

26 de abril de 2025 - 3:17 PM
Mascate, Omán — Irán y Estados Unidos sostuvieron el sábado negociaciones en Omán sobre el programa nuclear de rápido avance de Teherán, unas conversaciones que probablemente girarán en torno al enriquecimiento de uranio en la república islámica.
Las conversaciones se desarrollaron durante varias horas en Mascate, la capital del sultanato, rodeada de montañas, en el extremo oriental de la Península Arábiga.
Una persona cercana a Steve Witkoff, enviado especial de Estados Unidos para oriente medio, reconoció que la unión había iniciado y que concluyó posteriormente. La fuente habló bajo condición de anonimato para declarar sobre las conversaciones, efectuadas a puerta cerrada. La televisión iraní también informó sobre su conclusión.
Pero ni el ministro de Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, ni Witkoff ofrecieron detalles de inmediato sobre la ronda de conversaciones que encabezarían. Sin embargo, el ministro de exteriores de Omán, Badr al-Busadi, que había mediado las 2 rondas anteriores de conversaciones en Mascate y Roma, dio una nota positiva al final de las negociaciones del sábado.
Irán y Estados Unidos “identificaron una aspiración conjunta de llegar a un acuerdo basado en el respeto mutuo y en compromisos perdurables”, publicó al-Busadi en X. “Se abordaron los principios, objetivos y preocupaciones técnicas fundamentales. Las conversaciones continuarán la próxima semana con otra reunión de alto nivel, programada provisionalmente para el 3 de mayo”.
Araghchi llegó el viernes a Omán y visitó la Feria Internacional del Libro de la ciudad, rodeado de cámaras de televisión y fotógrafos. Un video grabado a última hora de la mañana del sábado mostró a Araghchi dirigiéndose a las conversaciones.
Witkoff estuvo en Moscú el viernes, donde se reunió con el presidente de Rusia, Vladímir Putin. Llegó el sábado a Omán, donde se esperaba que el diálogo comenzara en unas horas, según una fuente familiarizada con los viajes de Witkoff, que habló con The Associated Press bajo condición de anonimato para discutir las negociaciones, que se realizan a puerta cerrada.
Por otra parte, una fuerte explosión sacudió el sábado un puerto en el sur de Irán justo después del inicio de las conversaciones y causó al menos 500 heridos. Las autoridades no determinaron de inmediato el motivo de la deflagración, que parecía haber sido causada por un material altamente combustible, aunque las autoridades descartaron su industria petrolera y gasífera. Una empresa de seguridad también vinculó el incidente con un cargamento de un ingrediente químico que se utiliza para fabricar combustible de misiles.
Las conversaciones buscan limitar el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de algunas de las aplastantes sanciones económicas impuestas por Estados Unidos a la República Islámica, cuya enemistad se acerca a medio siglo.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado repetidamente con lanzar ataques aéreos contra el programa de Teherán si no se llega a un acuerdo. Las autoridades iraníes advierten cada vez más que podrían desarrollar un arma nuclear con sus reservas de uranio enriquecido a niveles cercanos a los de grado armamentístico.
El histórico acuerdo alcanzado en 2015 por Irán y las potencias mundiales limitó la actividad nuclear del país. Trump se retiró unilateralmente en 2018, desencadenando años de ataques y tensiones. La presión en Oriente Medio es alta debido también a la devastadora guerra entre Israel y Hamas en Gaza.
Trump, que viajó a Roma para asistir al funeral del papa Francisco, repitió que espera que las negociaciones conduzcan a un nuevo acuerdo nuclear, pero mantuvo abierta la posibilidad de un ataque militar si no se logra.
“La situación con Irán está saliendo muy bien”, declaró Trump a bordo de su avión oficial, el Air Force One. “Hemos tenido muchas conversaciones con ellos y creo que vamos a llegar a un acuerdo. Prefiero mucho más un acuerdo que la otra alternativa. Sería bueno para la humanidad”.
“Hay algunas personas que quieren llegar a un tipo diferente de acuerdo, un acuerdo mucho más desagradable, y no quiero que eso le suceda a Irán si podemos evitarlo”, agregó.
Aunque se espera que Araghchi y Witkoff vuelvan a hablar a través de la mediación omaní, expertos de ambos lados empezarán a negociar también los detalles de un posible acuerdo.
La delegación de expertos iraní estará encabezada por el viceministro de Exteriores, Majid Takht-e Ravanchi, según Mohammad Golzari, un funcionario gubernamental. Takht-e Ravanchi ya participó en el diálogo nuclear de 2015.
El equipo técnico de Estados Unidos, que se espera llegue a Omán el viernes, estará liderado por Michael Anton, director del equipo de planificación de políticas del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio. Anton no tiene la experiencia en política nuclear de quienes lideraron los esfuerzos de Washington hace 10 años.
Irán ha insistido en que mantener su capacidad de enriquecimiento es clave. Pero Witkoff ha complicado el asunto al sugerir primero en una entrevista televisiva que Teherán podría enriquecer uranio al 3.67%, y luego retractarse afirmando que debía cesar la actividad por completo. Esa última demanda ha sido reiterada por Rubio.
Sin embargo, los iraníes siguen siendo optimistas acerca del posible éxito de las conversaciones mientras el rial se recupera tras alcanzar mínimos históricos durante los cuales se necesitaban más de un millón de riales para comprar un dólar.
“Está bien negociar, hacer el programa nuclear más pequeño o grande, y llegar a un acuerdo”, dijo Farzin Keivan, residente en Teherán. “Por supuesto, no deberíamos darles todo. Después de todo, hemos sufrido mucho por este programa”.
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