El consorcio inició los trabajos esta mañana, como parte de su plan de despeje de vegetación en torno a las líneas eléctricas
El consorcio inició los trabajos esta mañana, como parte de su plan de despeje de vegetación en torno a las líneas eléctricas
30 de octubre de 2024 - 12:59 PM
Vecinos de la calle Fuerte, en Santurce, solicitaron este miércoles a LUMA Energy detener la tala de árboles que inició en horas de la mañana en dicha vía, como parte del plan de despeje de vegetación en torno a las líneas eléctricas.
“La preocupación de nosotros, como residentes, es que nos quedemos sin los árboles, que son un pulmón en medio de la ciudad y característicos de la calle Fuerte”, denunció Alexandra Amador, quien habló con El Nuevo Día como portavoz de la comunidad y residente en la calle. “Escucho los camiones y, cuando me asomo, veo que LUMA está talando los árboles del lado este de la calle”, relató.
Amador añadió que se comunicó con el empleado a cargo en LUMA, y fue “cooperador y empático”, y hubo un acuerdo de mantener el diálogo entre el consorcio y la comunidad. “Lo que queremos es poder, pacíficamente, llegar a unos acuerdos, en donde LUMA pueda hacer su trabajo con las líneas eléctricas y nosotros conservar nuestros árboles”, subrayó.
Este medio solicitó una entrevista con LUMA, pero al momento de esta publicación no hubo respuesta. Por su parte, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) recalcó que todos los trabajos sufragados con fondos federales, como el proyecto de despeje de vegetación, deben cumplir estrictamente con las regulaciones estatales y federales.
“El DRNA participa como agencia comentadora en el proceso de permisos y se asegura de que cualquier trabajo propuesto, incluyendo la tala o poda de árboles, como realiza LUMA como parte de su operación para la limpieza de líneas eléctricas, se realice conforme a la ley y los reglamentos aplicables”, indicó el secretario interino Robert Méndez Martínez.
Añadió que el propósito de la gestión del DRNA es “garantizar la protección de los recursos naturales, incluyendo el manejo adecuado de la vegetación en áreas de infraestructura crítica como las líneas eléctricas”.
De acuerdo con Méndez Martínez, tanto LUMA como sus contratistas se exponen a multas y la “desobligación” de fondos federales destinados a estos proyectos, si incumplen con las regulaciones.
“El equipo del DRNA estará vigilante a estas obras y, si hay denuncias sobre estos trabajos, responsablemente, investigaremos y tomaremos las acciones necesarias”, manifestó.
El Nuevo Día observó que, en la calle Fuerte, hay ocho árboles en el mismo lado por el que se extienden los cables eléctricos. Personal de la compañía Xpert’s, subcontratada por LUMA, explicó que la orden recibida fue cortar o talar todos los árboles debajo de las líneas y podar los que estén en los laterales, cuyas ramas alcancen los cables.
Además de los ocho que serían talados, dos árboles serían podados. Cuando este medio acudió al área, el personal ya había iniciado la tala de dos árboles y recogía material vegetativo del suelo. Uno de los empleados precisó que la línea que discurre por la calle es de 4,160 kilovatios, alimentada por la línea 1105-01 desde una subestación.
“Estamos viviendo una situación de calor extremo; los árboles, se sabe que son necesarios para combatir esas situaciones, y sabemos que lo propio para el manejo de la vegetación en cuanto a la energía eléctrica es podar, no talar”, señaló, en tanto, Natalie Anaya, otra vecina de la comunidad.
“Esto tiene unas consecuencias en cuanto a la calidad de vida de las personas que vivimos aquí. No hubo una consulta con la comunidad; nosotros queremos estos árboles. Critican mucho a la Autoridad de Energía Eléctrica, pero, cuando estaba la Autoridad, uno no veía estas talas masivas, uno veía poda. ¿Por qué no pueden podar?”, sostuvo.
En julio, LUMA inició la primera etapa de su proyecto de despeje de vegetación, que se estima tomará más de tres años en completarse y que es la principal apuesta del consorcio para reducir la duración y frecuencia de los apagones.
El proyecto de despeje en San Juan es solo la primera de 31 etapas en las que el operador del sistema eléctrico dividió el proceso, cada una de las cuales requeriría la asignación de fondos de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés), a un costo global que el consorcio estima en $1,200 millones.
Sobre la tala en la calle Fuerte, el Municipio de San Juan respondió, en declaraciones escritas, que está en proceso de evaluación de los trabajos, a la luz las ordenanzas y leyes estatales establecidas para el manejo de árboles.
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