2 de marzo de 2025 - 4:47 PM
El papa sigue “estable”, no tiene fiebre y no ha necesitado ventilación mecánica no invasiva en las últimas horas, de lo que se deduce que ha superado la última crisis respiratoria del pasado viernes sin “consecuencias directas”, indicaron este domingo fuentes vaticanas.
“Las condiciones clínicas del Santo Padre se mantienen estables en la jornada de hoy; el papa no necesitó ventilación mecánica no invasiva, sino solo oxigenoterapia de alto flujo”, se informa en el último parte médico, que destaca también que “dada la complejidad del cuadro clínico, el pronóstico sigue siendo reservado”.
Teniendo en cuenta que los médicos del hospital Gemelli de Roma donde esta ingresado habían advertido de que se necesitaban entre 24 y 48 horas para saber si la crisis por broncoespasmo (contracción del canal bronquial) había provocado o no una nueva infección, “las informaciones no sugieren una continuación de la crisis”, destacaron las fuentes.
“Las señales de ayer y hoy” no sugieren una ‘neumonía ab ingestis’ que era el mayor temor, después de que la crisis, que causó un empeoramiento “repentino” de su cuadro respiratorio, estuviera acompañada de un cuadro de vómito por inhalación, lo que obligó a alternar la oxigenoterapia con la ventilación mecánica no invasiva, que este domingo ya no ha necesitado.
Francisco, que lleva 17 días ingresado en el Gemelli, ya superó otra crisis el pasado día 22, cuando por un ataque asmático prolongado se le tuvo que suministrar oxígeno, así como requirió transfusiones de sangre debido a una anemia y por primera vez desde su ingreso su estado fue considerado “crítico”.
“Esta mañana, el Santo Padre ha participado en la Santa Misa, junto a quienes lo cuidan durante estos días de hospitalización” y “luego ha alternado el descanso con la oración”, concluye el comunicado vaticano.
El pontífice, de 88 años, está hospitalizado desde el pasado 14 de febrero por una bronquitis con infección polimicrobiana a la que se sumó una neumonía bilateral.
Fuentes vaticanas indicaron previamente que el papa “desayunó, tomó “un café” y “leyó algunos periódicos”, como es su costumbre, mientras “continúa con su tratamiento”, después de que, a primera hora, la Santa Sede informase de que había pasado una noche “tranquila” y que estaba “descansando”.
El nuevo parte médico se produce después de que el de este sábado indicase que Francisco que se encontraba “estable” y mostraba “una buena respuesta” al tratamiento con ventilación mecánica no invasiva y oxigenoterapia tras la crisis del viernes.
También decía que el papa no tenía fiebre ni presentaba “leucocitosis” o no se ha registrado un aumento del número de globulos blancos, lo que descartaría nuevas infecciones, el mayor riesgo derivado del broncoespasmo por haber inhalado flujos gastricos.
Esta mañana, Francisco recibió la visita, por segunda vez desde su hospitalización, a dos de sus más estrechos colaboradores, el secretario de Estado vaticano, el cardenal italiano Pietro Parolin, y el sustituto de la Secretaría de Estado, el venezolano Edgar Peña Parra.
El portavoz vaticano, Matteo Bruni, confirmó la visita, sin dar más detalles sobre su contenido o duración, pero el encuentro ya daba indicios de que su recuperación tras la crisis respiratoria del viernes iba por buen camino.
Este mediodía, por tercer domingo consecutivo, el papa no pronunció el Ángelus desde la penúltima ventana del tercer piso del Palacio Apostólico en la plaza de San Pedro, donde, a pesar todo, se reunieron numerosos fieles procedentes de distintos lugares del mundo, muchos de ellos llegados a Roma por el Jubileo de la “Esperanza” convocado por Francisco.
“Os mando estos pensamientos todavía desde el hospital, donde como sabéis estoy desde hace varios días, acompañado por médicos y trabajadores sanitarios, a quienes doy las gracias por la atención con la que me cuidan”, dijo Francisco. El papa aseguró sentir “en el corazón ‘la bendición’ que se esconde dentro de la fragilidad”. “Doy gracias a Dios por haberme dado la oportunidad de compartir en cuerpo y espíritu la difícil situación de tantos enfermos y personas que sufren”, aseguró.
Francisco también agradeció a los fieles que rezan por su salud: “Siento todo vuestro afecto y vuestra cercanía y, en este momento particular, me siento como ‘llevado’ y sostenido por todo el Pueblo de Dios. ¡Gracias a todos!”, remarcó el pontífice.
Y no se olvidó de orar por la paz: “Desde aquí la guerra parece aún más absurda. Rezamos por la atormentada Ucrania, por Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán, Kivu”, indicó Francisco en el texto del rezo dominical difundido por la Santa Sede.
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