Londres - La familia de Mike Lynch está “devastada” y “en estado de conmoción” por el trágico naufragio del velero en el que falleció el empresario británico y su hija Hannah, así como otras cinco personas, indicó un portavoz familiar en un comunicado.

La familia también agradece “sinceramente” a la guardia costera italiana y los servicios de emergencia por la labor para rescatar los cuerpos de los fallecidos en el naufragio del ‘Bayesian’, que se hundió el lunes en aguas de Sicilia tras el paso de una fuerte borrasca.

La embarcación transportaba a 10 miembros de la tripulación y 12 pasajeros, de los cuales 15 fueron rescatados con vida, incluida la pareja de Lynch y propietaria legal del ‘Bayesian’, Angela Bacares, .

“La familia Lynch está devastada, en estado de conmoción y recibe consuelo y apoyo de familiares y amigos. Sus pensamientos están con todos los afectados por la tragedia”, indica el comunicado.

“Quisieran agradecer sinceramente a la guardia costera italiana, a los servicios de emergencia y a todos aquellos que ayudaron en el rescate. Su única petición ahora es que se respete su privacidad en este momento de indescriptible dolor”, añade.

Lynch, de 59 años, era un destacado magnate británico que había estudiado Física, Matemáticas y Bioquímica en la Universidad de Cambridge y después lanzó varias empresas del sector tecnológico. Fundó la compañía tecnológica Autonomy en 1996, pero la vendió en 2011 al gigante informático Hewlett Packard (HP) por 11,000 millones de dólares (9.943 millones de euros), lo que le generó ganancias de 800 millones de dólares (723 millones de euros) y un litigio judicial de más de 13 años, del que fue absuelto el pasado junio.

HP dijo en su día que había encontrado “graves irregularidades contables” en Autonomy y llegó a acusar a Lynch de 17 cargos -luego reducidos a 15- como fraude y conspiración.

Además de Mike Lynch, fallecieron su hija Hannah; el empresario Jonathan Bloomer y su mujer, Judy; el abogado Chris Morvillo y su esposa Neda, así como el cocinero del velero, Recaldo Thomas.

Hannah Lynch, de 18 años, cuyo cuerpo fue rescatado hoy, había finalizado en junio el colegio secundario e iba a iniciar sus estudios de Inglés en la Universidad de Oxford, según los medios.

La joven era la última persona que estaba desaparecida del naufragio del ‘Bayesian’, el velero que se hundió el lunes pasado en el mar frente a Porticello, en Palermo (Sicilia), tras un fuerte tornado.

Durante la mañana los buzos habían vuelto a sumergirse a los 50 metros de profundidad, donde se encuentra el velero, en búsqueda de la última víctima, después de que este jueves recuperasen el cadáver del quinto de los seis desaparecidos y que era Mike Lynch, según los medios.

A media mañana de este viernes, los equipos de búsqueda localizaron el cuerpo y una hora después lograron recuperarlo y llevarlo a tierra firme para ser trasladado en una ambulancia al cementerio de Portici, en Palermo, donde se encuentran los restos mortales de las otras seis víctimas del naufragio.

Tras cuatro días de difícil búsqueda debido a la profundidad, que no permitía que los buzos estuvieran más de 12 minutos sumergidos, sólo quedaba encontrar a Hannah, tras haber recuperado los cuerpos del presidente del banco Morgan Stanley International, Jonathan Bloomer, y de su esposa Judy, y el abogado del empresario, Chris Morvillo y su mujer Neda.

Mientras que el primer día de búsqueda se recuperó en el mar el cadáver del cocinero de la nave, Recaldo Thomas, canadiense nacido en la isla de Antigua.

La joven fue localizada, al igual que las demás víctimas, fuera de los camarotes, lo que ha hecho pensar que las seis víctimas intentaron salir del velero mientras se hundía.

La Fiscalía de Termini Imerese, que está investigando el naufragio por los delitos de homicidio múltiple y naufragio por negligencia, podrá ahora disponer las autopsias de las víctimas y ha anunciado una rueda de prensa para el próximo sábado para dar detalles sobre la apertura de la investigación.

Queda por esclarecer cómo fue posible que el yate de 56 metros, equipado con las tecnologías y equipos de radar más sofisticados, pudo haberse hundido en pocos minutos como lo demuestran los numerosos vídeos adquiridos por los investigadores en domicilios y en un club náutico situado en la zona.

Una de las hipótesis inicialmente formuladas fue la rotura del mástil, que medía 75 metros, pero las operaciones de rescate habrían demostrado que en realidad está intacto.

Otra es que el barco se llegó a inclinar tanto que el agua entró con fuerza debido a que las escotillas y las compuertas laterales estaban abiertas, a pesar de los avisos de que se acercaba una tormenta.