

20 de abril de 2025 - 9:56 PM
Roma — Irán y Estados Unidos planean reunirse nuevamente la próxima semana para discutir el programa nuclear de rápido avance de Teherán, después de que las partes señalaron que sus negociaciones entabladas el sábado habían sido “constructivas” y logrado “muy buenos avances”.
Un funcionario estadounidense confirmó que, en un momento durante las negociaciones en Roma, el enviado especial del presidente Donald Trump, Steve Witkoff, y el ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi, hablaron cara a cara.
Antes de que se reúnan nuevamente en Omán el 26 de abril, Araghchi dijo previamente que se llevarían a cabo negociaciones a nivel técnico en los próximos días. Que los expertos discutan detalles de un posible acuerdo sugiere un avance en las discusiones y se produce mientras Trump ha estado presionando por un acuerdo rápido mientras amenaza con acciones militares contra Irán.
Las partes “hicieron muy buenos avances en nuestras discusiones directas e indirectas”, según un alto funcionario del gobierno de Trump que habló bajo condición de anonimato para discutir una reunión diplomática privada.
Araghchi dijo a la televisión estatal iraní que “las conversaciones se llevaron a cabo en un ambiente constructivo y puedo decir que están avanzando. Espero que estemos en una mejor posición después de las conversaciones técnicas”.
Agregó: “Esta vez, logramos alcanzar un mejor entendimiento sobre una especie de principios y objetivos”.
Mientras que Estados Unidos dijo que se llevaron a cabo discusiones tanto directas como indirectas, los funcionarios iraníes las describieron como indirectas, al igual que el fin de semana pasado en Mascate, Omán, con el ministro de Exteriores de Omán, Badr al-Busaidi, trasladándose entre ellos en diferentes salas.
“Estas conversaciones están cobrando impulso y ahora hasta lo improbable es posible”, escribió al-Busaidi en la red social X.
En un mensaje separado en X, el Ministerio de Exteriores de Omán indicó que las partes acordaron seguir hablando para buscar un acuerdo que asegure que Irán esté “completamente libre de armas nucleares y sanciones, y manteniendo su capacidad para desarrollar energía nuclear pacífica”.
El hecho de que haya conversaciones es ya algo histórico, dadas las décadas de enemistad entre las dos naciones desde la Revolución Islámica de 1979 y la crisis de rehenes en la embajada de Estados Unidos en Teherán. En su primer mandato, Trump retiró unilateralmente a Washington del acuerdo nuclear entre Irán y las potencias mundiales en 2018, desencadenando años de ataques y negociaciones que no lograron restaurar el pacto que limitaba drásticamente el enriquecimiento iraní de uranio a cambio del levantamiento de sanciones económicas.
En juego está un posible ataque militar estadounidense o israelí a los sitios nucleares de Irán, o que los iraníes cumplan con sus amenazas de desarrollar un arma atómica. Mientras, las tensiones en Oriente Medio han aumentado debido a la guerra entre Israel y Hamas en Gaza y los ataques aéreos estadounidenses contra los rebeldes hutíes de Yemen, que cuentan con el respaldo de Teherán, en los que murieron más de 70 personas y decenas más resultaron heridas.
“Estoy a favor de impedir, sencillamente, que Irán tenga un arma nuclear”, afirmó Trump el viernes. ”Quiero que Irán sea grande, próspero y magnífico”.
Antes del inicio de las conversaciones, Witkoff se reunió en Roma con Rafael Mariano Grossi, director del Organismo Internacional de Energía Atómica, según una persona enterada del tema que habló a condición de anonimato al no estar autorizada para hablar de ello en público.
El organismo de vigilancia nuclear de la ONU probablemente sería clave para verificar el cumplimiento de los compromisos iraníes en caso de que se llegase a un acuerdo, como hizo en el pacto que alcanzaron en 2015 Teherán y las potencias mundiales.
En una serie de reuniones, Grossi también se reunió con el ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, quien se sentó con Araghchi antes de las conversaciones entre Estados Unidos e Irán.
Un acuerdo diplomático “se construye pacientemente, día tras día, con diálogo y respeto mutuo”, señaló Tajani en un comunicado.
Witkoff estuvo en París para participar en conversaciones sobre la guerra a gran escala de Rusia en Ucrania. Witkoff también se reunió en la capital francesa con el ministro de asuntos estratégicos del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, Ron Dermer, y el jefe del Mossad, David Barnea.
Dermer estuvo en Roma el sábado y fue visto en el mismo hotel donde se hospeda Witkoff. No estaba claro si eso fue una coincidencia, y no había indicios de que Dermer fuera parte de las conversaciones sobre Irán.
Araghchi, por su parte, llegará desde la capital iraní tras visitar Moscú, donde se reunió con autoridades, incluido el presidente, Vladímir Putin.
Rusia, que es una de las potencias mundiales que firmaron el histórico pacto de 2015, podría ser un actor clave en cualquier acuerdo entre Teherán y Washington. Los analistas sugieren que el Kremlin podría hacerse cargo del uranio iraní enriquecido al 60% de pureza, a un paso técnico corto de los niveles de grado armamentístico del 90%.
La capital de Omán, Mascate, fue la sede de la primera ronda de negociaciones entre Araghchi y Witkoff el fin de semana pasado, en la que los dos funcionarios se reunieron cara a cara después de conversaciones indirectas. Omán, un sultanato ubicado en el extremo oriental de la península Arábiga, ha servido durante mucho tiempo como interlocutor entre Irán y Occidente.
Antes de las conversaciones, Irán comentó unas declaraciones de Witkoff, quien primero sugirió que el país podría enriquecer uranio al 3.67% y luego afirmó que debía detener el enriquecimiento por completo. Ali Shamkhani, asesor del líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, escribió en X antes de las negociaciones que Irán no aceptaría renunciar a su programa de enriquecimiento, como hizo Libia, ni utilizaría uranio enriquecido en el extranjero para su programa nuclear.
“Irán ha venido en busca de un acuerdo equilibrado, no de una rendición”, escribió.
La política interna de Irán sigue candente por el uso obligatorio del hiyab, el pañuelo con el que las mujeres deben cubrirse la cabeza, mientras muchas siguen ignorando la ley en las calles de Teherán. También persisten los rumores sobre el posible aumento del costo de la gasolina subvencionada, una medida que ya causó protestas a nivel nacional en el pasado.
La moneda iraní, el rial, se desplomó a más de un millón por dólar estadounidense a principios de mes. Pero el diálogo con Washington ha reforzado la moneda, y Teherán espera que eso continúe.
Mientras, dos Airbus A330-200 usados, buscados durante mucho tiempo por la aerolínea estatal de Irán, Iran Air, llegaron al Aeropuerto Internacional Mehrabad de Teherán el jueves, según datos de seguimiento de vuelos analizados por The Associated Press. Los aparatos, que antes pertenecían a Hainan Airlines, de China, habían estado en Mascate y se registraron nuevamente en Irán.
Los aviones tenían motores Rolls-Royce, que incluían importantes piezas y servicios estadounidenses. Una transición de este tipo necesitaría la aprobación del Tesoro de Estados Unidos dadas las sanciones que pesan sobre la República Islámica. El Departamento de Estado y el Tesoro no respondieron de inmediato a un pedido de comentarios.
Según el acuerdo de 2015, Irán podría comprar nuevos aviones y tenía acuerdos por decenas de miles de millones de dólares con Airbus y Boeing Co. Sin embargo, los fabricantes se retiraron ante las amenazas de Trump al pacto nuclear.
Las noticias explicadas de forma sencilla y directa para entender lo más importante del día.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: