Se espera que Israel comience a permitir a los palestinos desplazados al sur regresar a sus hogares en el norte por primera vez desde el comienzo de la guerra
Se espera que Israel comience a permitir a los palestinos desplazados al sur regresar a sus hogares en el norte por primera vez desde el comienzo de la guerra
25 de enero de 2025 - 8:55 AM
Tel Aviv, Israel - Insurgentes de Hamás entregaron a cuatro soldados israelíes cautivas a la Cruz Roja el sábado después de mostrarlas ante una multitud en la Ciudad de Gaza. Israel siguió sus pasos con la liberación 200 presos o detenidos palestinos como parte del frágil alto al fuego en la Franja de Gaza.
Las cuatro soldados sonrieron ampliamente mientras saludaban y hacían un gesto con los pulgares hacia arriba desde un escenario en la Plaza de Palestina de la Ciudad de Gaza, flanqueadas por insurgentes y ante una multitud de miles de personas, antes de ser llevadas a los vehículos de la Cruz Roja que las esperaban. Es probable que actuasen bajo coacción, ya que rehenes liberados antes contaron que estuvieron cautivos en condiciones brutales y fueron obligados a grabar vídeos propagandísticos.
Por su parte, Israel liberó a 70 prisioneros palestinos que no podrán regresar a Gaza ni a Cisjordania, según reportó la televisión estatal egipcia Qahera TV, que dijo que llegaron al lado egipcio del cruce fronterizo de Rafah con Gaza. Egipto actuó como un mediador clave durante más de un año de conversaciones que llevaron al acuerdo de tregua.
Más tarde, los autobuses que transportaban al resto de los 200 presos palestinos liberados se dirigieron desde la prisión de Ofer, en la Cisjordania ocupada, a Jerusalén y a la ciudad de Ramala, donde les esperaban multitud de familiares y simpatizantes.
La liberación de las cuatro soldados fue recibida por los vítores de los cientos de personas congregadas en la Plaza de los Rehenes de Tel Aviv, donde seguían los acontecimientos en una pantalla gigante.
“Estoy sin palabras”, dijo Aviv Bercovich, uno de los espectadores. “Tuve escalofríos al verlas. Solo quiero que la guerra termine”.
La oficina del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, publicó más tarde un vídeo que mostraba a las liberadas siendo recibidas en una base del ejército israelí. Una de ellas, Liri Albag, sonrió, hizo un gesto con sus dos pulgares arriba y formó un corazón con la mano antes de subirse a una camioneta.
El equipo de Netanyahu dijo más tarde que se suponía que Arbel Yehoud, una civil retenida por Hamás, iba a ser liberada el sábado, y apuntó que no se permitirá que los palestinos empiecen a regresar al norte de Gaza –que estaba previsto que comenzase el domingo– hasta que eso ocurra.
Un alto cargo de Hamás señaló que el grupo ha informado a los mediadores que Yehoud será liberada la próxima semana.
Mientras, un funcionario egipcio involucrado en las negociaciones calificó esta discrepancia como un “problema menor” y dijo que los mediadores están trabajando para resolverla. Ambos responsables hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a discutir el asunto públicamente.
Las multitudes habían comenzado a reunirse antes en el día en Tel Aviv y en la Ciudad de Gaza a la espera del canje entre Israel y Hamás, el segundo de este tipo desde el inicio del alto el fuego en el territorio el fin de semana pasado y otra prueba para el acuerdo.
La tregua tiene como objetivo poner fin a la guerra más letal y destructiva jamás librada entre Israel y el grupo insurgente. El frágil acuerdo se ha mantenido, frenó los ataques aéreos y los cohetes y permitió un aumento de la ayuda que entra al pequeño enclave costero.
Al inicio del alto el fuego el domingo, tres rehenes retenidas por los insurgentes quedaron libres a cambio de 90 prisioneros palestinos, todos mujeres y niños. Para el sábado se espera la liberación de otras cuatro, a cambio de 200 prisioneros, incluidos 120 que cumplen penas de cadena perpetua por ataques mortales contra israelíes. Probablemente, serán liberados en Gaza o enviados al extranjero.
Las cuatro soldados israelíes, Karina Ariev, de 20 años; Daniella Gilboa (20), Naama Levy (20) y Liri Albag (19), fueron capturadas en el ataque de Hamás sobre el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, que dio comienzo a la guerra.
Fueron apresadas en la base de Nahal Oz, cerca de la frontera con Gaza, durante la invasión insurgente, que se cobró la vida de más de 60 soldados allí. Las secuestradas formaban parte de una unidad encargada de monitorear amenazas a lo largo de la frontera. Una quinta soldado de su unidad, Agam Berger (20), fue capturada con ellas, pero no estaba en la lista.
En la céntrica Plaza de Palestina de la Ciudad de Gaza, una multitud comenzó a congregarse temprano mientras los insurgentes trataban de acordonar la zona donde se iba a realizar a entrega a la Cruz Roja.
Docenas de militantes armados y enmascarados desfilaron en vehículos por las calles de la ciudad, según contó Radwan Abu Rawiya, un residente que estaba en la plaza.
Los niños corrían junto a los vehículos de los insurgentes mientras sonaban disparos de celebración, explicó en una entrevista telefónica.
“La gente está celebrando y esperando ver a las rehenes”, añadió.
Después del canje, se espera que Israel comience a retirarse del corredor de Netzarim –una carretera que va de este a oeste dividiendo Gaza en dos– y permita a los palestinos desplazados al sur regresar a sus hogares en el norte por primera vez desde el comienzo de la guerra.
Los palestinos solo podrán ir hacia el norte a pie. El tráfico rodado estará restringido hasta más adelante en el proceso de alto el fuego.
El Ministerio del Interior gazatí, dirigido por Hamás, dijo que los palestinos desplazados podrán regresar al norte a partir del domingo. En un comunicado, el departamento, que supervisa las fuerzas policiales, explicó que podrán moverse entre el sur y el norte del sitiado enclave a pie por la carretera costera de Rashid.
Lo que suceda después de la fase inicial de seis semanas del acuerdo es incierto, pero muchos esperan que lleve al final de una guerra que ha reducido amplias franjas de Gaza a escombros, desplazó a la gran mayoría de su población y dejó a cientos de miles de personas en riesgo de hambruna.
El conflicto comenzó con el ataque transfronterizo encabezado por Hamás, en el que murieron unas 1,200 personas, en su mayoría civiles, y otras 250 fueron tomadas como rehenes.
Más de 100 rehenes quedaron libres en una tregua de una semana el mes siguiente. Pero docenas llevan más de un año cautivos, sin contacto con el mundo exterior. Israel cree que al menos un tercio de los más de 90 que siguen en el territorio palestino fueron asesinados en el ataque inicial o murieron en este tiempo.
La guerra aérea y terrestre de Israel, una de las más letales y destructivas en décadas, se ha cobrado la vida de más de 47,000 palestinos, según funcionarios de salud gazatíes, cuyo conteo no distingue entre víctimas civiles e insurgentes, pero afirman que más de la mitad de los muertos son mujeres y menores.
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