

5 de marzo de 2025 - 11:34 AM
Tres lechones a los que se dejaba morir de hambre como parte de una controvertida exposición de arte en Dinamarca que atrajo la atención internacional han sido robados, dijo el miércoles el autor de la instalación.
El chileno Marco Evaristti afirmó que el objetivo de su instalación artística, que se inauguró la semana pasada en Copenhague, era crear conciencia sobre el sufrimiento causado por la producción masiva de carne. Los lechones estaban siendo privados de comida y agua y se les habría dejado morir de hambre.
Pero en un giro inesperado, Evaristti reveló que los lechones —llamados Lucía, Simón y Benjamín— fueron sustraídos por activistas de derechos de los animales que contaron con la ayuda de su amigo, Caspar Steffensen.
“Llamé a la policía el sábado para reportar el robo de los lechones y tuve que cerrar toda la exposición por eso —así que me decepcionó mucho cuando Caspar me dijo el martes que había participado en el robo”, dijo Evaristti, quien afirmó haber recibido correos de odio.
“Pero luego pensé en ello durante unas horas y me di cuenta de que, al menos de esta manera, los lechones tendrían una vida feliz”, agregó.
La policía de Copenhague confirmó el miércoles que había recibido informes “de que los cerdos habían sido robados de la exposición”.
En la exposición “Y ahora te importa” de Evaristti se presentaba una jaula improvisada creada con carritos de compras que contenía a los tres lechones. Dijo que la intención de la instalación artística era crear conciencia sobre las crueldades de la producción moderna de cerdos en Dinamarca.
El grupo Animal Protection Denmark afirma que las cerdas son criadas en la industria porcina danesa para producir alrededor de 20 lechones a la vez, pero solo tienen 14 pezones, lo que obliga a las crías a competir por la leche materna, por lo que muchas de ellas mueren de inanición.
Sin embargo, varios grupos de derechos de los animales expresaron su preocupación por la exposición de Evaristti, diciendo que, si bien recibían con beneplácito las iniciativas para crear conciencia, no aprobaban el abuso contra los animales.
Steffensen dijo que no podía permitir que los tres animales enfrentaran una muerte dolorosa después de que su hija de 10 años le suplicó que “se asegurara de que los lechones no murieran”.
“Así que cuando un activista se acercó a mí para que le ayudara a liberar a los animales, los dejé entrar en secreto a la galería el sábado”, dijo Steffensen a la AP.
Señaló que, inicialmente, no planeaba contarle a Evaristti sobre la sustracción de los cerdos, pero el martes, cuando el grupo defensor de los derechos de los animales De Glemte Danske publicó una declaración en línea diciendo que había rescatado a los lechones, la operación secreta se hizo pública.
Evaristti dice que ya está desarrollando formas de revivir la exposición. Una idea es robar lechones muertos de plantas de procesamiento de carne y presentarlos al público. También quiere comprar otros tres lechones —no para dejarlos morir de hambre, sino para subastarlos al mejor postor, prometiéndoles una vida feliz.
“Recibí muchos mensajes de odio de todo el mundo —creo que la gente no entiende que mi arte trata sobre los derechos de los animales”, dijo Evaristti.
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