”.
Del patio de interruptores de Costa Sur salen extensas líneas de transmisión de 230 y 115 kV que transportan la generación de esa central y de la cercana EcoEléctrica –en Peñuelas– en dirección al norte, este y oeste del país. En conjunto, Costa Sur y EcoEléctrica se encontraban produciendo unos 800 megavatios (MW) al momento de la falla, señaló Pérez, lo que representa cerca del 40% del consumo en esta época del año.
El oficial de LUMA recalcó que, desde el apagón de 2022, el consorcio ha dado mantenimiento a todos los componentes del patio y atendiendo los “puntos calientes” que se identifican en riesgo de fallar.
“Todo el tiempo se hace el trabajo para mantener estos patios de interruptores en forma óptima”, enfatizó. “El sistema está tan débil, no se supone que hubiera un apagón, que el efecto cascada causara que hubiera un apagón masivo. El sistema está tan mal diseñado que los sistemas de relevos de carga no aguantaron, simplemente tumbaron”, añadió, en referencia a las repercusiones del evento sobre las centrales Aguirre (Salinas), Palo Seco (Toa Baja), San Juan y la cogeneradora AES (Guayama), que igualmente salieron de servicio.
En declaraciones escritas, el director ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), Josué Colón, subrayó que urgía que LUMA y Genera PR agilizaran los trabajos de arranque de las unidades de respuesta rápida (“blackstart”) localizadas alrededor de la isla. A las 3:45 p.m., LUMA reportaba en su portal que el consumo apenas rondaba los 270 MW, lejos de los sobre 2,000 MW que regularmente se reportan en invierno.
Pérez, en tanto, insistió que LUMA respondió a la emergencia conforme a su protocolo, negando que los trabajos de restauración se retrasaran ante la ausencia del país de Raphael Gignac, su director de Operaciones.
“Todos nuestros compañeros en el Centro de Control Energético están preparados. Ahí está el ingeniero Gary Soto, que es el encargado de esa área (el Centro de Control en Monacillos). Es una persona con una experiencia única en el país manejando eso”, sostuvo el portavoz.
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