La OTAN y la Unión Europea intensifican sus esfuerzos para persuadir a China de evitar que Corea del Norte siga enviando tropas y otro tipo de apoyo a Rusia en su guerra en Ucrania.

Según evaluaciones de inteligencia de Estados Unidos, Corea del Sur y Ucrania, se han enviado hasta 12,000 soldados norcoreanos a la región fronteriza de Kursk en Rusia para repeler a las fuerzas ucranianas. La OTAN indica que Rusia envía tecnología de misiles a Corea del Norte a cambio de su ayuda.

Mientras Rusia aprovecha su ventaja militar en Ucrania, Estados Unidos desea que sus aliados presionen políticamente a China para que controle a Corea del Norte. Desde que Pyongyang y Beijing establecieron vínculos diplomáticos en 1949, su relación ha sido descrita como “tan cercana como los labios y los dientes”.

Un elemento de presión política es la amenaza de un aumento en la actividad occidental en el patio trasero de China, la región Asia-Pacífico. Apenas la semana pasada, la Unión Europea estableció pactos de seguridad con Japón y Corea del Sur, dos potencias regionales.

En un artículo de opinión publicado en Politico la semana pasada, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, dijo que “China tiene la responsabilidad particular de usar su influencia sobre Pyongyang y Moscú para garantizar que cesen estas acciones. Beijing no puede decir que promueve la paz mientras ignora la creciente agresión”.

El jueves, en una visita a Letonia, Rutte advirtió que los intercambios de tecnología de misiles en particular representan “una amenaza directa, no solo para Europa, sino también para Japón, Corea del Sur y el territorio continental de Estados Unidos”. Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda ahora asisten regularmente a las reuniones de la OTAN.

El miércoles, tras sostener conversaciones con el secretario de Estado Estados Unidos, Antony Blinken, también dijo que “la región euroatlántica y la del Indo-Pacífico realmente deben ser vistas como un solo escenario, y no como dos separados”, y que " por lo tanto, nuestra seguridad ahora es cada vez más global, y tenemos que ver esto como un problema global”.

Aunque Corea del Norte y Rusia se han acercado significativamente, muchos observadores dicen que China se resiste a formar una alianza antioccidental tripartita con ellos, ya que prefiere un entorno de seguridad estable para abordar desafíos económicos y mantener relaciones con Europa y sus vecinos asiáticos.

En una publicación de blog realizada el jueves, el jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, detalló su reciente viaje a Japón y Corea del Sur, donde el despliegue de tropas de Corea del Norte y otras ayudas a Rusia estuvieron en la agenda.

“Esto marca una escalada de máxima seriedad, que fue, por supuesto, el centro de nuestras conversaciones con los líderes japoneses y surcoreanos”, escribió Borrell, quien también habló con Blinken el miércoles.

Borrell elogió la conclusión, durante su viaje, de nuevas asociaciones de seguridad y defensa con Japón y Corea del Sur, “las primeras fuera de Europa”.

“La Unión Europea no nació, ciertamente, como una alianza militar, pero en el contexto geopolítico actual, puede y debe también convertirse en un proveedor y socio de seguridad global”, escribió.

Blinken dijo esta semana que el gobierno de Biden está decidido, en sus últimos meses, a garantizar que Ucrania pueda seguir combatiendo la invasión a gran escala el próximo año, enviándole tanta ayuda como sea posible para mantener a raya a las fuerzas rusas o fortalecer su posición en cualquier negociación de paz.