La Habana — Cientos de miles de cubanos convocados por el presidente Miguel Díaz-Canel, marcharon este viernes por la tarde frente a la Embajada de Estados Unidos para pronunciarse en contra de las sanciones norteamericanas y para que se excluya a la isla de la lista de Washington de países patrocinadores del terrorismo.

Unas horas antes, Díaz-Canel había reconocido que la economía cubana operaba prácticamente “al día”, en medio de una dura crisis, y que se esperaba una mayor hostilidad desde Estados Unidos en el próximo mandato republicano.

“Marchamos ya para decir al gobierno de Estados Unidos: ¡dejen al pueblo cubano vivir en paz! Abajo la injerencia, abajo el bloqueo, abajo las medidas coercitivas unilaterales contra Cuba”, dijo el mandatario, desde una tarima ubicada a un costado de la Embajada de Estados Unidos, ante una multitud que se aprestaba a desfilar por el Malecón habanero.

La manifestación también estuvo encabezada por el líder y expresidente Raúl Castro.

Banderas cubanas y carteles de diferentes centros de trabajo y estudio acompañaban a los ciudadanos.

Unas horas antes, durante el cierre de las sesiones plenarias de la Asamblea del Poder Popular, el Parlamento, el mandatario Díaz-Canel reconoció que este 2024 la economía cubana atravesó uno de los peores años del último lustro y aseguró además que su gobierno prevé más sanciones por parte del próximo mandatario estadounidense Donald Trump.

“Prácticamente vivimos al día. Son muchas las quejas del pueblo, justas por la demora o fragmentación de la canasta familiar normada (la libreta de abastecimiento entregada a cada cubano), la distribución de la leche, el pan, el gas licuado o los medicamentos, productos básicos e imprescindibles”, había comentado Díaz-Canel ante los diputados.

El embargo contra Cuba fue impuesto en la década de los 60 del siglo pasado y flexibilizado por el presidente Barack Obama. Pero su sucesor, Donald Trump, lo endureció radicalmente —presionando un cambio de modelo político—, sin que eso se modificara bajo el mandato del actual líder Joe Biden.

Una de las medidas más perniciosas tomadas por Trump contra Cuba fue la inclusión en una lista de países patrocinadores de terrorismo. La incorporación es decisión ejecutiva del presidente estadounidense por lo que Biden habría podido eliminarla, pero no lo hizo.

Las sanciones costaron a Cuba unos $5,000 millones entre marzo de 2023 y febrero de 2024, según un informe oficial entregado a la ONU.

A diferencia de los años anteriores, durante las sesiones parlamentarias de cierre de año, las autoridades no informaron el comportamiento del Producto Interno Bruto (PIB) para este 2024 y luego de que 2023 cayera 1.9%.

“El año que termina deberá inscribirse como uno de los más difíciles para Cuba por las afectaciones acumuladas en el último lustro”, expresó Díaz-Canel ante los diputados.

En 2020, el PIB cayó un 11%, y en 2021 apenas creció un 1.3% e incrementó otro 2% en 2022.

Este año al desabastecimiento de alimentos y combustibles se sumaron cortes nacionales de energía, apagones programados y carencia de agua, así como la ocurrencia de desastres naturales como el devastador paso de dos ciclones y sismos.

“Sí hay bloqueo, si se ha recrudecido, si nos enfrentamos a una guerra económica, si nos desprecian, si nos intoxican vulgarmente, obscenamente y cargado de odio en las redes sociales”, agregó el mandatario resaltando tanto el papel de las sanciones como saliendo al cruce los críticos que minimizan el papel de estas medidas en la isla y directamente acusan al gobierno de ser ineficiente.

Durante las sesiones parlamentarias previas el ministro de Energía, Vicente de la O, informó que la disponibilidad en el sistema energético nacional tocó los niveles más bajos desde 2019 y el titular del estratégico sector del Turismo, Juan Carlos García, indicó que la isla recibió apenas 2.2 millones de viajeros en 2024 de los tres millones esperados.

Por su parte, el ministro de Economía, Joaquín Alonso, manifestó que las exportaciones de bienes sólo alcanzaron el 92.5% de lo previsto y apenas crecieron las de servicios gracias a los convenios de salud con otros países. En cuanto a las importaciones, se restringieron al 82.4% y estuvieron centradas en alimentos y medicinas.

Durante 2024 la producción de acero fue nula, el cemento alcanzó sólo el 43.2% de lo esperado y la producción de madera quedó en 17.6%, explicó Alonso.

La crisis cubana comenzó en 2020 por la combinación de la paralización por la pandemia de COVID-19, un paquete de reformas internas fallidas y el incremento de las sanciones de Estados Unidos.

El primer ministro Manuel Marrero señaló que, de 651 productos del cuadro básico de medicamentos de la isla, en el último mes 461 estaban en falta.

La crisis provocó una ola migratoria, sobre todo entre jóvenes y profesionales. Las autoridades fronterizas de Estados Unidos se toparon con unos 600,000 cubanos desde 2023, otros se fueron a Europa y América Latina.